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28 febrero 2010

VOLUNTAD DE SUPERACIÓN


Alison Lapper, pintora británica


Me declaro fan incondicional de "La Orquesta Mondragón".

Cuando empezaron a despuntar en el panorama musical español, la irrupción de la excéntrica personalidad artística de Javier Gurruchaga
al frente de una excelente banda, apoyados por las bufonadas del inefable Popotxo, supuso una potente ráfaga de aire fresco en el convulso mundo cultural patrio de finales de los 80: enanos, muñecas hinchables, exhibicionistas, monstruos, seres extraños y delirantes... una trouppe digna de "La parada de los monstruos" (Tod Browning, 1932).



Inspirado tal vez en el personaje del Príncipe Randian, nacido sin brazos y sin piernas en 1871 en la Guayana Británica, catalputado a la fama gracias a su participación en la anterior película, la irreverente Orquesta Mondragón incluyó "Garras humanas", uno de los éxitos más populares de su "Bésame tonta" (1982).




Han pasado los años y he ido conociendo la historia de personas dueñas de una voluntad y de una capacidad de superación envidiables. Como el Príncipe Randián han nacido con una serie de defectos congénitos conocidos como amelia y focomelia, algunas veces provocados por fármacos teratogénicos administrados a mujeres gestantes, como los provocados
por la tristemente famosa Talidomida a principios de los años 60.

A modo de homenaje dedicado a tantos discapacitados que no se resignan al dolor y a la desesperanza que les pueden provocar sus limitaciones, mostramos hoy aquí los casos de Barbara Guerra y Nick Vujicik.

BARBARA GUERRA

A los 2 años sufrió un infausto accidente por electrocución que le provocó terribles consecuencias; desde entonces Barbara a tenido que vivir sin sus dos brazos amputados. Esta discapacidad no le ha impedido estudiar, casarse y ser madre, trabajar y enfrentarse a las tareas del hogar, incluso ser una campeona de aerobic...




NICK VUJICIK

Su caso es resulta todavía más llamativo, pues Nick nació en Australia en 1982 con una triamelia (sin sus dos brazos y sin la pierna derecha) y con una meromelia en la pierna izquierda, donde tiene un pequeño pie con dos dedos que apenas nace del muslo.

De profundas convicciones religiosas, Nick está profundamente convencido que debe su superación a la providencia divina. Trabaja como orador motivacional y ha fundado "Life Without Limbs"... Como buen australiano, se ha convertido incluso en un avezado surfista...

23 febrero 2010

LOS COLORES Y EL LENGUAJE


Durante más de un siglo los investigadores han tratado de averiguar si la información lingüística tiene algún papel en la percepción visual.

Según una hipótesis del lingüista Benjamin Lee Whorf, el lenguaje afecta a nuestra comprensión del mundo.

La teoría ha generado opiniones enfrentadas. Un estudio sobre la vista ha explicado cómo las categorías lingüísticas filtran algunas entradas perceptivas pero no determinan las categorías lingüísticas del color.




LA LLUVIA


Cuando llueve en domingo y tú estás solo,
completamente solo,
abierto a todo, pero no llega ni el ladrón
y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;
cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado
y no comprendes cómo vivir sin cuerpo
y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;
cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú,
¡no esperes ni hablar contigo mismo!
Entonces el ángel es el único que sabe
lo que hay encima de él,
entonces el diablo es el único que sabe
lo que hay debajo de él.

El libro sostenido, el poema al caer...



Vladimir Holan



22 febrero 2010

HISTORIA DE JUAN


No, Juan ya no vive allí. Es un muchacho cuyo recuerdo pertenece a mi infancia más dorada, aunque entonces yo tendría seis o siete años, y él ya era mayor de edad, cuando nos bañábamos en la presa de Iberduero (hoy Iberdrola); con bidones de chapapote y tablas hicimos una plataforma que botábamos al río, y los más mayores, entre ellos Juan, se lanzaban cuan osados nadadores al medio del pantano. A ese mismo Juan, un día yo le vacié desde una ventana una jarra de agua fría...


DIGAMOS NO


Desde estas líneas, algunas veces hemos opinado sobre los recientes avances en los campos de la ciencia, la tecnología y la medicina, y sobre las repercusiones que éstos supondrán en nuestras vidas futuras y en las de nuestros descendientes. Nos hemos posicionado a favor de la solidaridad y de la equidad. Hemos criticado el desamparo y el hastío con el que los profesionales de la sanidad se enfrentan muchas veces a sus labores cotidianas. Hemos tratado de entender cómo se sienten los enfermos crónicos, los ancianos, los afectados por crueles enfermedades degenerativas…; sin pretender ser periodistas, hemos reflexionado sobre determinadas cuestiones relacionadas con la salud y con la enfermedad que pudieran interesarles a los lectores. Y para que estos mensajes no fueran demasiado estériles, hemos procurado aderezarlos con unas pizcas de cine, música, literatura, arte…

Hoy toca informar sobre una iniciativa que debe ser divulgada, para que todo el mundo pueda conocerla. En español se llama “Únete. Di no a la violencia contra las mujeres”. “Say No – Unite to End Violence againts Women” tiene su sede en Nueva York y tienen un canal en la popular plataforma YouTube. Cada semana cuelgan un vídeo contra la mal llamada violencia de género, esa nueva enfermedad social protagonizada por las mujeres, como víctimas, y por los hombres, como agresores. En los últimos años, en nuestro país aproximadamente cada semana dos mujeres sucumben a manos de sus compañeros sentimentales. Se trata de muertes gratuitas, completamente evitables. El último caso ha resultado especialmente truculento, pues el atacante persiguió a su víctima hasta el hogar donde trabajaba como cuidadora de una anciana, que también resultó herida al intentar interponerse en tan desigual batalla.

Los vídeos del proyecto contra la violencia machista repasan el tráfico de mujeres en Nepal, las mujeres inmoladas en Turquía en nombre del honor, la situación de las activistas políticas en Marruecos, las masacres femeninas en las provincias orientales de la República Democrática del Congo, tras 10 años de guerra incesante, las mujeres torturadas en Colombia a la sombra de la guerrilla, las represaliadas en Mauritania y las nuevas leyes en Austria, que obligan a los maltratadores a dejar el domicilio común.

Para aquellos interesados en profundizar en todas estas cuestiones, la dirección de este proyecto antiviolencia es:

http://www.youtube.com/saynotoviolence


18 febrero 2010

NO ES PAIS PARA VIEJOS


"El abuelo Mondrian. Grandfather Mondrian" de SANTI BAÑON, en Flickr TM

Voy a comenzar hoy con una coincidencia cinematográfica, de esas que tanto le gustan a Aloysius. Y les pido perdón de antemano a Joel y Ethan Coen, los hermanos que dirigieron a Javier Bardem para que se transformara en un psicópata asesino y ganara en el 2007 el Óscar como mejor actor de reparto. El título de la película se he venido a la memoria tras conocer los datos del último informe sobre el estado de nuestro Sistema Nacional de Salud, correspondientes al año 2008.

En España, la sanidad pública tiene que atender cada vez a más prójimos, porque nuestra población crece gracias a la inmigración y porque también hay más nacimientos que defunciones, una inversión del saldo vegetativo que no ocurría desde hace 25 años. Pero ahí no queda la cosa, porque a pesar de que somos más sedentarios y estamos más gordos, la elevada esperanza de vida patria consigue que las españolas y los españoles seamos más longevos. Las poblaciones más envejecidas suelen consumir más recursos sanitarios.

Y hablando precisamente de recursos, el 45% del dinero se dedica para pagar al personal sanitario, que todavía continúa siendo insuficiente en muchas zonas de nuestra geografía. Para los que les gusten los porcentajes, en España el gasto sanitario público supone algo más del 6% de nuestro producto interior bruto (PIB). En los países industrializados ronda el 9%, cifra similar al porcentaje que los Estados Unidos piensan dedicar en el año 2034 a Medicare y Medicaid, lo más parecido a un sistema sanitario público en aquellos pagos. El primero es un seguro médico estatal destinado a la cobertura sanitaria de los estadounidenses mayores de 65 años, de los menores de 65 con ciertas discapacidades y para todos aquellos que puedan necesitar tratamiento de diálisis o un trasplante renal. El segundo es otro seguro médico destinado a ciertas personas y familias con recursos limitados. Según el estado, los ciudadanos deben hacerse cargo de una parte del coste, el controvertido copago. En algunas ocasiones, los beneficiarios de este seguro pueden incluso acceder a un asilo de ancianos.

Volviendo al cine, en estos días acabo de repasar “Sicko”, el documental crítico sobre la sanidad norteamericana obra del polémico cineasta Michael Moore. A pesar del inevitable sesgo que toda obra personal siempre lleva implícito, Moore nos descubre cuál es la situación en su país de 45 millones de paisanos sin ningún tipo de cobertura sanitaria, y de paso la de otros tantos millones que sí disponen de seguros sanitarios privados, que en muchas ocasiones no cubren las necesidades de sus asegurados.

Por último, destacar en negativo que en España la atención primaria sólo se lleva el 15% del pastel sanitario, mientras los hospitales acaparan el 54%. Después de marearnos con tantos datos, cifras y porcentajes, me pregunta el inquieto Aloysius si en el futuro seguiremos viviendo en un país para viejos. Chi lo sa?

Un futuro, cuanto menos, neblinoso...


14 febrero 2010

WITT

Wittgenstein en Guerra, la “transmutación” del Tractatus.

Después de leer la entrada anterior sobre las imágenes, las palabras y la mente, el perspicaz CRONICUS me ha enviado la siguiente información:


Bertrand Russell recibe una última carta de Wittgenstein fechada el 22 de octubre de 1915, la siguiente noticia que vuelve a tener de él será en febrero de 1919 desde un campo de prisioneros en Como. En su última carta Wittgenstein insistía en su proyecto de escribir por fin el esperado libro de lógica con el que pretendía haber resuelto los problemas derivados de la Teoría de los Tipos. El manuscrito que le envió desde el campo de prisioneros, y que llevaba por título: “Logisch-philosophische Abhandlung”, fue para Russell un autentico desconcierto.

De marzo a abril de 1916, los días que duró la marcha al frente, Wittgenstein hace continuas referencias en su diario a Dios e insiste obsesivamente en la necesidad de no fallar en esta prueba:

“¡¡Es duro llevar una vida honesta!! Pero es bueno llevar una vida honesta. Sin embargo, que no se haga mi voluntad sino la Tuya”

Escribe el 29 de marzo.

“He pensado en Dios. Hágase tu voluntad. Dios esté conmigo”

Escribe el 29 de Abril.

Wittgenstein pide que se le asigne el destino más peligroso, el puesto de observación. Tras una noche de guardia expuesto al fuego enemigo escribe:

“He sentido miedo, eso se debe a que veo la vida desde una perspectiva falsa”.

¿Encontramos ecos de la ética contenida en el Tractatus en esta frase? Yo creo que sí, el miedo, la incertidumbre, o la insatisfacción incluso no se derivan de condiciones objetivas externas, sino de la manera falsa de “vivir”, es decir, de una malinterpretación de la propia vida.

Vuelve a estar solo, igual que en el Golpana, pero ahora sí, enfrentándose a la muerte, que espera al otro lado de la trinchera. Desprecia a sus compañeros, y ellos a él, al menos así es como Wittgenstein lo interpreta, y cree ver en su decisión de alistarse como voluntario la razón de ese desprecio. Por otro lado hay que decir que las condiciones en el frente no eran de una violencia extrema, estamos en plena guerra de posiciones, y el ímpetu inicial del ejército ruso se agota. En cualquier caso esa vivencia cotidiana de la muerte, que Wittgenstein experimenta en los tiroteos y en los bombardeos, es suficiente para catalizar pensamientos que se habían estado forjando durante toda la guerra.

En junio se produce una gran ofensiva del ejército ruso, la unidad en la que está encuadrado Wittgenstein sufre innumerables bajas. El día 11 de junio aparecen en su diario las siguientes frases de forma lapidaria y sin explicación:

“Sé que el mundo existe.

Que estoy emplazado en él al igual que mi ojo en el campo visual.

Que su sentido no reside en él sino fuera de él.

Que la vida es el mundo.

Que mi voluntad penetra el mundo.

Al sentido de la vida, por ejemplo el sentido del mundo, lo podemos llamar Dios.”

A partir de este momento el tono lapidario empieza a imponerse, es como si Wittgenstein hubiera empezado a utilizar su lógica de manera inadvertida en una investigación que ya ha traspasado los límites de la misma.

“He pensado mucho sobre cada tema posible. Pero curiosamente no puedo establecer la relación con mi manera matemática de pensar”

Escribe el 7 de julio.

“MI trabajo se ha ensanchado más allá de los fundamentos de la lógica, hacia la esencia del mundo”

Escribe el 2 de agosto.

En este punto la lógica ya no es un mero pretexto, o un modo de presentar los pensamientos entorno al mundo y a su sentido, sino aquello que los fundamenta. La extensión natural de su lógica le conduce hasta aquí de manera casi inevitable:

“La ética no trata del mundo. La ética debe ser una condición del mundo, al igual que la lógica”

Wittgenstein no dice “como la lógica” sino “al igual que la lógica”.

“Hay, desde luego, cosas que no pueden expresarse en palabras. Se manifiestan. Son lo místico”

Son frases que aparecerán de manera literal en el Tractatus. Esa extensión inevitable de la lógica descansa por completo en la distinción entre decir y mostrar, idea alrededor de la cual construye no solo su lógica sino su ética, que para Wittgenstein comienzan a ser una misma cosa. En lógica las proposiciones muestran su sentido, el sentido de la vida puede ser mostrado, no explicado, “La solución al problema del sentido de la vida ha de verse en la desaparición del problema”. Es la idea de que el sentido se ostenta, de que las proposiciones éticas son ociosa y carentes de sentido, y que el lenguaje marca los límites entre aquello de lo que se puede hablar y lo inefable. Si el lenguaje puede ser visto como una totalidad limitada y cerrada, así el mundo también debe de ser visto como una totalidad limitada: “Yo soy el límite de mi mundo”, “Su sentido reside fuera de él”. Lógica y ética tienen el mismo fundamento, puesto que son inseparables.

En su correspondencia con Frege durante el verano de 1916 Wittgenstein no le comunica nada del nuevo rumbo que está tomando su lógica, todavía inseguro ante los pasos que está dando. El 24 de julio disparan a Wittgenstein, se ve cara a cara con la muerte, y ese mismo día anota en su diario:

“A cada disparo todo mi ser se estremecía. Deseaba tanto seguir viviendo”

Y el día siguiente continúa:

“¡Estaba asustado! Temía a la muerte. Ahora tengo tal deseo de vivir… Y es difícil abandonar la vida cuando uno la disfruta. Eso es precisamente en lo que consiste el ‘pecado’, una vida irracional, una falsa visión de la vida”


PALABRAS


Repasando unas fotografías sobre algunos de los viajes del pasado me acordé de aquel pensamiento que CRONICUS me hizo llegar en una de sus perspicaces misivas: ¡cuántas imágenes guardas en tu retina!...

El Coliseo cercado por una horda de apacilbles turistas japoneses, apenas defendido por un enojoso manípulo de romanos de pacotilla, la fuerza del viento soplando sobre las playas de Tarifa, el desierto tunecino y el majestuoso anfiteatro de El Djem, eregido por los apostantes de la ruta de las caravanas, la lluvia pertinaz y el Big Ben, dando la hora en el cosmopolita Londres, una flecha de estorninos anunciando el buen tiempo mientras alegres sobrevuelan el Jardín del Posío en Ourense, un castillo de arena caraqueña moldeado en la lejana infancia en La Guaira, la Torre Eiffel, engalanada para la final del Mundial de Rugby 2007, las flores de la eterna primavera colombiana en Medellín, las rubias majorettes desfilando por el Tívoli, en Copenhague, las huellas de Mararía y de los lagartos sobre las arenas negras de Lanzarote, el esquivo tercer hombre escondiéndose en el Pratter vienés, el mar batido y gélido de Riazor, en La Coruña, un amanecer desayunando ron y fruta en la piscina del Hotel Embajador, en Santo Domingo, el sol hundiéndose en el frescor de las olas del poniente en el Templo de Tanah Lot, en Bali, las sabinas vencidas por el obstinado viento en la Isla del Hierro, la humilde casita de Egaz Monis en Guimaraes, la Hoz del Sil cortando en dos el paisaje fronterizo entre Ourense y Lugo, el fantasma de James Joyce extraviado entre la niebla de Dublín, los níveos cerezos en flor del Valle del Jerte, el tornasol protector del estrecho paso que protege la entrada en Petra, la grecorromana Taormina, las infinitas cuestas y fuentes de agua potable de la muy pulcra Basilea, la Mezquita de Córdoba retando a la Alhambra de Granada, las picaduras de los mosquitos que surgieron del herbazal donde un día existió Treblinka, las frituras y las cañas de cerveza en las terrazas de la Plaza Real de Barcelona, el sosiego vespertino de las sombras, en el claustro del convento de San Marcos en Florencia, el retorno a la época de la conquista de América en Santa Fe de Antioquia, el manto naranja y verde que perfuma con la misericordia del azahar los arrabales de Valencia, el silencio bizantino concentrado en los muros de Santa Sofía, en Estambul, las nervaduras de madera fosilizada que soportan el Drago milenario de Icod de los Vinos, recortado sobre la majestuosidad del Teide omnipresente, los lagos de la alta montaña asturiana, las gaviotas luchando contra el viento en los acantilados de las Islas Cíes, el calor del verano concentrado en el viejo barrio pesquero de Cádiz...

Todas esas imágenes encuentran el abrigo protector en las estancias de mi mente. Porque son palabras... y sí así no fueran, no llegarían a existir. Pues como dijo Ludwig Wittgenstein, los límites del lenguaje son los límites de mi mente. La demencia es terrible, pues borra nuestros recuerdos cuando las palabras empiezan a vaciarse de su significado.




11 febrero 2010

SOFT & LOW


"Sleeping cat" de flagada51, en Flickr TM

En este día de amanecer gélido me he cruzado con la pena y la alegría. Una amiga tuvo que llevar ayer a su vieja gata al veterinario. El desdichado animal ya no era capaz de moverse. Tenía 16 años, y al peso de su longevidad se le había añadido el padecimiento de un cáncer terminal. Permaneció a su lado, mientras la gata dormía un último sueño sin la esperanza del despertar. Cargó con el suave cadáver en una bolsa de deporte y se lo llevó en coche hasta su aldea, donde finalizan las carreteras y comienzan los montes. Allí cavó una pequeña tumba para su mascota, en la tierra todavía endurecida por la helada...

En el Centro de Salud me encontré con CRÓNICUS. Me sorprendí al verlo sentado en la sala de espera de pediatría. Hoy no iba como enfermo; le tocó como acompañante. Irradiaba optimismo, pues anda de nuevo embarcado en aventuras literarias y cinematográficas... Hace unos cuantos meses, cuando la fiebre de la vida había subido de nuevo su temperatura, me envió este poema de Vladimir Holan, que nació y vivió en Praga:

"El dios de la risa y los cantos hace ya tiempo
que cerró tras de sí la eternidad.
Desde entonces sólo de vez en cuando
resuena en nosotros un recuerdo agonizante.
Pero desde entonces sólo el dolor
no alcanza nunca la dimensión humana,
es siempre mayor que el hombre,
y sin embargo tiene que caberle en el corazón".


10 febrero 2010

OS CANS DE MOÁS


Estos días atrás estuvo el andarín Aloysius dando un paseo por las gratas tierras de Paderne de Allariz… En la aldea de Moás se encontró con una sorpresa, pues allí habitan más canes que personas. Este hecho le llevó a reflexionar sobre una triste realidad. Porque ya no viene resultando tan extraño enterarnos por los medios de comunicación que un anciano fue hallado sin vida en su domicilio tras haber desaparecido varios días. Generalmente, en estos casos las autopsias nunca revelan signos de violencia. Son muertes naturales, predecibles, evitables, y también terribles, pues tienen lugar en la soledad más absoluta, el desamparo como una enfermedad social emergente. El perfil de esta desdicha retrata a varones de edad avanzada, que sobreviven sin el apoyo de nadie.

El envejecimiento poblacional de nuestra provincia y el abandono de los pequeños núcleos rurales desafortunadamente harán que este tipo de noticias sean cada vez más frecuentes. En la ciudad de Ourense, más de lo mismo, pues los intentos de rehabilitar el casco antiguo urbano para hacerlo atractivo para la juventud no terminan por cuajar. En aquellas callejuelas muchas personas mayores se enfrentan cada día a una existencia repleta de incomodidades y barreras arquitectónicas. Algunos defienden que subir escaleras resulta un ejercicio saludable; el inconformista Aloysius piensa que depende de la salud de cada uno…

Hace unos cuantos años me hice eco de la historia protagonizada por Romeo y Julieta, los nombres ficticios de una pareja de ancianos cuya anónima existencia transcurría en un barrio del populoso Madrid. Él, con 84 años, padecía un cáncer terminal. Su médico le pronosticó muy poco tiempo de vida. Le recomendó que fuera arreglando sus papeles y sus asuntos domésticos. Nada hubo que ordenar, pues la pareja no tenía hijos, ni familiares, ni amigos. Ella, con 82 años, venía sufriendo desde hacía un par de años los efectos devastadores de una demencia senil. Él, reuniendo la fuerza y el valor necesarios, decidió terminar con el sufrimiento de su esposa. Después se quitó la vida. Dicen que los encontraron juntos sobre el lecho, como si estuvieran profundamente dormidos. A Romeo la agonía le permitió tomar aún la mano de su compañera. Se murió apretándola, con fuerza, como disculpándose por tamaña osadía. Tan solo el olor de los cadáveres fue capaz de alertar a los vecinos de aquella ausencia.

Estas reflexiones evocaron en mi memoria el recuerdo de una película japonesa que me entristeció cuando la contemple por primera vez. “La balada de Narayama” cuenta la historia de una anciana a la que su hijo debe trasladar a la cumbre de la montaña, para que allí muera en soledad. Los viejos, cuando no sirven para nada, se abandonan a su suerte. Dicen que el grado de civilización de una sociedad se mide según el trato que dispensa a sus niños, a sus discapacitados, a sus ancianos y a sus animales de compañía.

Las frías noches de invierno se escucharon por Moás los aullidos de algún can huraño mendigando el calor de unas caricias.


DE CORAZONES Y CEREBROS


Imagen: "Brain" de MUROCRACIA, en Flickr TM

Desempolvando viejas cartas que hace tiempo me envió CRONICUS desde la lucidez de su desesperación, encontré "De corazones y cerebros" este hermoso poema de Paul Antschel, o Paul Ancel, o Paul Celan, como prefieran, que se suicidó en 1970, arrojándose al Sena... Contaba apenas 50 años de edad:

   "De corazones y cerebros
brotan los tallos de la noche
y una palabra, dicha por guadañas,
los inclina a la vida.

Mudos como ellos
soplamos al encuentro del mundo:
nuestras miradas,
trocadas, para su consuelo,
avanzan a tientas,
nos llaman con oscuras señas.

Sin vista,
calla ahora tu ojo en mi ojo,
caminando
alzo tu corazón a los labios,
alzas mi corazón a los tuyos:
lo que ahora bebemos
calma la sed de las horas;
lo que ahora somos
lo escancian las horas del tiempo.

¿Le gustamos?
Ni sonido ni luz
se desliza entre nosotros, que lo diga.

Oh tallos, vosotros,
tallos de la noche".



05 febrero 2010

ESCAPARATES


Como tantos otros ourensanos, me sumo a la decepción provocada por el reciente cierre de La Ibense. De esta manera pierdo parte de mi infancia, un fragmento agradable de mi vida. Adiós a los mejores helados de turrón que jamás haya probado. Entre la parroquia juvenil que de vez en cuando acudía a sus mostradores estábamos divididos en dos bandos: los partidarios del helado de mantecado y los del de turrón. Otras tardes de sábado tocaba elegir entre chocolate con churros o batido. Casi siempre me he decantado por ambas segundas opciones. Después de la golosina, aparecía la sed y el vaso de agua, para limpiar, del grifo, pues el agua de entonces era mucho más rica que la de ahora. Tempus fugit

Las persianas metálicas de La Ibense son ahora los párpados cerrados de unos ojos que siempre miraban al Paseo. Ya no hay escaparates ni terrazas de verano bajo los ciclamores. Pronto pasarán a dormir el sueño del olvido, ingratos recuerdos.

Y hablando de escaparates, los de la vieja Auriavella ya empiezan a poblarse de diminutos corazones encarnados anunciando el Día de San Valentín, henchidos, radiantes, a punto de infartar bajo la presión de tanto amor jurado para toda la eternidad. El incrédulo Aloysius todavía duda de que exista una enfermedad de los escaparates, que por supuesto nada tiene que ver con las compras compulsivas y sí mucho con la patología de las arterias periféricas, que provoca en los afectados un intenso dolor en las piernas que les obliga a detenerse.

La claudicación intermitente, que es el nombre técnico de esta sintomatología, es un signo de alerta del riesgo cardiovascular que ese paciente pudiera estar padeciendo. La obstrucción aterosclerótica de las arterias de las extremidades inferiores nos está avisando que ese mismo deterioro puede estarse produciendo en los territorios vasculares cerebral y coronario, con sus fatales consecuencias en forma de ictus o de infarto de miocardio. A pesar de los continuos avances en la prevención y en el tratamiento de las enfermedades vasculares, éstas todavía siguen representando la primera causa de mortalidad en nuestro entorno.

La creación de dispositivos terapéuticos especializados, como las unidades de hemodinámica, resultan capitales en la lucha contra estas patologías. Durante el año 2009, en Ourense 1288 prójimos fueron tratados en el Complexo Hospitalario mediante cateterismos o angioplastias. Gracias a este servicio se evitó el desplazamiento de unos 1000 pacientes a hospitales fuera de nuestra provincia. Un éxito a todas luces, cuyos resultados deberán seguir siendo mejorados en el futuro. Porque nos lo merecemos.



03 febrero 2010

PREMIO NOBEL DE LA PAZ


Desde este humilde blog deseamos manifestar nuestro total apoyo a la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer para el Premio Nobel de la Paz 2010.

Nunca unas manos vacías han sido capaces de conseguir tanto...