Sostiene Aloysius que “Dreamer” es nuestra canción favorita del álbum “Crime of the Century” de los míticos Supertramp. Los cinéfilos recordarán también "El crimen del siglo" (William Baudine, 1933), una película de misterio en la que su protagonista, el Dr. Brandt (Jean Hertsholt), un médico y mentalista, confiesa un asesinato que todavía no ha ocurrido. Mientras tanto, varios cadáveres empiezan a aparecer por todas partes.
Retornando a la realidad, y echándole un vistazo a la historia, no resulta fácil escoger cuál es el crimen más abyecto de cada siglo. Gustibus non disputadum, que diría mi padre, a propósito de los gustos y los colores, y de la libertad de opiniones.
Estos días hemos asistido a un implacable debate a raíz del asesinato de una madre en Castro Urdiales, supuestamente a manos de sus dos hijos. Resulta fácil encender la mecha, cuando la opinión pública se ha enterado que los chicos eran menores de edad. Y la deflagración se ha desbocado al descubrir que eran adoptados.
En una situación tan dolorosa y compleja como ésta cabría hacer una serie de ponderadas consideraciones.
Las primeras relacionadas con la edad de los muchachos. El menor de los hermanos, de 13 años, resulta inimputable. ¿Qué quiere decir esto? La legislación española contempla que a los menores de 14 años no se les puede exigir ninguna responsabilidad penal. En su lugar, se les aplicarán las medidas dispuestas en las normas sobre protección de menores previstas en la ley. Hace unos años ocurrió lo mismo con otro chico de 13 años que mató con una ballesta a un profesor en un Instituto de Barcelona.
Respecto al hermano mayor, de 15 años, el vigente Código Penal español establece que los menores de 18 años no se consideran responsables criminales, aunque sí imputables. Para estos casos existe la Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores (LORRPM). La pena, en este caso, dependerá de la edad y de la gravedad del delito. Las actuaciones le corresponderán ahora a la Fiscalía de Menores.
Además del trágico fallecimiento de la madre en esas terribles circunstancias, queda pensar en el futuro de los hermanos y en la situación en la que quedan el resto de los miembros de una familia completamente destrozada.
En cuanto a la polémica sobre los hijos adoptivos, los expertos llevan años debatiendo sobre la mayor importancia de la herencia o del ambiente sobre las conductas desviadas y criminales de los hijos adoptivos. Grosso modo, la mayoría de las investigaciones sobre niños adoptados muestran una mayor concordancia delictiva entre hijos y padres biológicos, pero con una holgada variabilidad que oscila entre el 3 y el 30%, según los estudios. El trabajo europeo más amplio fue desarrollado en Dinamarca, en los años 80, utilizando su propio registro de adopciones entre 1924 y 1947.
Mucho ha cambiado el mundo desde entonces. Y la infancia y la adolescencia continúan siendo extremadamente vulnerables. Que el humo de los árboles incendiados no nos impida ver el bosque. Y que juzguen los jueces.
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