CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

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29 octubre 2006

IANUS

En el SERGAS estamos de estreno. Muchas consultas de atención primaria y especializada acaban de ser dotadas de equipos informáticos para, en teoría, gestionar con mayor calidad las demandas de los usuarios. Parte del software (conjunto de programas) empleado para ello ha recibido el sugerente nombre de IANUS. Se trata de un proyecto puesto en marcha por la Consellería de Sanidade desde la etapa anterior de gobierno del PP, pero que al igual que otras cuestiones como la Carrera Profesional y la Consolidación de Empleo, han terminado siendo gestionadas por la actual Xunta de Galicia del gobierno bipartito. Un honesto ejemplo dentro de la tan criticada administración pública, ya que los buenos proyectos deben tener continuidad, gobierne quien gobierne.

Ianus es el nombre del dios principal de la mitología etrusca y latina. Recibía tres apelativos: el sacerdotal (Jano), el profano (Quirino) y el oculto o iniciático (Arcano). La mitología nos enseña que cuando Júpiter expulsó del Olimpo a su propio padre Saturno, fue Jano Quirino quien lo acogió en su reinado. Como recompensa, Saturno le concedió la especial facultad de conocer el pasado y el futuro simultáneamente. De ahí que se represente a Ianus con una doble faz, mirando hacia adelante y atrás a la vez. Este talento especial de Ianus resulta extremadamente útil, quién me lo diera. Sostiene Aloysius que los políticos gobernantes deberían aprovecharse de él para regirse con sabiduría, según las circunstancias del momento.

Pero resulta por lo menos peculiar observar cómo todo gira y muta según cuál sea el color político dirigente. Va a hacer tres inviernos, unas condiciones metereológicas peculiares hicieron coincidir en Galicia unas semanas de frío intenso con una sequía pertinaz que se prolongaba desde el estío. Fue entonces cuando la periódica llegada del virus de la gripe encontró el ambiente más propicio para propagarse y afectar a la población ourensana de manera masiva. La inmediata consecuencia de este hecho fue la afluencia masiva a los servicios de urgencias, circunstancia agravada por el envejecimiento poblacional endémico de nuestra provincia. La entonces oposición le echó la culpa, cómo no, a la ineptitud gestora de la sanidad pública del PP.

Por fin pasó el pérfido PP de Fraga cual viruelas y ahora resulta que, según el Barómetro Sanitario del propio Ministerio de Sanidad, Galicia tiene la peor sanidade de España. Cuando se gobierna por duplicado, la sobredemanda en urgencias y las camas en los pasillos son debidas a circunstancias ajenas a la administración: huelgas de ambulancias, altas intencionadamente retrasadas en las plantas de hospitalización, determinadas eventualidades metereológicas, y cómo no, a la desastrosa herencia dejada por el PP. Cuando ocurrió la desgracia del Prestige, la entonces oposición cargó contra la ineficacia colectiva de la Xunta del PP. Pero ante la tragedia ecológica de este verano pasado, con Galicia ardiendo por los cuatro costados, la culpa fue de la sequía, de la especial idiosincracia del paisano gallego, de las brigadas antincendios, de los alcaldes populares y de la nefasta gestión medioambiental en el pasado de los gobiernos del PP.
Cuando había que prever que la llegada de las lluvias arrastraría monte abajo cenizas, lodos y detritus quemados, no se planificó lo que había que planificar. Y por supuesto, ante las tragedias de las riadas y de las playas sumergidas bajo un nuevo chapapote, la culpa es del PP. Cuando se extravían los exámenes de los opositores que aspiran a trabajar en la Xunta de Galicia, todo queda zanjado con la dimisión del Director Xeral de la Función Pública, los sindicatos se conforman con la respuesta de que todo ha sido un desafortunado error, y todavía hay algún intrépido que le echa la culpa al PP. Solamente señalar que hasta ahora nunca se habían perdido exámenes en la Xunta de Galicia. Y mira que se han realizado oposiciones y oposiciones. Cuando la gestión de las listas de espera se les escapa de las manos a las autoridades sanitarias, se cesa a dos altos cargos, se sustituyen por otros dos, y la culpa sigue siendo del PP. Por cierto, los dos flamantes nuevos secretario y director generales trabajaron como altos cargos sanitarios en pretéritas Xuntas de Galicia del PP. Entonces, no valían, pero ahora sí.

Para finalizar, ya que el PP dejó la sanidad pública de Galicia como un campo minado, el BNG acaba de pedirle a su socio de gobierno bipartito un nuevo impulso político en la sanidad gallega, mediante la exigencia de cinco puntos prioritarios: la aplicación de las incompatibilidades a los facultativos, la exclusividad de los jefes de servicio, la implantación de la jornada de tarde, la estabilidad en el empleo y el incremento de las retribuciones para los profesionales, la desburocratización de las consultas (fomentando la informatización) y la potenciación de la atención primaria (estableciendo 1500 pacientes por cada médico). Todas estas peticiones constituían firmes promesas de los programas electorales de los que ahora gobiernan. Se pregunta intrigado Aloysius: ¿y por qué no lo han hecho hasta ahora?. Habrá que esperar al próximo enero, mes dedicado a Ianus. Ojalá que este dios romano nos ilumine a todos con su omnisciencia.

27 octubre 2006

GARRULO BÁSICO


Un hombre de gesto circunspecto acompaña a su mujer a una consulta de Ginecología del Sistema Nacional de Salud. El motivo era la esterilidad de la pareja tras dos largos años de procreación frustrada.

La ginecóloga repasó la historia clínica de ambos. Revisó con atención todas las pruebas diagnósticas practicadas. Pacientemente les explicó el procedimiento a seguir para conseguir el hijo tan ansiado.

Mientras la mujer atendía en silencio a las aclaraciones facultativas, el marido, sin pestañear, le espetó:

- ¿Cuánto tiempo vamos a tardar?. Tengo un bar que he tenido que cerrar para venir a esta consulta.

Este tío no es un garrulo. Es un cazurro. Me pregunto si haría el mismo comentario impertinente en una consulta médica privada, de esas de pago contante y sonante de toda la vida.

El otro día, un buen amigo mío se me autodefinía como un "garrulo básico". Y lo hacía solamente basándose en su despreocupación para vestirse cada día. Presume de tener unos gayumbos preñados de dibujitos de abejas. El hombre y la abeja comparten el 50% de su material genético. En su torpe evolución, el hombre ha prescindido del 50% correcto: a muchos nos serían de gran utilidad las alas y el aguijón.

Pero resulta que mi amigo no es nada garrulo: ni es un ave propensa al gorgojeo o al chirrido procaz, ni es un charlatán o un parlanchín (más bien es un individuo muy reservado) y los ruidos que hace no se parecen ni al ulular del viento ni al relajante transcurrir de un arroyo.

Es una buena persona, básica.

EL MIEDO


IMAGEN: "La Xia, el miedo de tener miedo..."
Memo Vasquez

El miedo campa a sus anchas por Galicia en estos días. Una vez más, han saltado todas las alarmas ecológicas, con el agua de las lluvias otoñales desbordando los cauces de los ríos y las playas de marisqueo cubiertas por un potaje espeso de barro y ceniza. Hete aquí una inicial definición del miedo: la alerta permanente de nuestros paisanos ante la presencia de un peligro bien real.



Es bien cierto que, en las consultas de medicina, con frecuencia nos enfrentamos con el miedo a morir, ese recelo a que suceda lo contrario a lo que esperamos, que es simplemente seguir viviendo. El gélido y cortante temor a la enfermedad y a la muerte. Pero existen muchos otros miedos parecidos: el pánico a enloquecer, a perder la libertad, al dolor, el miedo cruel a la soledad, a lo desconocido, a la incertidumbre, a la nada. Todos son afluentes torrenciales del caudaloso río que siempre supone el recelo a morir. Una aprensión como la que a buen seguro atenazaba las entrañas del poeta ruso Osip Mandelstam cuando escribió: “produce terror, como el comienzo de las cosas terribles. Para todos es el círculo sin bosque, e incluso el cuervo siente miedo”.


Dice acertadamente Albert J. Jovell que la medicina se olvida con demasiada frecuencia del miedo, que se estudia en los tratados y en las facultades que la enfermedad puede producir dolor, pero nunca que siempre lleva aparejado el miedo. Y lo peor es que el enfermo difícilmente controla su miedo, porque siempre viene alguien y se lo recuerda.


En los últimos días, dos pacientes bien diferentes me han consultado sus miedos. Un primer paciente, afectado por un tumor maligno que, a pesar de los heroicos tratamientos a los que se ve sometido, progresa en su ardua porfía por mermar la salud de su huésped. Un segundo paciente, un transplantado, desconfiado ante los efectos secundarios de la medicación inmunosupresora que se le administra, y que además sufre atenazado por la incertidumbre que le provoca la caducidad de su transplante.


El paciente oncológico se encuentra apesadumbrado por el temor lógico a que su enfermedad le consuma y le haga perder la vida. Es el gran miedo común a todas las enfermedades degenerativas. La zozobra de sentir cómo las vías de agua van abriendo poco a poco las cuadernas de tu propio navío vital, amenazando con hundirlo antes de alcanzar beatíficas playas. Es el mismo canguelo que acobardaba a Max Von Sydow, mientras jugaba aquella definitiva partida de ajedrez contra la Innombrable en “El séptimo sello”, de Ingmar Bergman.


Bien distinta es la turbación del paciente transplantado. Tal vez ha estado demasiado tiempo sumergido bajo el agua a punto de ahogarse, pero su instinto de supervivencia le ha empujado a asirse a la tabla de salvación que supone el nuevo órgano adjudicado. Volver a nacer, como muchos de ellos cuentan. Pero siempre permanece sobre sus cabezas revoloteando el recelo a que el madero pueda hacerse mil pedazos ante los embates del tiempo, para encontrarse una vez más a merced del oleaje.


Se convierte en el pavor a una fecha de caducidad que ha sido establecida con anticipación terriblemente anunciada, como si de los replicantes de “Blade Runner” se tratara. Es el espanto del rubio y fornido Nexus 6 que agoniza en los tejados, anhelando todos los momentos que ha vivido y que se perderán como lágrimas en la lluvia.


A la espera de un transplante, un paciente se quejaba: - "en diálisis, la vida se cubre de un velo de inmensa tristeza, pues todo se muestra como una tarea ética. La situación no puede ser de otra manera, ¡quedan pocos motivos para seguir luchando! Que haya tanta ética es algo tan ridículo, por cierto, como el suicidio -".


De momento, a todos nos aguarda idéntico fin. Como sabiamente cantaba su amargura el poeta Ungaretti: “pasa la golondrina y con ella el verano, y también yo, me digo, pasaré…” Más tarde o más temprano, todos pasaremos. Sin miedo.

17 octubre 2006

ANTICANCERÍGENOS

Tal vez ande Aloysius demasiado estimulado ante la llegada del otoño y su mudanza vegetal. Como viene siendo habitual, una vez finiquitadas las deudas del estío, retornan renacidos sus bríos en su particular combate contra la enfermedad. Este mes de octubre nos toca prevención. Por ejemplo, mi buen camarada se ha empapado con las recientes informaciones publicadas por el Centro del Cáncer MD Anderson, de la prestigiosa Universidad de Texas. Resulta que el 85% de los cánceres se pueden prevenir basándose en dos sencillos pilares: adoptar hábitos de vida saludable y evitar los factores de riesgo ambiental.

Correré otra vez el riesgo de que varios amigos míos me tilden de cargante, pero es que no parece haber dudas respecto a la implicación del tabaquismo en la génesis del 87% de los cánceres de pulmón. Fumar cigarrilos es el responsable adicional del 30% de la mortalidad global en los países desarrollados. Su efecto pernicioso también se deja ver en otros órganos como la cavidad bucal, la faringe, la laringe, los bronquios, el riñón, la vejiga urinaria, el cuello uterino e incluso el páncreas.

El abuso etílico también conlleva daños tumorales en boca, faringe, laringe, esófago e hígado. El problema se multiplica porque muchos bebedores son fumadores a la vez. En la misma cara de la moneda se sitúa la práctica del ejercicio físico intenso, pues pudiera ser que de esta manera se vea incrementada la oxidación celular y la posibilidad de alteraciones bioquímicas cancerígenas. Entonces, ¿en qué quedamos?; ¿es recomendable la práctica deportiva o no?. Decía Diderot que el primer paso hacia la filosofía es la incredulidad, pero menos filosófico y más versosímil resulta afirmar que la dieta y el ejercicio físico moderado, por combatir precisamente la obesidad, podrían resultar útiles en la prevención de cánceres tan diversos como el de mama, estómago, vesícula biliar, colon, recto, próstata y utero. Siguiendo la misma línea argumental, ¿es saludable tomar el sol?. Una vez más nos enfrentamos a la enérgica relatividad de la vida cotidiana, pues el terrible cáncer de piel que llamamos melanoma, podría prevenirse con una exposición adecuada a la luz solar.

La dieta equilibrada potencia la salud. Desde el eres lo que comes de Hipócrates hasta la actualidad, queda claro que el aporte adecuado de nutrientes es necesario para mantenerse vivo. La humanidad tiene (y ha sufrido) más bajas por la desnutrición que por la ingesta excesiva de alimentos. Pero en nutrición ya se camina varios pasos más adelante, concretamente en el estudio de sustancias naturales presentes en la dieta y que pudieran tener un efecto protector frente a los estragos del cáncer. De ahí las modernas investigaciones realizadas con carotenoides, retinoides, flavonoides y otras palabroides, sustancias presentes en distintas concentraciones en frutas frescas, verduras, aceites (de oliva), tés, hortalizas, legumbres y otros frutos del reino vegetal.

En la batalla contra el cáncer, al socorro de la naturaleza, también ha acudido como no la química farmacéutica. Existe una media docena de medicamentos que han demostrado ciertas evidencias en la prevención de determinados cánceres, como por ejemplo determinados antinflamatorios (aspirina, sulindac, piroxicam y celecoxib), antiestrógenos (tamoxifeno), antibióticos (claritromicina) o corticoides (budesonida). Mientras las investigaciones continúan, al igual que Jonathan Swift, el creador de Gulliver, sostiene Aloysius que los mejores médicos del mundo siguen siendo el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría. Tomen nota y sean felices. Seguro que duran mucho más.
Para más información consultar

10 octubre 2006

LA PROFESORA DE GEOMETRÍA




"Son los fenómenos lo que conocemos, no las cosas en si". 
Enmanuel Kant.


A veces me encuentro con ella sentada en la barra del bar, garabateando distraída números y cuentas en una libreta. ¿Está distraída o está completamente absorta en su mundo?. Sostiene un pitillo en los labios, al más puro estilo de los jugadores de póker. Ha despertado de nuevo mi interés por el álgebra, el cálculo y la trigonometría. 


¿Quizás pueda la óptica explicar el por qué del azul combado en gris de su mirada?.

Camino hacia la cafetería sin saber si hoy habrá clase de geometría.

EL CLAN DE OISIN



Durante media década, desde la prestigiosa Universidad de Oxford, el Dr. Brian Skyes y su equipo ha estudiado el ADN de 10000 ciudadanos británicos e irlandeses contemporáneos. Estos análisis han revelado una serie de coincidencias genéticas respecto a una supuesta tribu originaria del norte de la Península Ibérica, que tal vez cruzó el Canal de la Mancha a bordo de sus primitivas embarcaciones de pesca, para colonizar hace unos 6000 años las Islas Británicas. Esta teoría también es defendida desde el Trinity Collage de Dublín por el equipo del genetista Daniel Bradley, detectando por ejemplo similares coincidencias genéticas entre los habitantes de Cornualles, los escoceses, los irlandeses, los galeses y los vascos.

El trabajo de Skyes ha encontrado amplia resonancia en los medios de comunicación generales y especializados, donde las interpretaciones políticas sesgadas pronto se han hecho notar. Hay algunos que, sin conocer apenas para qué sirven los estudios de genética de poblaciones, enseguida se han apuntado al carro de la ancestral nación celta oprimida que se extendía por el occidente continental europeo, incluyendo por supuesto los territorios de la actual Galicia. Desde el punto de vista cultural, nada que objetar pues todo es opinable; más bien al contrario. Pero la humanidad ya debería estar escarmentada del peligro que supone relacionar cuestiones genéticas y raciales con las veleidades de la política; ahí se encuentran todavía ancladas la teoría nazi de la supremacía de la raza aria o el canto de sirena del factor Rh negativo en la sangre de los genuinos vascos. Nada más peligroso para dividir a las sociedades que apelar a diferencias genéticas o religiosas. El conflicto tiene el éxito asegurado y la Historia lo demuestra.

Al igual que los antiguos británicos, es probable que muchos gallegos actuales presentan en su ADN las huellas de la descendencia del Clan de Oisin. Pero también las de los antiguos fenicios, griegos, romanos, vándalos, visigodos y las de aquellos pobladores del norte de África que durante siglos se establecieron a lo largo y ancho de la Península Ibérica. La mezcla de sus sangres aporta la riqueza de la diversidad biológica y cultural de su propia descendencia. ¿O es que tan pronto nos hemos olvidado que nuestro ADN es practicamente idéntico al de orangutanes, gorilas y chimpancés? ¿Acaso no somos todos los humanos descendientes de aquellas siete primitivas Evas que un buen día del pasado decidieron caminar en posición erecta?

Recientes estudios de genética poblacional establecen que los actuales seres humanos somos originarios de África, descendientes de una misma población fundadora que evolucionó hace 170000 años y que se diseminó por el resto del planeta reemplazando a otros homínidos ya extinguidos. Así lo revelan los estudios del ADN presente en las mitocondrias (ADN mitocondrial), heredado exclusivamente por vía materna y muy útil para la construcción de los árboles evolutivos.

Deseo recordar unas cuestiones fundamentales. El estudio de los genes de diferentes poblaciones se realiza por los investigadores para encontrar diferencias que las hagan susceptibles o resistentes ante el efecto de determinados fármacos o enfermedades. Un ejemplo clásico es el descubrimiento del gen ligado a la enfermedad de Tay – Sachs presente en los judíos askenazis. Para finalizar debemos considerar que la intención del Dr. Skyes fue precisamente demostrar que Gran Bretaña no había sido siempre una nación dividida en compartimentos estancos, teniendo en cuenta esas mismas huellas dactilares genéticas comunes encontradas en Irlanda, Escocia y Gales, pero presentes también en los prójimos de Inglaterra, tanto o más celtas que las demás. ¿Resulta entonces tan importante la Nación de Breogán?.

03 octubre 2006

RESERVOIR DOGS

MUJER CON UN PERRO BLANCO (Lucien Freud)

Detalle del sepulcro de ILARIA DEL CARRETO

Todavía un tanto sobrecogido, recuerdo una escena especialmente cruda correspondiente a aquella película de Quentin Tarantino, cuando uno de los atracadores frustrados (el Sr. Rubio - Michael Madsen) utiliza una navaja de afeitar para amputarle una oreja al policía que tenía secuestrado. Toda esta crueldad gráfica me produce la misma creciente incomodidad que el recuerdo de otras dos tremendas escenas cinematográficas: las uñas arrancadas a punta de tenaza a George Clooney en “Syriana” y a uno de los torturados en “El Crimen de Cuenca”.

Violencia y crueldad campan a sus anchas por este planeta, enraizándose de manera cada vez más profunda en nuestra sociedad. Es continuo el goteo de mujeres asesinadas a manos de sus parejas sentimentales, pero esta macabra hemorragia no parece tener fin a pesar de las medidas legales establecidas. Un niño fallece de desnutrición en nuestra Galicia contemporánea sin que se entere nadie de los que viven a su alrededor, como si no fueran suficientes los miles de infantes que murieron de inanición en nuestra historia pasada, como si no hartaran ya los millones de criaturas que desaparecen a diario de la faz de la Tierra debido a la miseria y al hambre.

Sostiene Aloysius que Wittgenstein se rebeló contra el positivismo filosófico, blandiendo la idea de que lo verdaderamente importante en la vida de los seres humanos es precisamente todo aquello sobre lo que debemos guardar silencio. Siento contradecirte, mi querido Ludwig, pero los recientes casos de brutal ensañamiento con los animales (especialmente con los canes) mostrados estos días en los medios de comunicación, obligan a alzar bien alto nuestras voces de protesta. Por pura y simple humanidad. Opinaba con ácida ironía el controvertido escritor Kurt Vonnegut que un humanista es una persona que demuestra un gran interés por los seres humanos; y añadía: mi perro es un humanista.

Mark Haddon ha escrito en su libro “El curioso incidente del perro a medianoche”: - me gustan los perros. Uno siempre sabe qué está pensando un perro. Tiene cuatro estados de ánimo: contento, triste, enfadado y concentrado. Además los perros son fieles y no dicen mentiras, porque no hablan -.

Hoy doy por controlada mi vena franciscana manifestando mi solidaridad con todos aquellos que se atreven a denunciar el maltrato a los animales. Así como Patrick El Carpa simboliza para mí a todos los inmigrantes que desean encontrar una vida mejor dentro de nuestras fronteras, el Gran Can representará a todos los animales a los que hacemos sufrir innecesariamente. El Duomo de la ciudad italiana de Lucca alberga una de las estatuas más hermosas del Renacimiento: un perrillo de dulce mirada petrificada guarda los pies del sarcófago de la bella Ilaria del Carreto. Dicen que fue esculpido en suave mármol rosado por Jacopo della Quercia para simbolizar la fidelidad.

Y es que repasando las imágenes del perro apaleado por su dueño en Aguiño, no queda ninguna duda sobre quién es en realidad el verdadero animal. Aunque le ampare la Galicia profunda.