Sostiene Aloysius que un
cuchillo es una herramienta tan útil para cortar pan como para matar a una
persona, desgraciadamente. Las palabras son también armas de doble filo. Muchas
veces sirven para ensalzar o denigrar a las personas, las ideas y las cosas.
Algo parecido ocurre con la globalización de la información. Mientras un
fabricante emplea su página web para ofertar sus artículos al público en
general, otra similar desata una campaña en contra del consumo de tales
productos. Esto es lo que le acaba de ocurrir a la marca Mars ®, productora de
chocolates, chicles, golosinas, arroz, té, café, bebidas aromáticas y una
amplia variedad de comidas para mascotas. Para que nos hagamos una idea de su
potencial, su facturación alcanza los 30 billones de dólares netos.
Sin embargo, www.marscandykills.com/experiments.asp
ha denunciado a esta multinacional norteamericana por promocionar experimentos
con animales, más concretamente, por patrocinar un experimento en la
Universidad de California (EEUU) para determinar el efecto de los ingredientes
del chocolate en los vasos sanguíneos de las ratas de laboratorio,
consecuencias ampliamente demostradas ya en humanos. Se preguntarán ustedes en
qué consisten estas investigaciones. Advertimos de antemano a las personas
sensibles. Las ratas reciben alimentación forzada mediante unos tubos de plástico
que actúan a modo de sonda a través de sus gargantas. Después, se les practican
incisiones en sus patas que dejan sus arterias expuestas al aire. Estos vasos
sanguíneos son además clampados con pinzas. Una vez realizado el experimento,
cada animal es sacrificado, un eufemismo utilizado por algunos para enmascarar
el pasaporte al otro barrio. Los expertos en la materia prefieren hablar de
vivisección, un término de
connotaciones inicuas procedente del latín “vivus” (vivo) y “secare” (cortar).
En la página denunciante se
pueden consultar las reseñas de otros tantos crueles experimentos con animales de
laboratorio. Por motivos de espacio (y de pudor) no vamos a detenernos en
ellos. Tan sólo mencionar aquí la figura de Pietro Croce, el autor de un
controvertido libro titulado “Vivisezione o scienza: una scelta”.
Nacido en
Dalmacia en 1920, se graduó en Medicina en la Universidad de Pisa (Italia). Patólogo
de prestigio internacional, desarrolló su extensa y prolífica carrera
profesional e investigadora en Italia, Estados Unidos y España. La idea más
interesante de su libro es el rechazo de la experimentación con animales no
solamente por el respeto a tantos seres vivos que conviven con nosotros en este
planeta, sino por el firme convencimiento que este tipo de investigaciones no
han aportado avances a la medicina, sino más bien al contrario. Pietro Croce
habla de el método erróneo. Existen múltiples diferencias entre los animales y humanos
respecto a su genética, anatomía, fisiología, histología, inmunología,
farmacología, psicología y su comportamiento social, tantas que es un error
descomunal extrapolar los resultados de las investigaciones de unos sobre otros.
En pleno siglo XXI existen múltiples alternativas a la investigación animal. Y
además, Medicina y Veterinaria son dos ciencias harto diferentes. Por algo será.
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