Mientras escribo estas líneas estoy escuchando “Question and Answer”, el tema que cierra el trabajo en directo recientemente grabado por el cuarteto de Pat Metheny, Gary Burton, Steve Swallow y Antonio Sánchez. Una joyita musical que me ha regalado Aloysius por mi reciente cumpleaños. Una pregunta y una respuesta. ¿Por qué decidió en estos días pasados Sir Edward Downes, afamado director de orquesta británico, poner fin a su vida junto a la de su amada esposa Joan, en una clínica suiza del grupo Dignitas? Parece ser que el anciano maestro de 85 años se encontraba practicamente privado de la vista y del oído, mientras su mujer, de 74 años, padecía un cáncer terminal.
Mediante un comunicado de la BBC, los hijos del matrimonio informaron que sus padres llevaban 54 años viviendo juntos y que no estaban dispuestos a prolongar una existencia repleta de graves problemas de salud. Por ello ingirieron una dosis masiva de barbitúricos en la clínica de Zurich, especializada en eutanasia y suicidio asistido.
Supongo que la notoriedad de estos personajes avivará de nuevo el debate social sobre todas las cuestiones relacionadas con el fin de la vida humana. El mes pasado leía las opiniones del Dr. Álvaro Gándara, presidente de la Sociedad Madrileña de Cuidados Paliativos, respecto a las diferencias entre sedación paliativa y eutanasia. La primera técnica tiene como finalidad aliviar el sufrimiento refractario del enfermo, es decir, todos aquellos padecimientos innecesarios en un proceso patológico irreversible. Por lo tanto, el resultado de la sedación sería el alivio del dolor, y para ello el equipo médico empleará fármacos en dosis individualizadas, ajustadas a la respuesta y estado de cada paciente. Como mejor garantía ética, recomienda el Dr. Gándara registrar todo este proceso en la historia clínica. Simplemente recordar aquí que para este tipo de sedación es necesario el consentimiento informado del enfermo o de sus familiares.
Sin embargo, la eutanasia difiere totalmente de la sedación paliativa en su intencionalidad, pues se trataría de provocar la muerte del paciente para liberarlo del sufrimiento, y también en su proceso, ya que se manejarían fármacos a dosis letales capaces de garantizar una muerte rápida del sujeto.
El pasado 21 de febrero de 2009, la Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos aprobó una declaración de su propia Comisión Central de Deontología y Derecho Médico sobre la “Ética de la Sedación en la Agonía”. Además de promulgar el respeto médico a la vida del enfermo en fase terminal, considera la sedación paliativa como un tratamiento para aquellos pacientes que padecen sufrimientos intolerables y que ya no responden a ninguna terapia. Concluyen los expertos que la sedación en la agonía no debe considerarse como un tratamiento excepcional. A buen seguro, el progreso de la medicina conllevará un aumento del número de enfermos que necesitarán cuidados palitivos. Todavía quedan pendientes muchas preguntas sin respuestas.
15 julio 2009
MANERAS DE MORIR
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1 comentario:
Extractado de DIARIO MÉDICO. Jueves 16 de julio de 2009:
En España hay que atender cada año a 200000 enfermos terminales...
La implantación de equipos de soporte hospitalario (de cuidados paliativos) supone un ahorro estimado para el sistema de 7600 euros por episodio de ingreso...
La OMS recomienda incluir los cuidados palitivos en la política gubernamental sanitaria...
Una ratio de 30 camas para cuidados paliativos por cada millón de habitantes sería lo ideal...
Para conseguir todo esto sólo sería necesario el 0,3% del presupuesto destinado a sanidad...
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