No intenten buscarlos
en ninguna clasificación matemática. Los números mamarios sólo existirán el
tiempo que dure esta lectura. En estos días he tenido la oportunidad de repasar
unos datos francamente admirables.
1992 fue un año especial, también bisiesto,
como el que nos toca vivir, Año Internacional del Espacio, 500 años después del
descubrimiento de América por Cristóbal Colon, aunque los vikingos alcanzaran
aquellas costas varios siglos antes desconociendo la magnitud de su hallazgo.
En
1992, la Dirección Xeral de Saúde Pública e Planificación de la Consellería de
Sanidade de la Xunta de Galicia puso en marcha el Programa Galego de Detección
Precoz do Cancro de Mama con un claro objetivo: disminuir en un 25% la
mortalidad asociada a dicha patología. Desde entonces se han realizado en
Galicia casi 2 millones de mamografías, unas 230000 en la provincia de Ourense.
Gracias a esta campaña, en nuestra
Comunidad Autónoma fueron detectados 6250 cánceres de mama, 773 en nuestra
provincia.
En líneas generales, con el diagnóstico y tratamiento precoz de esta
enfermedad, los expertos estiman que el 85% de las mujeres que la padecen consiguen
superarla. Toda campaña de detección precoz va dirigida a individuos “sanos”,
entendiendo como tales a aquellos que no presentan un riesgo especial respecto
al padecimiento de la enfermedad a prevenir. En este caso, la población diana
está constituida por todas aquellas mujeres con edades comprendidas entre los
50 y los 69 años, que en cada campaña son citadas para realizarse de forma
voluntaria una mamografía. Para no generar una ansiedad y trastornos
innecesarios, los resultados de estas pruebas son comunicados individualmente
en un plazo medio de 15 días. En aquellos casos sospechosos de malignidad, la
propia estructura organizativa deriva a las pacientes de forma inmediata a las
Unidades Hospitalarias de Diagnóstico y Tratamiento.
Durante el período 1992 –
2014, la participación global en Galicia alcanzó al 78.10% de la población
diana, una cifra nada desdeñable, pero que debería superarse gracias a la
concienciación de las mujeres que acepten aquel tópico clásico de que más vale
prevenir que curar. Hoy en día, para las mujeres gallegas, el cáncer de mama
continúa siendo todavía la primera causa de mortalidad, seguida del cáncer de
colon. Para ambas patologías existen programas de detección precoz, el más
veterano el de mama, todavía en sus primeras fases de desarrollo el de colon,
unas oportunidades que no deberíamos desperdiciar como usuarios de nuestro
sistema sanitario público.
Desde 1992 los números mamarios también cantan.
Traducidos a gráficos, observamos una clara línea descendente respecto a la
disminución de la mortalidad por cáncer de mama tanto en España como en
Galicia. Y aunque la tasa española de mortalidad por cáncer de mama sea la más
baja de Europa, no debemos descuidar nuestra atención sobre los números
mamarios, siempre superables, tanto más pequeños cuantas más vidas se salven.
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