Hace algún tiempo hicimos mención, desde esta misma página, al clarividente Dios JANO. El mismo nombre divino es compartido por un anónimo solidario, del que pude leer unos versos de exaltación y agradecimiento colgados en una de las paredes de Casa Balbino, en Sanlúcar de Barrameda (¡no todo va a ser gambas y manzanilla!); discúlpenme la licencia de reproducirlos:
Homenaje a Jano,
merecido y bien ganado
que nunca puso la mano
por la sangre que había "dao".
Pero extendía su brazo
para que la aguja entrara
buscando en la vena gorda,
la sangre que regalaba.
¡Vaya ejemplo de un gitano!,
era un simple limpia botas
que por servir a los humanos
vive con su vena rota.
Para el que quiera aprender más divirtiéndose:
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