CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

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24 julio 2012

LARGA VIDA




En 1963, Hilary Koprowski y Alexander Comfort opinaban sobre la prolongación de la vida: lo que parece deseable no es dilatar la duración media de la vida, sino prolongar la duración media de la juventud y de la edad madura. Para ambos científicos, crear una sociedad de insignes ancianos no sería demasiado interesante. El polifacético Alex Comfort falleció en el 2000, a los 80 años de edad. Médico, gerontólogo, profesor, pacifista, objetor de conciencia, anarquista, escritor, dejó escritas controvertidas obras que supusieron un paso adelante en la revolución sexual. Creía firmemente que los avances de la ciencia conseguirían que los humanos pudiéramos superar la barrera de los 120 años. Él no vivió para contarlo, y nosotros, ya veremos.


Koprowski todavía existe. Si llega allá, el 5 de diciembre cumplirá 96 años. Este virólogo e inmunólogo polaco fue el primero en descubrir una vacuna efectiva contra la poliomielitis, administrando por vía oral el virus atenuado de la polio. Algunos todavía le acusan de transferir involuntariamente el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) al hombre, durante las pruebas realizadas con la vacuna CHAT, amplificada en células renales de monos africanos, durante la década de los 60 en territorios del antiguo Congo Belga y Burundi.

El ilustre profesor Juan Rof Carballo, lugués de nacimiento, padre de la Medicina Psicosomática, preclaro ensayista y miembro de la Real Academia Española, escribía en septiembre de 1964 sobre todas estas cuestiones en uno de los primeros fascículos de la revista “Medicina e Historia”, editada por la Fundación Uriach. Entonces, el Prof. Dr. Pedro Lain Entralgo era otro colaborador habitual de la revista. Confieso que todavía conservo muchos números de la misma, que sin duda alguna contribuyeron a incrementar mi interés por la Historia de la Medicina y su particular literatura.

El Dr. Rof Carballo denunciaba una serie de cortapisas para la longevidad humana todavía vigentes hoy en día: el malsano hábito de fumar cigarrillos (el azacanado hombre de hoy, con gran tensión emocional, necesita descargar ésta fumando), los accidentes de tráfico, el cáncer, las enfermedades infecciosas y las radiaciones ambientales. Pero también los trastornos emocionales y afectivos de la vida contemporánea, la soledad y  el estrés que dispararían, a juicio del profesor Rof las patologías psiquiátricas, especialmente las depresiones.

Ni al avezado Aloysius ni a mi se nos suele escapar cualquier noticia esperanzadora que permita al hombre seguirle ganando batallas a la enfermedad, increíbles avances en nanotecnología y terapia genética de los que nos gustaría ser testigos, si el reloj de nuestro tiempo dispone de la cuerda suficiente. Koprowski y Comfort querían más juventud para tener más vida. Lo tenían muy claro. Sin embargo, en estos tiempos de incertidumbre, muchos somos los que no sabemos lo que queremos. Y cada día menos. Parafraseando al escritor británico C.S. Lewis, la evolución sigue siempre un camino en el que hay que esperar siempre la sorpresa y los bruscos virajes. Esperamos, y deseamos, que las sorpresas sean para todos más agradables.



19 julio 2012

MEDICINAS DE CUERO




Conozco un inquisitivo dicho colombiano utilizado popularmente para definir a alguien (o a algo) como de poco fiar: es más falso que una moneda de cuero. Hoy lo traemos a colación para alertar de la proliferación de fármacos falsificados en el mercado internacional; se trataría de medicinas más falsas que un duro sevillano, como también decimos por aquí. Y es que resulta que durante el reinado de Amadeo I en España, unos delincuentes se dedicaron a fabricar duros de plata falsos, esgrimiendo como argumento justificativo que las monedas acuñadas por el estado tenían poca cantidad del preciado metal. Ya saben, quien roba a un ladrón…

Lo cierto es que cada año fallecen en el mundo 100000 personas a causa del consumo de medicamentos falsificados. En febrero de 2011, el Parlamento Europeo aprobó por una amplia mayoría su Directiva sobre medicamentos falsificados, intentando de esta manera reforzar la calidad y la seguridad de los fármacos originales. A posteriori, el Consejo Europeo ratificó esta directiva destinada a prevenir la entrada de las medicinas falsas en las cadenas de suministro legal.

Además, en esta normativa encontramos un punto muy favorable, como son las inspecciones regladas del principio activo, sobre todo cuando éste proceda de países ajenos a la Unión Europea. Esto resulta importante, pues evitaría el fraude existente con unas sustancias fundamentales y verdaderas responsables del efecto farmacológico del medicamento. También quedarían controladas las llamadas farmacias on line, existentes en algunos países como por ejemplo Andorra, si bien en España no se pueden comprar ni vender medicamentos on line, aunque la página web proceda de un país donde este comercio sí sea legal.

Precisamente la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) denunció en su último informe el aumento de los delitos provocados por las drogas (sobre todo en Europa) y la proliferación de las farmacias on line que venden de forma ilegal fármacos de prescripción médica, así como sustancias prohibidas. Durante el año 2010 se produjeron 12000 incautaciones de sustancias farmacológicas sujetas a fiscalización internacional enviadas por correo: en el 55% de los casos se trataba de medicamentos legales, pero en el restante 45% eran drogas ilícitas. En este sentido, merecería un capítulo aparte el uso fraudulento de ciertas sustancias psicoactivas empleadas para cometer delitos sexuales, noticia denunciada por los medios de comunicación cada vez más frecuentemente.

De regreso a nuestras fronteras, la primera sentencia condenatoria apenas data de noviembre de 2010. Los imputados fueron declarados autores de un delito contra la salud pública y de otro delito continuado contra la propiedad intelectual. En este aspecto, los medicamentos empleados contra la disfunción eréctil se llevan la palma, y es frecuente encontrar anuncios en Internet que supuestamente ofertan estos fármacos a precio de saldo. En este caso, como en tantos otros relacionados con la salud, la educación ciudadana resulta capital. Alerta entonces con esos judas que ofertan potencia sexual atlética a cambio de unas pocas monedas de cuero. O de unos duros sevillanos.

14 julio 2012

EL PARKINSON Y LAS MATEMÁTICAS




Sostiene el misántropo Aloysius que durante su infancia era amonestado frecuentemente con la misma letanía: estudia matemáticas, estudia matemáticas… Aquel mantra se repetía una y otra vez. Más de una noche dio vueltas y más vueltas en su cama atormentado porque raíces cuadradas, ecuaciones, derivadas, integrales, senos y cosenos se habían convertido en un peligroso enjambre de avispas. Más con el paso del tiempo, y habiendo alcanzado la madurez de la edad adulta, él mismo decidió convertirse en el abanderado de aquella monotonía, y a todo escolar que se cruzaba en su camino le recomendaba encarecidamente: estudia matemáticas, estudia matemáticas… ¡pero también inglés!

Pues resulta que el investigador Max Little, miembro destacado del Media Lab Human Dynamic Group del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mientras preparaba su doctorado en Oxford, comenzó a interesarse por la comprensión de la voz desde la perspectiva matemática. Profundizando en estas complejas cuestiones, acaba de revelar a la comunidad científica internacional un hallazgo excepcional: mediante algoritmos informáticos que estudian la voz humana se puede diagnosticar precozmente el Parkinson. Las primeras pruebas realizadas del sistema arrojan un resultado nada desdeñable: su precisión diagnóstica alcanza el 86% de los casos.

Recordemos que esta enfermedad neurológica afecta la actividad, el tono muscular y los movimientos de los pacientes, y que cuando los síntomas debutan, desafortunadamente el daño neuronal suele haber avanzado mucho. A pesar de los progresos, su diagnóstico continúa basándose en la historia clínica y la exploración física-neurológica de los afectados. Su repercusión económica y social sitúa a esta enfermedad a la cabeza del ranking de las enfermedades neurodegenerativas, tan sólo superada por la enfermedad de Alzheimer.

Los esfuerzos de Max Little se centran ahora en conseguir una amplia base de grabaciones de voz humana (10000 casos) que permita poner su técnica a disposición de la medicina en un par de años. Esto supondría un paso de gigante en la lucha contra esta patología, al permitir un diagnóstico barato, incruento y precoz de los enfermos. Se buscan voluntarios.



06 julio 2012

TOCANDO EL FUTURO CON LOS DEDOS





Me pregunta intrigado Aloysius si es verdad que ya estamos tocando con los dedos la medicina del futuro. Tal vez se haya quedado impresionado por un avance que comentábamos el otro día, aquel capaz de convertir células madre de la médula ósea de una mujer en espermatozoides.
Metidos de lleno en la reprogramación celular, un equipo de científicos norteamericanos perteneciente al Instituto Salk de Estudios Biológicos (La Jolla, California) ha conseguido convertir células de la piel de pacientes esquizofrénicos en neuronas. Por si fuera poca tamaña hazaña, lo verdaderamente importante del estudio ha sido el descubrimiento de que estas neuronas “cutáneas” poseen un déficit innato para establecer conexiones entre ellas mismas, exactamente igual a lo que ocurre con las neuronas “originales” de los pacientes esquizofrénicos. Además, estos científicos han conseguido desvelar cuáles son los genes implicados en la génesis de dicha patología.
Conservo en mi casa un ejemplar del documental “1% Esquizofrenia” dirigido por Ione Hernández y producido por Julio Medem, médico y cineasta. El título hace alusión al porcentaje de la población que puede llegar a padecer esta enfermedad psiquiátrica, ciertamente una de las más investigadas en la historia de la medicina. Los expertos entrevistados debatían sobre la posible etiología de la enfermedad, existiendo partidarios de teorías psicológicas y sociales, y otros que se decantaban por causas puramente biológicas. Estos últimos se apoyaban en los avances conseguidos en el tratamiento de la enfermedad con los diferentes psicofármacos. También se dejaba escuchar, bien alta, la voz de los enfermos y sus familiares. Algunos pacientes, aun reconociendo grandes mejoras en su vida cotidiana, se quejaban amargamente de los desagradables efectos secundarios de su medicación.
El refrendo de la hipótesis genética en el origen de la enfermedad podrá permitir en un futuro que deseamos cercano el desarrollo de fármacos personalizados que puedan corregir los defectos en las neuronas, actuando sobre los genes e incrementando su capacidad para interconectarse.
Trabajos similares con células pluripotenciales inducidas, aptas para transformarse en cualquier otra del organismo, están realizándose con diferentes patologías neurodegenerativas, como por ejemplo el Parkinson. Esperamos ansiosos el salto de estas técnicas rabiosamente innovadoras desde las pipetas, los microscopios y los bancos del laboratorio hasta el arsenal terapéutico que a buen seguro pronto manejaremos como médicos.
En una línea de investigación también novedosa, basada en los efectos de la hormona del crecimiento (GH) como factor neurotrópico a nivel neurológico, así como estimulador de la revascularización y remodelación del miocardio, se está trabajando en Galicia en el Proyecto Foltra, muy cerca de nuestras casas. Y recordemos que hace 300 años, F. William Robertson escribió: “hay un pasado que se fue para siempre, pero hay un futuro que todavía es nuestro”. Ojalá.

LA DECISIÓN DE SOPHIE



Alan J. Pakula dirigió en 1982 a Meryl Streep, Kevin Kline y Peter MacNicol en la taquillera película inspirada en la novela homónima del escritor William Styron. Es la historia de una mujer torturada por una terrible decisión tomada en su pasado, transformada en un doloroso estigma, un cruel tormento para el resto de sus días. Elegir entre el matrimonio con un amante o con otro; elegir entre salvar la vida de un hijo u otro. 

Esta semana, la lectura de un artículo que me ha remitido el indeciso Aloysius ha evocado mi recuerdo de aquel film en el que Meryl Streep fue galardonada con el Óscar a la mejor actriz protagonista. Y es que, a pesar que pensemos lo contrario, los procesos neurológicos que intervienen en nuestra toma de decisiones son de tipo irracional en la mayoría de las ocasiones, enormemente influenciados por la competencia entre determinadas áreas de nuestro cerebro.

Al parecer, decidir es un proceso altamente complicado en el que intervienen zonas cerebrales incluso contrapuestas. Vayamos por partes. Para algunos investigadores, la evolución humana se debe precisamente al singular desarrollo de la corteza frontal, el centro de control del pensamiento analítico, de nuestra razón. Platón comparaba las pasiones y emociones humanas con caballos desbocados que el auriga (la razón) debía domesticar y mantener a raya. Si embargo, al gran Pascal se le atribuye el dicho de que el corazón atiende a razones que la razón desconoce. ¿Quién tiene entonces la razón, ambos, ninguno?

Este complejo mecanismo neurológico es el mismo que empleamos al elegir un postre de una carta como a la hora de decantarnos por un candidato en unas elecciones. La corteza frontal está implicada en el control de las emociones; es el cerebro ejecutivo de Golberg, el director de orquesta. Los síntomas provocados por las lesiones de este áraa cerebral se conocen desde la antigüedad: apatía e indiferencia, retardo mental y motriz, pérdida de la iniciativa, déficit emocional, pérdida de la autocrítica y conductas descontroladas socialmente inadecuadas. Pero, para complicarlo todo, resulta que solamente prestamos atención a lo que nos interesa, transformando en ruido de fondo todo lo demás. Sostiene Johan Leher que silenciamos nuestra “disonancia cognitiva mediante la ignorancia autoimpuesta”, y esto vale tanto para los forofos de un equipo de fútbol como para los fanáticos de cualquier religión o corriente política.

Pero el profesor Philip Tetlock, de la Universidad de Berkeley (California), insiste en que este mecanismo de defensa que salvaguarda nuestras cogniciones también es empleado por los especialistas en evaluar la evidencia. Los verdaderos expertos no rechazan los datos disonantes, sino que los incorporan a su proceso cognitivo, aceptando y aprendiendo de sus errores en tiempo real.

Apliquen ahora este cuento a las agencias de calificación crediticias, a los amamantadores de la prima de riesgo, a los augures apocalípticos de la economía mundial y se asombrarán tanto como lo hizo el profesor Tetlock con sus experimentos: un chimpancé, apretando un botón al azar, superaba las predicciones políticas y financieras de un selecto grupo de 284 expertos. Entonces, será mejor que decida Sophie… o la Mona Chita.