No, Juan ya no vive allí. Es un muchacho cuyo recuerdo pertenece a mi infancia más dorada, aunque entonces yo tendría seis o siete años, y él ya era mayor de edad, cuando nos bañábamos en la presa de Iberduero (hoy Iberdrola); con bidones de chapapote y tablas hicimos una plataforma que botábamos al río, y los más mayores, entre ellos Juan, se lanzaban cuan osados nadadores al medio del pantano. A ese mismo Juan, un día yo le vacié desde una ventana una jarra de agua fría...
22 febrero 2010
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