La vuelta al colegio ha supuesto el retorno a la normalidad para una enorme mayoría de nuestros paisanos. Todos contentos, o casi. Los chavales, porque vuelven a compartir aprendizaje e ilusiones con sus compañeros de fatigas, y los padres, porque recuperamos esa apacible monotonía cotidiana. Al fin y al cabo, la tregua veraniega encarna su mayor atractivo en la transgresión de la rutina; así valoramos más el descanso y la desconexión. Pero nunca llueve al gusto de todos y por ahí se escucha la sutil voz de los descontentos. Al igual que las oscuras golondrinas de Bécquer, regresa una vez más la polémica sobre el peso de los libros y los cuadernos sobre las sufridas espaldas de nuestros escolares. De mi etapa colegial, no recuerdo tanta controversia; será porque entonces no estaban de moda las mochilas. Se estilaban las bolsas de deporte, esas que ahora denominan retro, de escay y polipel. Yo gasté una Puma ® anaranjada donde encajaban a la perfección libros, fichas, chandal, zapatillas deportivas y alguna que otra carallada más. Hacíamos músculo, primero un brazo y luego el otro. Para colgársela a la espalda, poco más que una tira con hebilla.
Tengo claro que las mochilas escolares, repletas y pesadas, son una fuente constante de molestias y disconfort para sus porteadores. Al respecto, opino lo mismo que la Organización Médico Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs. El Dr. Francisco Kovacs asegura que el 80% de los españoles padece frecuentes dolores de espalda, e insiste en la importancia que esta patología tiene durante la infancia. En la mayoría de las ocasiones, la causa del dolor no son anomalías estructurales, defectos en la alineación de la columna como la escoliosis o la espondilolistesis, sino problemas funcionales, que pueden prevenirse y evitarse. La fundación que preside ha editado el “Tebeo de la espalda”, destinado a los niños de 6 a 10 años, ofrecido a todas las consejerías de Sanidad y Educación para su distribución gratuita. Kovacs reparte estopa contra el peso de los morrales, la deficiente actividad física, el diseño de los pupitres y demás mobiliario escolar.
Toda moneda tiene una cara y una cruz. El Dr. Fernández Baíllo, especialista en cirugía de la columna vertebral, opina que más importancia que la mochila tiene le ejercicio físico, pues las espaldas con una musculatura más resistentes no desarrollan tantos problemas de dolor. Sus recomendaciones son repartir el mayor peso en la base del macuto y tiras de sujección anchas, acolchadas y cortas, para sujetar bien la mochila sobre los dos hombros (¡no sobre uno solo!). Al respecto, recuerda el perseverante Aloysius aquella máxima latina que decía “dolore affici, sed resistire tamen”, algo así como tener fuerza para resistir el dolor. No termina de convencerme.
16 septiembre 2008
MACUTOS
"Porteadores" de Don Meliton (Flickr TM)
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