El 7 de mayo de 1986, el legendario portero rumano Duckadam detuvo al Barcelona 4 lanzamientos en la tanda de penaltis en la final de la Copa de Europa ganada por el Steaua de Bucarest en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla.
Por aquellas fechas, veía también la luz un polémico artículo publicado en la prestigiosa revista “The New England Journal of Medycine”. Tras haber estudiado en los EEUU los avances en la lucha contra el cáncer entre los años 1950 y 1982, el Dr. John Bailar alertaba que la humanidad estaba perdiendo claramente la guerra frente a dicha enfermedad; para provocar un vuelco total en dicha situación, este epidemiólogo de Harvard proponía un cambio en la orientación de las investigaciones futuras, poniendo un mayor énfasis en la prevención que en el tratamiento de esta patología.
Por aquellas fechas, veía también la luz un polémico artículo publicado en la prestigiosa revista “The New England Journal of Medycine”. Tras haber estudiado en los EEUU los avances en la lucha contra el cáncer entre los años 1950 y 1982, el Dr. John Bailar alertaba que la humanidad estaba perdiendo claramente la guerra frente a dicha enfermedad; para provocar un vuelco total en dicha situación, este epidemiólogo de Harvard proponía un cambio en la orientación de las investigaciones futuras, poniendo un mayor énfasis en la prevención que en el tratamiento de esta patología.
En la actualidad, el estudio prospectivo Globocan de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), nos informa que la mortalidad asociada a esta enfermedad no va a reducirse a nivel mundial, y que el cáncer provocará en el 2030 unos 13.2 millones de muertes. La causa principal de tanto pesimismo radica en el elevado número de personas ancianas que existirán en nuestra sociedad (y yo me incluiré entonces entre ellas). Este grupo de edad es más propenso al padecimiento de enfermedades neoplásicas, y en muchas zonas del planeta, el tratamiento de la enfermedad continuará siendo menos efectivo que en nuestro privilegiado Occidente.
En España, se espera que unos 155000 prójimos fallezcan por cáncer en el 2030. La polémica está servida, pues el Instituto de Salud Carlos III acaba de hacer públicos sus datos revelando que la mortalidad por cáncer ha decrecido en nuestro país en los últimos 25 años, a un ritmo anual de un 1% para las mujeres y un 1.3% para los hombres. Y curiosamente, las neoplasias más mortíferas son los melanomas, el cáncer colorrectal y el de mama, todos ellos susceptibles de disminuir notablemente su incidencia gracias a las medidas preventivas.
En Galicia, nadie se atreve a discutir el éxito de las campañas de detección precoz del cáncer de mama puestas en marcha por la Xunta de Galicia desde hace décadas.
www.ingesa.msc.es/ciudadanos/suSalud/pdf/inform13.pdf
Para combatir el cáncer de piel, los expertos recomiendan dos medidas sencillas y baratas: en primer lugar, proteger nuestra piel frente a los efectos nocivos de la radiación solar, y en segundo la autoexploración. Ante el descubrimiento de una lesión cutánea sospechosa deberemos acudir precozmente al dermatólogo.
http://www.aedv.es/euromelanoma/
Respecto al cáncer de colon, se ha demostrado una mayor incidencia del mismo en personas de alto riesgo, como por ejemplo aquellos que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad o padecen una enfermedad intestinal inflamatoria crónica. Evitar el tabaquismo, el consumo habitual de alcohol, la vida sedentaria y las dietas pobres en fibras y ricas en grasas significa prevenir esta enfermedad. Manos a la obra.
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