"Camboya, 1978" (Rithy Panh, 2024) nos muestra el peligroso viaje que emprenden tres periodistas franceses invitados por el sanguinario régimen de los jemeres rojos (abril 1975 - enero 1979, con el genocida Pol Pot a la cabeza.
Se calcula que la imposición de su política de extrema izquierda, una mezcla de estalinismo y maoísmo, agrarismo, nacionalismo, anticolonialismo y autarquía se llevó por delante la vida de entre 1,5 y 3 millones de camboyanos, desplazados desde los núcleos urbanos al campo para trabajar en comunas, bajo estricta vigilancia militar y la constante amenaza de torturas y asesinatos, de las que ni siquiera se libraron los niños, las mujeres y los ancianos, ni muchos de los devotos partidarios del régimen de terror.
Los periodistas son Lise Delbó (Irène Jacob), Paul Thomas (Cyril Gueï) y Alain Cariou (Grégoire Colin). Precisamente éste último, comunista convencido y posteriormente desengañado por las atrocidades de las que va siendo testigo, mantenía contacto regular con Pol Por desde los años en que el líder camboyano fue estudiante en París.
De los tres sólo retornó con vida a casa la mujer.
A propósito de la subjetividad, existe una escena en la que los jemeres rojos se burlan de la estulticia occidental personificada en el condescendiente Cariou, al que colocan con los ojos vendados por un krama delante de la figura de un elefante artesanal de cartón piedra.
Sin saber qué realmente está tocando, el incauto periodista va identificando erróneamente cada parte aislada del animal, confundiendo la trompa con la corteza de una palmera, la oreja con un abanico y la cola con un manojo de cabellos.
A PROPÓSITO DE LA SUBJETIVIDAD COMO UN PROCESO DINÁMICO
La subjetividad no es una propiedad inmutable y permanente. Se trata de un proceso en constante construcción, el punto de partida desde el cual cada persona se proyecta, crea sentido, se relaciona y construye su mundo.
Este proceso está influenciado por múltiples factores:
- Colectivos e institucionales, como la familia, la escuela, los medios de comunicación, el lenguaje y los valores culturales que interiorizamos.
- Individuales y psíquicos, relacionados con nuestra historia personal, emociones y vivencias únicas.
De esta manera la subjetividad se manifiesta como un sistema de creencias, deseos y aspiraciones, que expresa tanto nuestra manera de estar en el mundo como nuestra capacidad de transformarlo.
Cada persona desarrolla su propia utopía: una visión sobre lo que es y lo que podría llegar a ser. En el horroroso caso de los jemeres rojos, el pretendido retorno a los orígenes campesinos del pueblo camboyano colisionó dramáticamente contra los conflictos de intereses de las grandes potencias (EE.UU., URSS y China) y sus vecinos indochinos (Vietnam, Tailandia y Laos) en aquel complicado tablero sociopolítico.
El objetivo de la revolución camboyana era hacer tabla rasa con el pasado. Y esta idea podría resumirse en la frase supuestamente pronunciada por Pol Pot, a su vez atribuida a Georges-Jacques Danton en el contexto de la Revolución Francesa y el Reinado del Terror: "hay que ser terrible (implacable) para evitar que el pueblo tenga que serlo"
Poster de "Danton" (Andrzej Wajda, 1983)
Todavía en el mundo actual, marcado por la velocidad, la tecnología, la productividad y la incertidumbre, el proceso de la subjetividad sigue encontrándose terciado por múltiples tensiones y contradicciones.
Estas presiones pueden dar lugar a sensaciones de ansiedad, angustia o vacío existencial, pero también son espacios desde los que crear nuevas formas de vida más auténticas.
La subjetividad es siempre movimiento: un proceso de construcción, proyección y sentido que define la manera en que habitamos el mundo.