Fotografía digital encontrada abandonada en un archivo de imágenes de un ciber.
Sostiene Aloysius que la felicidad es el mayor objeto del deseo del ser humano, concepto harto relativo como por ejemplo algunos otros finalizados en “dad” tal que verdad, maldad o fealdad.
Los seguidores de la doctrina budista estiman que la felicidad se puede alcanzar solamente cuando seamos capaces de neutralizar nuestros deseos; grosso modo padece el que desea y el que no desea no sufre. Sin embargo, lo que esperamos de la vida es algo mucho más tangible: vivir más tiempo, pero viviendo mejor (eso que todos conocemos como calidad de vida).
El 75% de nuestra longevidad depende de nuestro estilo de vida mientras que el 25% restante puede beneficiarse de la llamada medicina antienvejecimiento (encargada de mantener el ritmo de la renovación y la reparación por encima de la degradación de nuestras células). Para ello, se apoya en cinco pilares fundamentales: dieta, ejercicio físico, control del estrés, suplementos nutricionales y reemplazo hormonal (si es preciso).
El 75% de nuestra longevidad depende de nuestro estilo de vida mientras que el 25% restante puede beneficiarse de la llamada medicina antienvejecimiento (encargada de mantener el ritmo de la renovación y la reparación por encima de la degradación de nuestras células). Para ello, se apoya en cinco pilares fundamentales: dieta, ejercicio físico, control del estrés, suplementos nutricionales y reemplazo hormonal (si es preciso).
En 1974 el experto canadiense Marc Lalonde postuló los cuatro grandes determinantes en el campo de la salud: biología humana, organización de la prestación de servicios de salud, medio ambiente y estilos de vida; precisamente la disfunción de estos dos últimos es la responsable del 80% de los problemas de salud.
A la espera del desarrollo pragmático de la nanotecnología y de la criogenia, atendamos entonces a la voz de los expertos y junto a Dorian Gray haríamos más bien en ir pensando en mejorar nuestra forma física, haciendo de paso algo de dieta sana y combatiendo ese estrés nuestro de cada día.
No olvidemos que algunas especies animales de esas que los hombres consideramos inferiores, como por ejemplo los anfibios, han conseguido desde hace mucho tiempo desarrollar mecanismos que les garantizan la eterna juventud, como por ejemplo la NEOTENIA (mantenimiento de determinados aspectos de la fase larvaria durante la fase adulta de un animal); y es que resulta que al final del cuento para mantenerse joven eternamente el príncipe se convirtió en sapo gracias al beso de su amada.
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