Estos versos de Czeslaw Milosz representan la síntesis de lo que supone en realidad el vertiginoso paso del tiempo. Octubre de 1980. El Premio Nobel de Literatura de aquel año fue a parar a las manos de este poeta polaco, padeciendo entonces la amargura del exilio. Octubre de 1980. Entonces el mundo era tan distinto… Apenas dos meses más tarde, un enajenado pondría fin a la vida de John Lennon. Me enteré del asesinato una tarde brumosa, mientras intrépidos partíamos los estudiantes hacia Compostela, a bordo de aquellos vetustos y traqueteantes ferrobuses. Cuánta osadía la de algunos, matriculados en una de las peores Facultades de Medicina del país. ¡Cómo han cambiado las cosas!
Desde que formamos administrativamente parte de Europa, todos los años, a principio de curso, se forma en Santiago el mismo pifostio entre los aspirantes a futuros médicos. La culpa la tienen la normativa comunitaria y el renovado prestigio académico. En los antaño pagos de Gelmírez, son cada vez más los estudiantes portugueses que deciden matricularse en Medicina. Disponen de cierta ventaja, pues en el país hermano las facultades abren sus puertas más tarde. Unos cuantos retornan a casa cuando allí resultan también admitidos; sin embargo, otros se quedan entre nosotros. Es lícito y es real. El hombre está acostumbrado a saltarse las fronteras, sean éstas naturales, artificiales o administrativas. Recuerdo que, hace tan solo unos años, el flujo migratorio profesional resultaba inverso, pues muchos fueron los compañeros que tuvieron que partir hacia Portugal en la procura de horizontes laborales más favorables. Allí echaron raíces, completaron incluso sus especialidades y ahora tampoco desean volver. La memoria es como el aceite, densa y sutil; se mantiene flotando sobre la líquida superficie del tiempo.
Para poder formarse como especialista, los médicos españoles han de superar obligatoriamente el examen MIR (médico interno residente). Cada año, son más los foráneos y menos los nacionales los apuntados a dicha prueba selectiva. En la convocatoria del 2008, fueron 4110 extranjeros los inscritos: 459 comunitarios y 3651 no comunitarios. A la cabeza de los primeros se situaron los italianos, seguidos a distancia por rumanos y portugueses. En el colectivo extracomunitario destacaron mayoritariamente los peruanos, los colombianos y los mejicanos.
¿Qué ocurrirá en la próxima convocatoria, en enero de 2009? Imagínese usted, igual que John Lennon: “imagine there´s no country, it isn´t hard to do”. Imagine que no hay fronteras. Solamente una gran tierra de promisión.
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