- ¿Cómo se encuentra hoy, Sr. Mancini?: - Estoy....muy cansado... |
¿Se acuerdan ustedes del pusilánime Sr. Mancini?. Era uno de los recluidos en aquel peculiar manicomio retratado de forma magistral por Milos Forman en “Alguien voló sobre el nido del cuco” (1975). El chalado histrión R. D. McMurphy, protagonizado por el celebrado Jack Nicholson, se le subía en una escena encima de los hombros para tratar de encestar una pelota de baloncesto en las canastas de la desolada y lúgubre pista de juego de la institución psiquiátrica. El Sr. Mancini siempre estaba profundamente cansado. Tal vez padeciera un síndrome de fatiga crónica en grado extremo.Sostiene el Dr. Enrique Baca, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro, que los pacientes afectados por este extraño síndrome se quejan de un cansancio permanente e invalidante. Este experto no sabe si el sufrimiento de estos enfermos es mayor por la amplia y variada sintomatología física que padecen o por la incomprensión del entorno que les rodea.Hace unos días una funcionaria ourensana aquejada de fatiga crónica protagonizaba una sentada ante los estamentos sanitarios oficiales para llamar su atención y reivindicar sus derechos como enferma crónica. Es cierto que los que sufren enfermedades raras o escasamente prevalentes entre la población general se ven obligados a actuar de manera estridente y provocadora para lograr que la sociedad vuelva su mirada hacia sus padecimientos. De seguro que a esta paisana no le servirá de consuelo aquella máxima de Sócrates afirmando que es mejor sufrir una injusticia que cometerla.
También en fechas recientes he tenido la oportunidad de asistir a los actos conmemorativos del Día Mundial de la Fibromialgia, realizados de manera existosa en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ourense. En demasiadas ocasiones ambas patologías tienden a confundirse, quizás por sus características incapacitantes y crónicas. Mis admirados colegas y maestros, el Dr. Ovidio Fernández y el Dr. Manuel Cabaleiro, defendieron la creación de unidades multidisciplinares destinadas al diagnóstico y al tratamiento de ambas enfermedades, donde médicos de familia, internistas, reumatólogos, rehabilitadores, psiquiatras y psicólogos trabajen codo con codo para ofertar una mayor calidad asistencial.Pero ¿y la comprensión social?. Las mayores dificultades con las que se enfrentan los pacientes de fibromialgia y fatiga crónica aparecen a la hora de reclamar sus derechos laborales, las incapacidades funcionales o las correspondientes pensiones por enfermedad; en otras palabras, al miedo al engaño y a la simulación. Es cierto que aquellos países cuyas legislaciones sanitarias resultan más laxas en el reconocimiento de la categoría de enfermedad profesional para estos trastornos se enfrentan a tasas más elevadas de indemnizaciones por discapacidad permanente. Pero resulta que estamos ante enfermedades que afectan predominantemente a mujeres jóvenes en edad productiva y reproductiva, y además ¿cómo actuamos la mayoría de los médicos de familia en nuestras consultas masificadas ante una paciente que de manera reiterada se queja de cansancio, debilidad muscular, flatulencia, diarrea, desmotivación, cefalea, dolores múltiples y variados, mialgias, tos crónica y persistente, falta de atención y pérdida de memoria, manos y pies fríos, fotofobia, erupciones cutáneas, sofocos, parestesias y fasciculaciones, intolerancia al alcohol, micciones frecuentes, etc, etc, etc.?
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