CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

Protected by Copyscape DMCA Takedown Notice Violation Search

29 abril 2012

FÁRMACOS DE DISEÑO



Ayer recibí una llamada telefónica. Al otro lado de se encontraba el ínclito Aloysius. Acaba de ver un reportaje televisivo sobre la vacuna de la tuberculosis y se mostraba muy preocupado. Parece ser que la vacunación tradicional apenas desarrolla efectos protectores contra la vía respiratoria de transmisión de la enfermedad, la más común y frecuente.

Un grupo de científicos está trabajando en la procura de una inmunización más efectiva ante el peligroso bacilo de Koch, cuya capacidad patogénica fue (y es) capaz de diezmar poblaciones en un pasado todavía reciente.

En esos momentos, andaba yo revisando unos artículos sobre la búsqueda de nuevos antibióticos… que podrían permanecer ocultos en los fondos marinos, en los fósiles prehistóricos, incluso en las bolsas de los marsupiales australianos.

Pues, bien, la industria farmacéutica se encuentra hoy en día capacitada para el diseño virtual de medicamentos. El procedimiento, a grandes rasgos, pudiera parecer sencillo: existen programas informáticos capaces de modificar las moléculas de los fármacos para encontrar formas de enfrentarse al origen de muchas patologías.

Será muy interesante comprobar los frutos que aportan estas investigaciones. En tiempos de pesimismo científico, sobre todo en lo concerniente a la terapéutica médica, a los anticuerpos monoclonales y la nanotecnología viene a añadirse un nuevo frente en la lucha contra la enfermedad.

Según el Dr. Magid Abou-Gharbia, director del Centro de Investigación Farmacológica de la Universidad de Temple (Philadelphia – Estados Unidos), algunas medicinas jamás se habrían descubierto si no es por esta metodología. Prueba de su importancia es que cuatro de los gigantes de farmaindustria están trabajando así (Pfizer Inc., Eli Lilly & Co, Sanofi SA y GlaxoSmithKline PLC). Los expertos hablan del diseño por estructura.

Otro cantar será la comercialización de tales productos... Afortunadamente cada día parece más cercana la llegada de las terapias individualizadas frente al tratamiento global de cada enfermedad. De momento, nos conformaremos con prevenir, que sigue resultando muchísimo más barato que curar. 

22 abril 2012

TRUENOS CERCANOS




Sostiene Aloysius que Internet se ha convertido en un elemento cotidiano en las consultas de atención primaria. Aunque no podamos verlo ni tocarlo, resulta tan tangible como un estetoscopio, un termómetro o una jeringuilla. De vez en cuando, algún enfermo acude no por los síntomas que padece en realidad, sino por lo que ha leído de ellos en la red de redes. Así, el simple sangrado de unas hemorroides consigue provocar exactamente la misma angustia que un cáncer de colon.

A esta tipología de pacientes o usuarios, como se les prefiera llamar, es necesario explicarles que deberían filtrar la información que consultan, pues hoy en día cualquiera puede opinar en Internet. Y si no me equivoco, en un futuro cada vez más cercano, la asesoría sanitaria “virtual” se me antoja una de las labores a las que el médico de familia deberá dedicar más tiempo.

En esta tarea algunos compañeros nos sacan suficiente ventaja. Llevan años divulgando sus conocimientos y experiencias en los foros más especializados. Pido disculpas por las omisiones, o por abusar siempre de los mismos ejemplos, como el del malogrado Carlos Cristos, el de Juan Gervás al frente del equipo CESCA o el de Vicente Baos y su magnífico blog “El supositorio”. Que un selecto patrón nos represente a los demás… En “Médico crítico”, otro sugestivo blog que tiene como lema una declaración de intenciones nada desdeñable (“para abrir los ojos ante la – compleja – realidad sanitaria – y socioeconómica – de nuestro entorno cercano – y no tanto) vengo de leer una entrada titulada “El lugar donde sí vivimos por encima de nuestras posibilidades”.

El autor critica varias circunstancias en la sanidad nacional: la financiación de medicamentos más caros sin que hayan demostrado una mayor utilidad terapéutica, la politización de la gestión sanitaria (en lugar de su profesionalización), los 17 sistemas autonómicos de gestión sanitaria, la incompetencia de algunos ministros y ministras de sanidad (sin poner nombres), el descontrol en el gasto farmacéutico hospitalario (ese gran desconocido) y la alocada carrera hacia el infinito respecto al consumo de medicamentos por parte de los españoles, a la cabeza de los europeos.

En 1991, el denominado Informe Abril nos alertaba de lo que hoy estamos padeciendo. Encargado por el gobierno del socialista Felipe González, las recomendaciones entre otros de Fernando Abril Martorell, José María Segovia de Arana, Rafael Bengoa (actual consejero de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco) o de Lluis Bohigas (del que tuve el honor de ser alumno) fueron relegadas al olvido. 

Y ahora, como truena, nos acordaremos de Santa Bárbara.

11 abril 2012

A MOVER LA COLITA



Sostiene Aloysius que “La Sonora Dinamita”, orquesta embajadora de la música tropical colombiana desde su fundación en 1960, fue la encargada de popularizar la cumbia que comparte hoy el título de esta humilde colaboración. Compuesta en 1981 por el tándem Miguel Iacopetti y Luis Sarmiento, triunfó aquel mismo año como éxito principal de la Feria de Cali.

Hoy traemos a colación esta animada propuesta porque en la prestigiosa revista Archives of Internal Medicine se ha publicado recientemente los resultados de un estudio llevado a cabo en la Universidad de Sydney (Australia). Su director fue el Dr. Hidde van der Ploeg, de la Escuela de Salud Pública de dicha universidad, que concluyó que los adultos que pasan sentados más de 11 horas diarias ven incrementado en un 40% el riesgo de morir durante los próximos 3 años, si los comparamos con aquellos prójimos que sólo apoyan sus posaderas menos de 4 horas al día.

Y esto es así aún teniendo en cuenta la actividad física, el peso y el estado de salud de los individuos. Sostiene este investigador que pasear a diario e ir al gimnasio son actividades muy saludables, pero que resulta tan importante como la práctica de ejercicio físico diario el evitar permanecer sentado mucho tiempo.

Nos preguntamos: ¿qué ocurre con los ciudadanos de las grandes urbes que con frecuencia se ven atrapados en interminables atascos de tráfico que les obliga a quedarse pegados literalmente sobre los asientos de sus coches? ¿o con los funcionarios y oficinistas que pasan largas horas sentados delante de sus ordenadores?

El estudio se realizó con más de 200000 personas, que no es moco de pavo. Pero ¿qué es lo que ocurría en realidad? Según estas investigaciones la media de los adultos pasaba sentado alrededor del 90% de su tiempo libre. Menos del 50% cumplían las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero lo que más me llamó la atención de este trabajo es que existen suficientes evidencias para recomendarles a los médicos en general que prescriban a los pacientes reducir el tiempo que permanecen sentados.

El irreverente Aloysius está barruntando que aprovechando los recortes en la sanidad puedan empezar a desaparecer las sillas de las consultas y de las salas de espera, para que los pacientes no vean mermada su salud mientras aguardan a que sus demandas sean atendidas. Incluso, los médicos podrían verse privados de sus asientos en aras de unas condiciones laborales más saludables.

Ironías aparte, habrá que reconocer que la cultura popular, varias décadas antes del estudio australiano, ya ensalzaba las propiedades cardioprotectoras del baile. Dice la letra de esta cumbia: “hay que mover la colita, al ritmo de esta canción, pa´que se vayan las penas, y se alegre el corazón”. Pues eso. Colitas a la obra.

MALA RESPIRACIÓN



Acaba de caer en mis manos una edición especial del “Expert Review of Respiratory Medicine” correspondiente al mes de diciembre de 2011; se trata de una revista especializada en patología respiratoria. El Dr. Bousquet, del Hospital Universitario de Montpellier, nos presenta un detallado informe sobre la denominada alianza global contra las enfermedades respiratorias crónicas.

Me han llamado la atención unos datos que me gustaría comentar. En el año 2005, según el informe de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las proyecciones de mortalidad y la carga de las enfermedades, la enfermedad respiratoria crónica suponía un 7% del total de muertes y un 4% de la carga de enfermedad, respectivamente. Entonces estos porcentajes ya superaban a los de la diabetes, una enfermedad con tremenda repercusión social, hasta el punto de haber sido catalogada como una de las epidemias del siglo XXI.

Según los expertos, la globalización, la despoblación del medio rural, el desarrollo urbanístico, en demasiadas ocasiones anárquico, descontrolado y paradójicamente inhumano, además del envejecimiento poblacional, algo de lo que sabemos mucho en Galicia y sobre todo en Ourense, contribuyen a una mayor exposición colectiva a determinados factores de riesgo: la alimentación poco saludable (comida basura), la inactividad física, el tabaquismo y el consumo abusivo de bebidas alcohólicas, todos ellos de especial interés al existir medidas preventivas que han demostrado científicamente su efectividad para contrarrestarlos.

Las medidas preventivas y de educación sanitaria, destinadas a la modificación de hábitos no saludables, son baratas y efectivas. Pueden desarrollarse perfectamente dentro de la atención primaria de la salud. Disminuyen el número de exacerbaciones de la patología respiratoria crónica, reducen el consumo de fármacos y evitan la atención en los servicios de urgencia y las hospitalizaciones. En tiempos de crisis y de ajustes presupuestarios, miel sobre hojuelas.

Dentro de este tipo se incluyen patologías muy diversas, como por ejemplo la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la rinitis alérgica y no alérgica, la rinosinusitis crónica, el síndrome de apnea del sueño, la hipertensión pulmonar y las enfermedades respiratorias causadas por exposición a tóxicos laborales. Ha llegado la primavera. Ensanchemos nuestros pulmones para dejar que penetre en ellos un aire limpio, fresco y puro. Y los alérgicos, además de alegrarnos, comencemos a tomar nuestras precauciones estacionales.


08 abril 2012

OLD HUBERT



Cada año, el 11 de abril es la fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conmemorar el Día Mundial del Parkinson. En un día como éste de 1755, nacía James Parkinson en el barrio londinense de Shoreditch. 

Por aquel entonces se trataba de un suburbio que se extendía extramuros del núcleo de Londres. Precisamente allí, durante el siglo XVI, se construyeron los primeros teatros donde se representaban las obras del genial William Shakespeare.

La existencia de este médico, sociólogo, político, botánico, geólogo y paleontólogo británico discurrió por diversos derroteros: desde su activa participación política en la Cámara de los Comunes, donde promovió ideales comunes con la Revolución Francesa, hasta su dedicación a la medicina clínica y a la botánica, heredando la consulta paterna en Hoxton Square. 

En 1817 escribió el famoso tratado que marcó un hito en la Historia de la Medicina, “An Essay on the shaking palsy”, en el que recogió las observaciones sobre 6 pacientes afectados por una extraña enfermedad que él denominó como parálisis agitante. En mi biblioteca conservo un ejemplar de una edición facsímil conmemorativa de esta obra.

Según el propio Parkinson, en este libro se limitó a definir los síntomas de la enfermedad (los movimientos involuntarios de carácter tembloroso, la disminución de la fuerza muscular en reposo, la particular manera de caminar, empleando pasos cortos y rápidos, mientras los sentidos y el intelecto permanecían completamente conservados) más que a investigar sobre la misma, de tal manera que incluso admitió no haber realizado exámenes anatómicos rigurosos de los pacientes. La obra permaneció en el olvido hasta que a mediados del siglo XIX fue redescubierta por el gran neurólogo y catedrático francés Jean-Martin Charcot.

En la actualidad, la enfermedad de Parkinson es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente, solamente superada por la enfermedad de Alzheimer. Curiosamente, como en tiempos del Dr. Parkinson, su diagnóstico continúa siendo fundamentalmente clínico, apoyándose en la triada clásica temblor – rigidez – akinesia. 

Pero su amplio espectro de síntomas no se limita a la patología motora ya que estos pacientes pueden presentar también depresión, ansiedad, trastornos del sueño, alteraciones sensoriales y dolor, alteraciones cognitivas (pérdida de la memoria, falta de concentración, pensamiento premioso) y disfunción del sistema nervioso autónomo.

Los avances en el diagnóstico y en el tratamiento de esta enfermedad han conseguido que muchos enfermos alcancen una esperanza y calidad de vida elevadas. Curiosamente, tienen menos posibilidades de fallecer de cáncer o de patología cardiovascular...

Cuentan que en su juventud Parkinson escribió una gran cantidad de opúsculos y panfletos políticos bajo el seudónimo de Old Hubert que estuvieron a punto de llevarle a la horca. Menos mal que supo conservar su cabeza.