Dicen las leyendas mitológicas que el médico llamado Quirón llevaba un caballo incorporado. Para algo era un centauro. Siglos más tarde, quién le iba a decir al Dr. Albeiros, acostumbrado a realizar las visitas a domicilio monte a través a lomos de su dócil yegua Dorita, que un día dispondría de un flamante automóvil Hispano - Suiza para sus desplazamientos; salvando las distancias y las diferencias, quién me iba a decir al licenciarme en Medicina que iba a tener un ordenador como compañero de trabajo en la consulta, un cíclope de ojo luminoso, a veces torpe y otras eficiente, al que por supuesto cariñosamente he bautizado como Aloysius.
En Madrid, dentro de la Cátedra Sanitas, recientemente han estado debatiendo unos cuantos expertos sobre la gestión de la medicina del futuro. Entre sus conclusiones destaco la advertencia firmada por Philippe Paul, directivo de la entidad organizadora, para quien el actual sistema sanitario trabaja de espaldas a las necesidades reales de la población. ¡Toma ya, la primera en la frente! Recomienda volver a lo básico, y no precisamente a la yegua del Dr. Albeiros, sino a la proximidad con el paciente. A veces tengo la impresión de pasarme más tiempo en consulta dejando mis huellas dactilares sobre el teclado de Aloysius que escuchando las cuitas de los usuarios del sistema, aquellos prójimos antes familiarmente conocidos como pacientes.
Los avances en las nuevas tecnologías de la comunicación se han transformado en una monstruosa apisonadora que aún encima se desplaza a enorme velocidad. El otro día atendía yo a un enfermo con una parálisis facial que previamente se había leído todo lo referente en Internet. Y menos mal que no le llevé la contraria al despótico dios de la medicina virtual… Pero la tecnología no será nunca suficiente si no volvemos a colocar al paciente en el centro de nuestras atenciones.
Dicen los que saben de esto que el futuro de la asistencia sanitaria también pasa por la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, eternas asignaturas pendientes de un sistema lastrado por la urgencia y la inmediatez. Pan para hoy, y hambre para mañana… Y es que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina, pues 9 comunidades autónomas no tendrán dinero para pagar las recetas en diciembre, entre ellas Galicia.
Todos los expertos se mostraron de acuerdo al reclamar las tan necesarias inversiones, porque ninguna solución será exitosa si no se planea más allá de 10 ó 12 años, o de 3 legislaturas, mírenlo como quieran. Aquí tampoco resulta rentable pensar a corto plazo.
En Madrid, dentro de la Cátedra Sanitas, recientemente han estado debatiendo unos cuantos expertos sobre la gestión de la medicina del futuro. Entre sus conclusiones destaco la advertencia firmada por Philippe Paul, directivo de la entidad organizadora, para quien el actual sistema sanitario trabaja de espaldas a las necesidades reales de la población. ¡Toma ya, la primera en la frente! Recomienda volver a lo básico, y no precisamente a la yegua del Dr. Albeiros, sino a la proximidad con el paciente. A veces tengo la impresión de pasarme más tiempo en consulta dejando mis huellas dactilares sobre el teclado de Aloysius que escuchando las cuitas de los usuarios del sistema, aquellos prójimos antes familiarmente conocidos como pacientes.
Los avances en las nuevas tecnologías de la comunicación se han transformado en una monstruosa apisonadora que aún encima se desplaza a enorme velocidad. El otro día atendía yo a un enfermo con una parálisis facial que previamente se había leído todo lo referente en Internet. Y menos mal que no le llevé la contraria al despótico dios de la medicina virtual… Pero la tecnología no será nunca suficiente si no volvemos a colocar al paciente en el centro de nuestras atenciones.
Dicen los que saben de esto que el futuro de la asistencia sanitaria también pasa por la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, eternas asignaturas pendientes de un sistema lastrado por la urgencia y la inmediatez. Pan para hoy, y hambre para mañana… Y es que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina, pues 9 comunidades autónomas no tendrán dinero para pagar las recetas en diciembre, entre ellas Galicia.
Todos los expertos se mostraron de acuerdo al reclamar las tan necesarias inversiones, porque ninguna solución será exitosa si no se planea más allá de 10 ó 12 años, o de 3 legislaturas, mírenlo como quieran. Aquí tampoco resulta rentable pensar a corto plazo.
Un ejemplo. En la conferencia “Nuevas Energías” que el PSOE celebró a bombo y platillo este pasado fin de semana, entre las medidas sociales y económicas propuestas para combatir la crisis, se echaron en falta propuestas claras y concisas capaces de garantizar la estabilidad de nuestro sistema sanitario público. Muchos nos hemos preguntado ¿para cuándo el tan ansiado pacto político para la sanidad nacional?
Pregúntenle usted a Dorita, la mansa yegua del Dr. Albeiros.
3 comentarios:
Con respecto a la anécdota del paciente con la parálisis facial, le diré que Internet nos abre los ojos en múltiples temas, nos informa, y con ello sospechamos enfermedades o "empollamos" en los temas qe nos conciernen, convirtiéndonos en seudocientíficos capaces de discutir con cualquier licenciado en la materia. Pero también nos ayuda a dar pistas a los facultativos y a nosotros mismos como pacientes.
Quería mandarle un saludo.
Muchas gracias por tan afectuoso comentario. No se trata de criticar ni a los pacientes ni a las nuevas tecnologías. Blogs como el tuyo estimulan nuestro compromiso de mejora en un trabajo que a menudo nos sobrepasa. Cuanto más avanza la medicina, la ciencia en general, más dificil resulta ser médico...
Quizás no supe explicarme, me faltó el entrecomillado.
Los facultativos siempre, y cada vez más por la longecidad de los pacientes,serán necesarios. Lo que sí habrán serán muchos "pseudocientíficos internautas", que nos creemos que por leer muchos blogs, páginas divulgativas y algún documento colgado en la red, ya podemos discutir de igual a igual en conocimientos con un médico, es este caso. No por ello estamos en la sociedad del conocimiento.
Con respecto al último comentario, estoy totalmente de acuerdo con usted en que cuanto más avanza la ciencia, es más difícil ser médico; y añado: y astrofísico y biólogo y historiador...
Un saludo y gracias por el seguimiento del blog.
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