Disculpen por emplear hoy términos
futbolísticos, pero es que nos encontramos a las puertas de iniciar un nuevo
campeonato mundial este vez cubierto por demasiadas sombras. Aquello del pan y
circo de la antigua Roma, pongamos ahora que pan y fútbol, no surte efecto
cuando la gente tiene hambre, y no de balón precisamente.
El título de hoy trae
a nuestra memoria un gesto considerado como de cierto desdén, empleado para
tomarle el pelo a los rivales futbolísticos. Lo lució, por ejemplo, el
barcelonista Gerard Piqué para rubricar una paliza histórica al Real Madrid de
Mourinho el Único. También hay manitas fantasma, como la que algunos creyeron
ver en el Estádio da Luz de Lisboa, indicándole al árbitro que prorrogase 5
minutos el tiempo reglamentario en la Décima del Madrid.
Hay manitos menos populares y famosas, pero mucho más interesantes. No es la primera vez, ni será la última,
que destaco en estas líneas al Dr. Rafa Bravo y su blog, “Primun non nocere”.
También allí tienen su particular manita, para comunicar a los pacientes con
diabetes tipo 2 los 5 objetivos de su tratamiento.
Alguna otra vez destacamos que el foco principal en el tratamiento de esta enfermedad ya no
se centra tanto su luz sobre el control de la glucosa en sangre.
Un enfoque actualizado
para los diabéticos tipo 2 adultos está basado en intervenciones que
verdaderamente mejoran su calidad de vida y alargan su duración. Si disponen de
un minuto, detengan su mirada sobre la palma de una de sus manos y extiendan
los dedos.
Esta manita tan cautivadora comienza por el dedo pulgar, en orden decreciente
de beneficio. Este dedo, el más corto y grueso, representaría el abandono del hábito
tabáquico, indispensable para que la salud del diabético tipo 2 sea lo más óptima
posible. Dejar de fumar disminuye la mortalidad en general, pero especialmente
en este grupo de pacientes. La Asociación Americana de Diabetes ha establecido
que fumar siendo diabético implica 14 veces más posibilidades de tener
problemas cardíacos, en comparación con aquellos prójimos no diabéticos que no
fuman. Fumar cigarrillos también incrementa el riesgo de padecer una neuropatía
diabética.
El segundo dedo de la mano, el índice, hace referencia al adecuado
control de la presión arterial. Tampoco bastará con que el paciente diabético
reciba tratamiento antihipertensivo, sino que además éste debe ser eficaz,
controlando sus cifras tensionales en los niveles recomendables. Recordemos que
la hipertensión arterial empeora y acelera el daño que la diabetes provoca en
las arterias, aumentando el riesgo de padecer infarto de miocardio, trombosis
cerebral, enfermedad vascular periférica e insuficiencia renal.
El tercer dedo,
el corazón, hace referencia al tratamiento con metformina, siempre que el
paciente lo tolere adecuadamente.
El cuarto dedo, el anular, insiste en la
recomendación de disminuir los lípidos en sangre, en este caso el conocido como
“colesterol malo” o LDL-colesterol. Y dicen los expertos que mucho mejor cuanto
mayor sea esta reducción.
Por último, el dedo meñique viene a completar la
manita, porque el estricto control de la glucosa en sangre no ha demostrado
efectos sobre la mortalidad ni en las complicaciones relevantes de esta
enfermedad. Nos despedimos hasta otra, con la manito abierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario