Probablemente, alguno de los que lean estas líneas andará a estas horas muy ocupado haciendo balance de lo bueno y de lo malo que este moribundo año 2007 le ha deparado. Para no ser menos, siempre que se acerca la Nochevieja, los diferentes medios de comunicación nos presentan sus particulares selecciones con las noticias que estiman como más destacadas; por la vertiente positiva circulan los nacimientos de los hijos de los famosos, los matrimonios reales, los premios literarios, los acuerdos políticos o los campeonatos de liga, mientras a los almacenes del lado oscuro de la luna van a parar las esquelas de los difuntos, las catástrofes naturales, los divorcios de la jet set, los desastres de las guerras o las imágenes más truculentas que se hayan producido en las competiciones deportivas. Pero, evaporado el tañido de las doce campanadas, todo adquiere el verdadero y fútil valor de los días que han pasado y entonces procuramos hacer borrón y cuenta nueva. Resulta muy recomendable para mantener vigorosa nuestra salud mental. Al fin y al cabo, el tiempo pasa tan deprisa que incluso un día vas y te mueres, así, sin darte cuenta.
Sostiene Aloysius que nosotros no vamos a ser menos y también destacaremos nuestras exclusivas cifras y especiales porcentajes. Una reciente encuesta revela que el 60% de nuestros prójimos le pide salud al nuevo año 2008. No me extraña, sobre todo cuando la gripe y otros virus acaban de atacarnos duramente. Sin embargo, tan sólo el 10% de los encuestados pidió dinero y riqueza en primer lugar, mientras que el amor fue el favorito para sólo el 6%. Así va el país (y el planeta…) Precisamente, los que velan por nuestra salud nos alertan que durante estas fiestas navideñas nuestro peso puede incrementarse unos 3 kilogramos de media. Mucho me parece, sobre todo viendo el precio que las viandas tradicionales han alcanzado en los mercados. Y eso a pesar de que el consumo de los colegas de Bugs Bunny, además de ser barato, resulta muy saludable. Mientras despistados nos entretenemos en calcular las calorías que vamos a engordar, las compañías de telefonía móvil se frotan las manos, y no por el frío. Nada más y nada menos que el 12% de su facturación anual depende de lo efusivas que sean nuestras felicitaciones navideñas mediante mensajes o sms. Este sí que es un verdadero agosto en Navidad. Dicen las lenguas viperinas que cada uno de estos caprichitos nos cuesta una media de 15 céntimos, y que cada españolito de a pie felicita por esta vía a unos 30 camaradas. ¡Qué pena que se vaya perdiendo la costumbre del saludo navideño mediante el correo postal!. Resultaba más trabajoso, pero era mucho más cálido y personal, contribuyendo de paso al progreso de las colecciones filatélicas.
Sostiene Aloysius que nosotros no vamos a ser menos y también destacaremos nuestras exclusivas cifras y especiales porcentajes. Una reciente encuesta revela que el 60% de nuestros prójimos le pide salud al nuevo año 2008. No me extraña, sobre todo cuando la gripe y otros virus acaban de atacarnos duramente. Sin embargo, tan sólo el 10% de los encuestados pidió dinero y riqueza en primer lugar, mientras que el amor fue el favorito para sólo el 6%. Así va el país (y el planeta…) Precisamente, los que velan por nuestra salud nos alertan que durante estas fiestas navideñas nuestro peso puede incrementarse unos 3 kilogramos de media. Mucho me parece, sobre todo viendo el precio que las viandas tradicionales han alcanzado en los mercados. Y eso a pesar de que el consumo de los colegas de Bugs Bunny, además de ser barato, resulta muy saludable. Mientras despistados nos entretenemos en calcular las calorías que vamos a engordar, las compañías de telefonía móvil se frotan las manos, y no por el frío. Nada más y nada menos que el 12% de su facturación anual depende de lo efusivas que sean nuestras felicitaciones navideñas mediante mensajes o sms. Este sí que es un verdadero agosto en Navidad. Dicen las lenguas viperinas que cada uno de estos caprichitos nos cuesta una media de 15 céntimos, y que cada españolito de a pie felicita por esta vía a unos 30 camaradas. ¡Qué pena que se vaya perdiendo la costumbre del saludo navideño mediante el correo postal!. Resultaba más trabajoso, pero era mucho más cálido y personal, contribuyendo de paso al progreso de las colecciones filatélicas.
Como todavía es tiempo de paz, disminuiremos el nivel de acidez aportando un último dato. Vivimos en la Comunidad Europea unos 450 millones de almas. Si cada uno consumiéramos 12 rollos de papel higiénico fabricado a partir de los llamados “bosques urbanos” (desechos de la industria gráfica y de los archivos de las oficinas), salvaríamos 9.534.895 árboles. Una vez leído, no guarden este periódico. Recíclenlo y sean felices, muy felices.
1 comentario:
Por cierto, Bugs Bunny, el Conejo de la Suerte, nos recomienda el consumo de zanahorias...¡y que dejemos en paz a los conejos!.
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