Respecto a la sanidad nacional,
en demasiadas ocasiones tengo la impresión de encontrarme perdido dentro de los
entresijos de la popular saga “Juego de Tronos”, por aquello de los 7 Reinos,
en nuestro caso los 17, pues ese es el número de nuestros Servicios Autonómicos
de Salud. Cuando por desgracia todavía tenemos presente el recuerdo del niño
fallecido en Olot por culpa de la desafortunada decisión de sus padres de no
vacunarlo contra la difteria, una nueva polémica ha saltado a la palestra, esta
vez relacionada con la vacuna de la varicela.
Esta situación resulta cuanto
menos llamativa, desde la decisión de retirarla de las farmacias españolas, que
obligaba a los padres que quisieran vacunar a sus hijos a tener que adquirirla
en Portugal, Francia o Andorra, hasta la promesa del actual ministro de Sanidad
de volver a incluir dicha inmunización dentro del calendario español de
vacunaciones.
Esta decisión cuenta con la aprobación y el beneplácito de la
Asociación Española de Pediatría, que recomienda esta vacunación para acercar nuestra
sanidad patria a la estadounidense, canadiense, australiana o alemana, por
destacar algunos ejemplos. La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria
y Atención Primaria (SEPEAP) avanza un paso más al considerar que cuánto antes
se implante esta medida, mejor será para la salud individual y colectiva de
nuestros niños. Se apoyan en criterios científicos pediátricos internacionales,
que abogan por una vacunación precoz contra la varicela, en los 12 primeros meses
de vida. Sostienen los pediatras que los casos de esta enfermedad se habrían
disparado en España, algunos de ellos de extrema gravedad, ante la
imposibilidad material de poder inmunizar a los niños por la retirada de la
vacuna de las farmacias.
Frente a esta postura se ha
situado la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria
(SESPAS), que en su posicionamiento oficial “Protege tu salud con tu voto”,
entre otras medidas proponía para este año electoral 2015 financiar solamente
con dinero público aquellas actuaciones sanitarias basadas en suficiente
evidencia científica. Por ello los especialistas de la SESPAS piden al gobierno
que la vacunación contra la varicela no se administre a los niños españoles
antes de los 12 años de edad, al no existir suficiente evidencia científica a
favor de la inmunización precoz. Se apoyan en criterios técnicos tales como
coste-efectividad y coste-oportunidad, argumentos esgrimidos también respecto a
otras vacunas como las que previenen la infección por el HPV (virus del
papiloma humano) y que ya está incluida, por ejemplo, en el calendario de vacunas del Servizo Galego de Saúde.
Normalmente este tipo de
discrepancias deberían resolverse en el seno del Consejo Interterritorial de
Salud, verdadero garante de la equidad sanitaria para todos los españoles. Por
desgracia, los criterios políticos de según quién gobierne cada comunidad autónoma
podrán interferir en los principios de sensatez científica. Veremos que ocurre
en los próximos días con la vacuna contra la varicela. Estaremos atentos hacia
donde deriva este juego de tronos.