"Castañas asadas", imagen de Lumiago, en Flickr TM
Festivo local en Auriavella, en un cálido día otoñal que semeja amenazar lluvia, uno más de tantos otros a los que sólamente CRONICUS se atreve a sacarle partido...
Sostiene la tradición que San Martín de Tours nació en Hungría en el 316 de nuestra era. A la temprana edad de 15 años entró a formar parte de la guardia imperial romana. La hagiografía ensalza un gesto solidario suyo. Transcurría un gélido día invernal y mientras las legiones de Roma entraban triunfalmente en la ciudad de Amiens, Martín se compadeció de un mendigo aterido que le pidió limosna. Entonces decidió compartir el abrigo que le proporcionaba su capa militar con aquel desdichado, cortando la gruesa tela por la mitad con su propia espada.
En el 356, combatiendo a las órdenes de Juliano el Apóstata, cansado de derramar la sangre de sus prójimos, decidió abandonar la carrera militar para dedicar su vida a Cristo. Llegó a ser obispo de Tours y falleció en el 397.
Como puede verse en esta imagen (gracias una vez más amigo Rafa Salgado), el santo patrón ocupa un modesto espacio en los muros de la Catedral de Ourense. Repaso fotografías de pasados viajes... y me encuentro su figura venerada con bastante más generosidad en localidades tan dispares con la Lucca de Puccini y la Basilea de Paracelso...
San Martín ecuestre comparte su capa con un necesitado.
Fachada de la Catedral de Lucca
San Martín partiendo su capa con la espada.
Fachada de la Catedral (Munster) de Basilea.
Mientras cae la tarde, comienzan a titilar las pequeñas hogueras que celebran los magostos en las colinas que rodean Ourense... Desde mi posición casi puedo percibir el aroma de las castañas asadas.
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