Dicen por ahí que tener abuela es como tener dos veces madre. Yo comparto plenamente esa idea. La otra mañana arreciaba el temporal en la ciudad de Vigo. Los transeuntes que deambulaban apurados por la céntrica calle de Príncipe trataban de resguardarse de la lluvia bajo sus paraguas. Me crucé con un muchacho que se apoyaba para caminar en dos muletas. Su marcha era lenta y cansina. A su lado, tapándolo con un exiguo paraguas negro, caminaba una anciana completamente empapada. ¿Quién si no su abuela sería capaz de un acto de amor semejante?. Cuando perdí a mi querida abuela Rosa Vila, busqué consuelo en la lectura de "El Dolor" de Giuseppe Ungaretti. Este poeta ensalzó de esta manera a "La madre": Y cuando el corazón de un último latido haya hecho caer el muro de sombra, para conducirme, madre, hasta el Señor, como una vez me darás la mano. De rodillas, decidida, serás una estatua delante del Eterno, como ya te veía cuando estabas todavía en la vida. Alzarás temblorosa los viejos brazos, como cuando expiraste diciendo: Dios mío, heme aquí. Y sólo cuando me haya perdonado te entrarán deseos de mirarme. Recordarás haberme esperado tanto y tendrás en los ojos un rápido suspiro. Versión de Jesús López Pacheco Cuando Eric Clapton perdió a su hijo (lo mismo que Ungaretti) escribió una canción titulada "Tears in Heaven", que comienza así: "Would you know my name if I saw you in Heaven"... Espero que sí. |
28 marzo 2006
ABUELAS
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