CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

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30 junio 2008

FUTBOLTERAPIA


Estos días de verano y celebración, anda muy enardecido Aloysius el deportista al frente de su pandilla de caraduras. Apenas se acuerdan de todo lo que despotricaron contra Luis Aragonés y su selección nacional. Y digo “su”, porque en este país de quijotes y nefelíbatas, cada uno tiene una selección nacional; a mucha honra llevamos en nuestro interior al mejor Valdano, al próximo premio Nobel de literatura, al más ecuánime de los jueces, al más avezado ingeniero especializado en la construcción de quimeras, de castillos en el aire, al baqueteado almirante navegando al pairo por la mar océna, campeón de los más increíbles naufragios. Como el humo, se esfumaron Raul, Guti y todas las demás reivindicaciones. Ya nadie se acuerda de ellos. Yo sí...

No hay mejor ansiolítico para calmar los nervios y la desazón colectiva que un triunfo futbolero. De repente, como por arte de magia, España vuelve a ser España. Muchos se echaron a las calles envueltos en la enseña nacional, sin temor a que les llamasen fachas o borbones. Hasta Juanes se puso a cantar aquello de "tengo una camisa roja..." y ZP, en lugar de hablar de economía, se lió a largar del "fúbol" (sic)

Patriotas y viriles, casi nadie le hizo ascos a la humana solidaridad, al ceñido abrazo contra el cuerpo sudoroso del prójimo que sufre a nuestro lado, apoyado en la barra del bar, con unas cañitas frescas por delante y algo de picar, como Dios manda, que le den a Chaves, a la OPEP y al puñetero barril Brent, que aunque se ponga por las nubes después de la canícula, alguien proveerá, que siempre aprieta aunque nunca llega a ahogarnos. Que inventen ellos, máquinas fabulosas, trenes de alta velocidad que nunca llegan a Galicia, coches que se muevan con electricidad, con vapor o con la energía que se libera en las partidas de mus que juegan los átomos, horarios laborales que nos conviertan en dóciles operarios dignos del Imperio del Sol Naciente. Pero que no nos toquen ni el fútbol ni la televisión. Son balsámicos.

Ciertas estadísticas realizadas durante estos días en los servicios de Urgencias patrios han revelado una serie de inquietantes datos. El número de pacientes con dolores precordiales que acudió a los hospitales temiendo estar sufriendo un infarto de miocardio, se triplicó al superar la selección española a la italiana en la tanda de penaltis de los cuartos. Y es que existe ya el avispado vestido de tuno que vende estampitas de San Iker a los turistas en el Obradoiro, o quien promueve un movimiento popular a favor de ponerle el nombre de la madre que parió a Casillas a una calle huérfana.

Otro dato: durante los correspondientes noventa minutos que duraron la semifinal contra Rusia y la final contra Alemania, no nacieron niñas ni niños en España. Ni siquiera se pusieron de parto las mujeres inmigrantes, que parecen ser las únicas empeñadas en hacer subir los padrones y el censo. Al final de ambos partidos, algunas santas alcanzaron las puertas de urgencias en expulsivo. No se alarmen. Nada de esto ocurrió así…, pero pudo haber ocurrido.

Es una pena que tanta emoción haya llegado a su fin. Deberíamos ganar una Eurocopa cada mes. Todos seríamos más felices. Y, por supuesto, estaríamos más sanos.

26 junio 2008

LOS DERECHOS DEL NIÑO


Eugène Carrière: "El niño enfermo"; oleo sobre lienzo (1885)

Cuando nos encontramos ante una realidad incomprensible por la magnitud de su aberración, al sentimiento de ira inicial le sigue generalmente una etapa de análisis e investigación. Queremos conocer las causas, el por qué, el origen del mal, para ponerle remedio, para prevenirlo, para evitar que tamaña abyección se vuelva a producir. Este proceso también ocurre cuando nos enfrentamos a una situación tan dolorosa y terrible como la pederastia. El 17 de abril de 2007, en esta misma bitácora celebraba el ecuánime Aloysius la detención del siniestro Álvaro I.G., alias “Kova” o “Nanysex” y de sus secuaces.





Poco más de un año después, se está celebrando el juicio de unos degenerados del que se esperan condenas ejemplares. Todo este proceso coincide con el descubrimiento de un póster que adorna las paredes de la sala de espera de una consulta de pediatría, en mi centro de salud. Se titula “Los Derechos del Niño” y es un decálogo.


El primero de la lista es el derecho de igualdad. Mientras en Suecia se destinan alrededor de 2500 euros anuales por cada menor de 15 años en concepto de prestaciones en servicios para sus familias, en España apenas se alcanzan los 200 euros de media.


El segundo es el derecho a la protección. Me pregunto, a lo largo de la historia, ¿cuántos menores han sido sacrificados como ofrenda a dioses inmisericordes, cuántos infanticidios se habrán cometido en aras de mejorar la especie, o cuántos niños habrán perecido víctima de inhumanos castigos?


El tercero, el derecho a la identidad y a la nacionalidad, por el que cada noche suspiran millones de niños refugiados desprovistos hasta de su propio nombre: Darfur (Sudán), Somalia, Colombia…


Llegamos al cuarto derecho, ese que hace referencia a la necesidad de una casa, de alimentos y de una adecuada atención sanitaria. Hete aquí el círculo vicioso, ese que parece irrompible, en el que la pobreza genera mala salud y ésta, a su vez, mantiene viva la miseria.


El quinto derecho, el de la educación y el de la atención al disminuido. Según datos de la propia UNESCO, el 80% de los 200 millones de niños en el mundo que sufren discapacidades vive en países en vías de desarrollo.


El sexto, el derecho al amor de los progenitores y de la sociedad. ¿Qué hacer cuando el maltratador, el peor enemigo es tu propio padre?


El séptimo es el derecho a la educación gratuita y a jugar. A principios del presente siglo, 164 gobiernos se comprometieron a incrementar las posibilidades de educación para los niños y los jóvenes, con el objetivo de alcanzar la educación para todos en el año 2015. ¿Se hará real esta utopía?


El octavo derecho hace referencia aquella máxima de salvación en los naufragios: los niños (y las mujeres) primero.


El penúltimo derecho, el noveno, es el de ser protegido contra el abandono y la explotación. Según UNICEF, en África central y occidental se estima que el 20% de los niños son explotados como mano de obra barata.


Finalmente, el décimo derecho es el de crecer en solidaridad, comprensión y justicia entre los pueblos. Justitia virtutum regina.

19 junio 2008

CARLOS CRISTOS



El pasado jueves, en la sesión clínica de mi centro de salud, repasábamos el Plan Gallego de Cuidados Paliativos, un intento de coordinación de la asistencia sanitaria destinada los enfermos incurables de nuestra comunidad autónoma. Hace años, junto a otras compañeras y compañeros, tuve la oportunidad de trabajar desde la Xerencia de Atención Primaria en el diseño de un plan específico similar, ciertamente más modesto. En medicina, no esfuerzos baldíos, y menos en este campo. En Ourense, gracias al afán y a la profesionalidad de los colegas que trabajan en la Unidad de Cuidados Paliativos, en Hospitalización a Domicilio (HADO), en Urgencias y en nuestro primer nivel asistencial, estos pacientes están mejor atendidos que en otras zonas de Galicia.

Pero, en determinadas ocasiones, en la vida se dan infortunadas coincidencias. Esa misma mañana de jueves recibí el último ejemplar de la revista “Cadernos de Atención Primaria”, rindiéndole un homenaje especial al médico y humanista Carlos Cristos, con motivo de su reciente fallecimiento (26 de abril de 2008). Ya he hablado de él otras veces en esta misma bitácora (MEDICOS ENFERMOS). Nació en Vigo hace 51 años, pero desarrolló la última etapa de su vida profesional en Mallorca. 7 años atrás, su mujer, la Dra. Carmen Font, se percató de que no podía entenderle bien. Eran los primeros síntomas de una rara enfermedad degenerativa y mortal, sin tratamiento todavía conocido, denominada atrofia sistémica múltiple. Su valeroso testamento vital fue filmado para la posteridad bajo el nombre de “Las alas de la vida”. Esta emotiva película, dirigida por su amigo Toni Canet, va a emplearse como herramienta educativa en todos los colegios de Francia durante el curso académico 2009 – 2010. En nuetro país, los derechos para la explotación didáctica de “Las alas de la vida” han sido adquiridos por el Ministerio de Sanidad.

Sostiene el contestatario Aloysius que la demoledora experiencia de Carlos Cristos es la cara de una hipotética moneda en cuya cruz podríamos situar otra película, la sobrevalorada “Mar Adentro”, de Alejandro Amenábar. Carlos abogó por la dignidad de su vida como enfermo terminal, dejando muy claro que és lo que para el pedía (cuidados paliativos) en la etapa final de sus días. Y todo ello, plenamente consciente del pronóstico de su enfermedad y de las terribles limitaciones que habría de sufrir hasta su deceso. En sus propias palabras, “permitir que la naturaleza siga su curso…, bailar mientras siga habiendo música…, y todo ello, si es posible, con una sonrisa”:
(http://medicinaycine.blogspot.com/2008/04/las-alas-de-la-vida.html).



Carlos Cristos, compañero, sirvan estas letras como humilde consideración a la figura de un médico excepcional.

11 junio 2008

POTENKA



Sostiene el fidedigno Aloysius que en la sociedad nuestra de la superficialidad y de la apariencia pudiera resultar disculpable el auge de la impostura: ropa, relojes, perfumes… hasta cajetillas de tabaco. Y, por supuesto, también fármacos. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los medicamentos falsificados mueven los beneficios del 10% del mercado farmacéutico mundial. Un pellizco nada desdeñable. Y aquí, como en botica, podemos encontrarnos de todo: desde la adulteración del propio principio activo hasta la imitación del envase (y en demasiadas ocasiones, ambos fraudes a la vez). Tiempo atrás, con ingenio comentaba Moncho Conde Corbal en el diario La Región una simpática anécdota que yo mismo le había proporcionado, respecto a un incierto medicamento llamado “Potenka” ®. Conservo en mi poder un blister con dos comprimidos de 50 mg de la susodicha marca; su principio activo es el citrato de sildenafil. Son redondos, no romboidales, y poseen un atractivo color azul turquesa. Constituyen una imitación de una de las presentaciones más populares del fármaco “Viagra” ®, destinado al tratamiento de la disfunción eréctil masculina, trastorno cada vez más frecuente, y también al de la hipertensión pulmonar, una patología menos prevalente, donde se emplea como uso compasivo.

Si uno dispone de tiempo, navegando por Internet descubre cientos de páginas web en las que son ofertados todo tipo de sustancias y medicamentos. Retomando la información de la OMS, las medicinas más plagiadas son las más novedosas, las más caras y las asociadas al estilo de vida occidental (hormonas, esteroides anabolizantes, fármacos contra la obesidad, etc). En los países más deprimidos económicamente, los que se llevan el gato al agua son los antibióticos, especialmente los útiles más para el tratamiento de la tuberculosis, los antipalúdicos, destinados al tratamiento de la malaria, y los antirretrovirales específicos para combatir la infección por el VIH/SIDA.

Los medicamentos genéricos tampoco se han librado del remedo. Otro cantar suponen los genéricos que no presentan estudios de bioequivalencia, es decir, que no han demostrado tener las mismas propiedades farmacológicas que la molécula original. En la práctica diaria, pudiera ser que la prescripción y la administración de fármacos sin esta equivalencia no consiga ni los efectos terapéuticos deseados ni contribuyan a una calidad asistencial eficiente. Ollo ó piollo, pues pululan por este planeta demasiadas falsificaciones y copias aproximadas.


A principios de este mismo mes de junio, un grupo de expertos se reunió en Madrid bajo los auspicios de la compañía farmacéutica Pfizer, en colaboración con la Oficina del Defensor del Paciente de la Comunidad de Madrid. Trataron cuestiones de interés relevante para los médicos y los pacientes, especialmente aquellas relacionadas con la seguridad de los enfermos. En aquel foro se alertó sobre la proliferación de medicinas falsas que circulan y se venden libremente en Internet, sin los necesarios controles de seguridad, eficacia y calidad en su producción.

De manera singular y sorprendente, he encontrado información sobre “Potenka” visitando la página web de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social de la República Dominicana. Se trata de una escueta ficha con los datos generales del producto: nombre, licencia (2004 – 1067), fabricante y distribuidor (PEGMA Internacional), concentración (50 mg), forma (tableta) y fecha (¿2 de junio de 2009?).




Respecto al fabricante, no he encontrado información alguna en la red...


Y es que debemos ser cautos y no olvidarnos de aquel sabio refrán que decía: "San Cercano no hace milagros; San Lejares, por decenas y centenares".

07 junio 2008

LA SENDA VULNERABLE


El pastizal y la escopeta,
la suciedad de la temida niebla,
la palabrería impuesta,
la impune usurpación de piedra.


El aroma de los arrayanes,
como guía y señal,
decidiendo declinar
su seductora propuesta.


¡Cuán facil resulta transitar
por los surcos de los campos arados!,
decirle a la horda su verdad,
lo que siempre quieren
y han querido escuchar...

¿Dónde la rebeldía,

dónde la contestación,

el bilioso poder decir que no,

ante las atestadas graderías?

He aquí,

ante tu atónita mirada,

la esfumada y vulnerable senda.

03 junio 2008

FIBROMIALGIA


"Mujer picada por un aspid".
Auguste Clésinger. Museo de Orsay, París

Un buen día, el genial Álvaro Cunqueiro escribió estos versos: “se vós agora falares, miñas donas amigas, a vosa voz enchería, como unha fonte de auga, o vaso do silencio…”

Acuden prestas a mi memoria unas reflexiones personales sobre esa dolorosa enfermedad que denominamos fibromialgia. El 19 de septiembre del 2000, el Congreso de los Diputados instó al gobierno de España para que analizase la incidencia y la problemática de esta patología crónica en el seno del Consejo Interterritorial (CI) del Sistema Nacional de Salud (SNS). De la misma manera, se estimó entonces necesario difundir entre los profesionales sanitarios de atención primaria y especializada toda la evidencia científica disponible sobre dicho trastorno, demandando un protocolo de diagnóstico y unas alternativas terapéuticas específicas. Además, nuestros parlamentarios acordaron promover la inexcusable coordinación y colaboración con las asociaciones de autoayuda. Y es que, hablando en plata, se estimaba que la fibromialgia costaba a las arcas públicas unos 3000 euros por afectado y año.

En el año 2004, manteniendo una línea de actuación coherente con dichas demandas políticas, la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia publicó el manual titulado “FIBROMIALXIA”, que reproducía integramente el original de 2003 divulgado por el propio Ministerio de Sanidad y Consumo. Las sucesivas actualizaciones de éste y de otros consensos científico – asistenciales, deberían conseguir los objetivos de calidad en la formación continuada de los profesionales de la salud.

Pero, todavía queda pendiente la segunda parte, la imprescindible atención a los afectados, casi siempre mujeres jóvenes enfermas, y a sus familiares.

Y ahora, que me corrijan, si me equivoco. El pasado 28 de mayo de 2008, en el Pleno del Parlamento de Galicia, fue debatida una propuesta no de ley del Bloque Nacionalista Galego (BNG), solicitando el reconocimiento de la fibromialgia como enfermedad invalidante, con sus consiguientes derechos y beneficios, sociales y económicos. El Partido Popular (PP) añadió a dicha proposición una enmienda en positivo, demandando la creación en todos los grandes hospitales dependientes del Servizo Galego de Saúde (antes SERGAS) de unidades multidisciplinares destinadas al diagnóstico y al tratamiento específico de esta patología. De manera poco comprensible, parece ser que los partidos políticos (PSOE y BNG) que sustentan el gobierno bipartito de la Xunta de Galicia votaron en contra de la propia propuesta nacionalista.

He asistido como ponente y como oyente a varias jornadas específicas sobre el abordaje de la fibromialgia. Y aunque incluso todavía existen colegas que se muestran reticentes ante la existencia real de tal enfermedad, las asociaciones de afectados, insisto, mayormente mujeres jóvenes y enfermas, continúan demandando una atención multidisciplinar específica (fármacos, rehabilitación, apoyo psicológico, educación y soporte social) para su mal. Si este hecho tan sencillo sigue sin concedérseles, ¿cómo se les van a reconocer los derechos sociales que como pacientes tienen?

¡Ay, miñas donas, as vosas voces seguen a enche-lo vaso do silencio!