Londres es una de mis ciudades favoritas. La última vez que la visité me llamó la atención un antiguo anuncio pintado en las paredes de la estación de metro de King´s Cross: "don´t feed the pidgeons".
Esta estación del Underground londinense sirve de paso a unos 40 millones de almas cada año. Según datos de Network Rail, fue inaugurada en 1852 y el diseño de la planta de la estación se inspiró al parecer en la escuela de equitación del Zar de Rusia.
Cuenta la leyenda que la tumba de la reina Boadicea (Boudicaa) está debajo de la plataforma 8. Lo que desgraciadamente sí es real es que los túneles de esta preciosa estación decimonónica se han convertido en la sepultura de varias decenas de londinenses sacrificados en el ara de los integristas que asesinan en nombre de Alá.
¿Cuando dejaremos de matarnos los unos a los otros en el nombre de nuestros dioses verdaderos?.
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