Hablar contigo,
Pensé que era algo malo.
Contar crepúsculos y
amaneceres,
Aguardar como un niño,
Para conversar contigo,
Apenas un instante,
Casi en silencio, exiguos susurros,
Aunque yo piense realmente
que podrías estar haciendo
algo malo conmigo…
¿Es malo templar un páramo helado?
¿Es malo que la primavera hienda
sin piedad
decrépitos pecados y ventanas
clausuradas?
¿Es malo saciar la sed de
unos labios agrietados
en una mirada recóndita, fresca,
pacífica?
Pensé que era malo que
hablases conmigo,
Y hacer guardia en las aceras,
Bajo un pertinaz aguacero,
Esperando que transcurran
los días,
Imperceptibles,
Para poder hablar contigo.
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