CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

Protected by Copyscape DMCA Takedown Notice Violation Search

30 junio 2009

COÑAS MARINERAS


Un cartel invita a donar sangre en la estación de trenes de Florencia

Está a punto de comenzar el anhelado mes de julio, que para los más afortunados significa vacaciones a la orilla de la mar. Nuestros mejores deseos para ellos; parafraseando al Yoda, "que la meteorología os acompañe". Aprovechando un avance del relax playero, la otra tarde me preguntaba el inquieto Aloysius sobre el significado de la expresión coña marinera. No supe que contestarle. Coñas son bromas, guasas, chanzas. Supongo que el calificativo marineras les un plus de intensidad, sobre todo si se realizan mientras se faena en el Gran Sol, pues según tengo entendido esos esforzados marinos y pescadores se lo curran duro y tardan tiempo en pisar puerto.

Pero, vayamos al grano. No conozco personalmente al Sr. Josep-Lluís Carod-Rovira, y por lo tanto, no me cae ni bien ni mal. Pienso que desde que se reveló aquella entrevista que mantuvo con ETA para convertir a Cataluña en territorio libre de atentados, todo lo que ha vuelto a hacer se ha magnificado. Tal vez se haya ido convirtiendo en una especie de Rey Midas antitético y todo lo que hace o dice, en lugar de convertirse en oro, se transforma en polémica.

Recuerdo la instantánea que Pascual Maragall le tomó en Jerusalén al salir de visitar el Santo Sepulcro, haciendo aquella coña marinera con una corona de espinas sobre su cabeza. La foto hasta resultaría simpática si no hubiera ofendido los sentimientos de tantos prójimos creyentes. Y nadie promulgó una fatua contra él, al más puro estilo jomeinista. Mucho más serio lo vimos en compañía del Dalai Lama, de lo que personalmente me congratulo, pues fue Buda el que sostenía que el odio no disminuye con el odio, sino con el amor.

Pero Don Josep-Lluís también tiene sus prontos y se cabreó mucho en televisión con unos señores que se empeñaban en llamarle José Luis. Yo tengo un amigo de Cuenca que se llama Jorge y no se enfada cuando le llamo Jordi... Entre los años 2003 y 2004, el Sr. Carod fue el Conseller en Cap en la etapa dorada del tripartito que gobernaba entonces la Generalitat de Cataluña; actualmente es Vicepresidente de la misma institución, y como tal, tiene bajo su responsabilidad las competencias de la Secretaría General del Deporte catalán. Y hete aquí su última coña marinera.


En Barcelona, en algunos dispositivos encargados de atender a los potenciales donantes de sangre están que trinan. Las malas lenguas le achacan a Carod la idea de ofrecer gratis dos entradas de tribuna por cada donación (¡a 125 euros el ticket!) para el recientemente celebrado Gran Premio de Motociclismo de Cataluña, en el circuito de Montmeló. Dicen que los centros se colapsaron ante tanta demanda y que se montó un buen pifostio…


Apiano, el historiador griego que vivió en el siglo II de nuestra era, ya nos advirtió que la imprudencia suele preceder a la calamidad. Yo solamente quiero recordarles que en el periodo estival las donaciones de sangre resultan especialmente necesarias. Y son altruistas, no lo olvidemos. Porque la solidaridad no es una coña marinera…

22 junio 2009

EL EFECTO HAWTHORNE


Curiosidades de la vida. La otra tarde apretó en Auriavella un calor de mil demonios, espeso y soporífero, como para invadir las fuentes públicas en la procura de alivio y frescor. Al día siguiente, se levantó un viento benéfico que hizo volar numerosas y minúsculas pelusas, pólen que los árboles de nuestros parques dejaron caer con aviesas intenciones reproductoras.

Entonces, recordé aquel sencillo y hermoso poema de Leonardo Boff, donde describía las sensaciones que le había provocado el abrazo a un árbol.




Poco convincente, quizás por la abrumadora calorina, mi muy estornudador Aloysius trató de incorporarme a una nueva empresa suya. Además del director de gestión (él mismo) en plantilla contaba ya con una secretaria personal, un chófer y una responsable de relaciones públicas. Una prometedora cuadrilla. Dicen los expertos que para llevar una empresa a buen puerto, sea ésta pública o privada, son necesarios un proyecto y un equipo. Sin estas firmes cuadernas, la nave terminará navegando al garete.

Un buen gerente, especialmente en el ámbito sanitario, ha de saber motivar a los trabajadores de su compañía. Como consejo, le conté una historia sobre George Elton Mayo, el profesor de psicología que estudió el comportamiento laboral de los seres humanos. Son clásicas sus investigaciones en la fábrica Hawthorne de la Western Electric, una planta productora de componentes telefónicos, frigoríficos y aparatos eléctricos que funcionó en Illinois (EEUU) entre 1905 y 1983. El grupo de Mayo descubrió que el aumento de la productividad de los trabajadores se debía a factores sociales tan heterogéneos como la moral de los empleados, las relaciones satisfactorias entre los compañeros de trabajo y la atención que los equipos directores le prestaban a sus subalternos, haciendo que éstos se sintieran parte de la empresa. El manido sentimiento de pertenencia.

Sin embargo, una revisión contemporánea de los famosos estudios de la factoria Hawthorne, realizada recientemente por economistas de la Universidad de Chicago, ha venido a cuestionar las conclusiones de Elton Mayo. Los cambios realizados en la cadena de fabricación y en su entorno no fueron los responsables del incremento en la productividad, ni siquiera de la mayor motivación de los obreros.

La productividad siempre fue mayor los lunes, iba decayendo a lo largo de la semana de trabajo y resultaba nula al final de la misma. Algo similar ocurría durante el verano. Sin embargo, el espabilado Aloysius promete tomar buena nota del llamado Efecto Hawthorne. Él no se cree que los países de clima frío sean más productivos que los calurosos. ¿Ustedes si?

15 junio 2009

SERPIENTES DE VERANO


Tartagal - Poema Ilustrado de Marta Juarez; en Flickr TM

Llega el verano, y los que pueden están preparando las maletas para irse de vacaciones. Julio y agosto siguen siendo los meses preferidos, sobre todo para aquellos que cuentan con niños en la familia. Esta semana he asistido a otra batalla estadística sobre el paro que tenemos y el que tendremos. La tempestad parece no encontrar calma. He leído los comentarios de varios expertos solventes alertando sobre el sufrimiento que esta crisis inmisericorde está provocando a las clases más desfavorecidas, niños, dependientes y ancianos. Mientras tanto, alguien le proporciona un inestimable balón de oxígeno a los gobernantes que no terminan de sacarnos del agujero negro. Despistados, nos la han vuelto a colar. Los fichajes de verano se han convertido en la primera pitón estival. Muchos se han rajado las vestiduras, culés la mayoría, ya que en lugar de disfrutar de un triplete histórico y dificilmente repetible, están escandalizados porque el Real Madrid se ha gastado 150 millones de euros en los fichajes de Cristiano Ronaldo y de Kaká. Un despilfarro. Una atrocidad. Un amigo mío, director de una sucursal bancaria situada en uno de los barrios más deprimidos de cierta capital andaluza, me contaba el otro día por teléfono que en muchas cuentas corrientes se ingresa el subsidio del paro y se abona el recibo del Canal Plus, simultáneamente. Hay demasiado desempleo, pero también pan y circo suficientes, como en la antigua Roma. Y los leones, que yo sepa, todavían no se alimentan de las serpientes de verano. Tampoco se nutren de la creciente legión de descuideros, de las cuentas en números rojos, de los deshaucios, de los limosneros, de los préstamos que no llegan a las pequeñas empresas, promesas de paraguas para el chaparrón que cuando llueve tenazmente, viene un señor muy trajeado y te lo quita.

Menos son los ofendidos porque a finales del pasado mayo nuestros F-18 dispararon dos misiles Taurus KEPD-350 en un polígono de tiro sudafricano. Cada pepino cuesta aproximadamente 1 millón de euros, como el calcáneo de Kaka. Cerca de aquellos estériles pagos, la selección española de fútbol disputa la Copa Confederaciones, en estadios con los graderíos repletos de sudafricanos blancos ricos y vacíos de sudafricanos negros pobres, esos mismos superpobladores de los guetos donde tercos laten el racismo, la violencia, el SIDA y la miseria. Una gruesa anaconda.

Sostiene Aloysius que otro millón de euros costó el llamado “Estudio antropométrico de la población femenina española”. Hasta el momento, resultados invisibles, excepto la clasificación de nuestras santas en diábolos, cilindros y campanas. Una falta de respeto. Yo las prefiero rosas rojas, palomas blancas y perfumadas manzanas. Dicen que queda pendiente el análisis de los hombres españoles. No quiero ni imaginarme las categorías.

10 junio 2009

ADOLESCENCIA


"Tahitianas en la playa". Paul Gauguin, 1891

Museo de Orsay, París

El otro día escuchaba debatir en la televisión a los expertos, a los que realmente saben de qué hablan, sobre la controvertida figura del menor maduro, existente en nuestra legislación y tan en boga últimamente. Presté atención a las opiniones de Javier Urra, que además de experto en cine es un laureado psicólogo defensor de los derechos de los menores. Me quedé con una de sus frases: “en España, dices que tienes un hijo adolescente y te dan el pésame”. Tremendo. A Javier Urra empieza a blanquearle el cabello y el bigote de tanto luchar contra la incompetencia y la ignorancia de determinados dirigentes políticos. Aduladores de la juventud, con la única finalidad de ganarse su voto en las urnas llevan tiempo vendiendo humo camuflado como falsa libertad. Son los mismos que se escandalizan con la pederastia y luego defienden las relaciones sexuales consentidas entre las púberes de 13 años y los adultos. Y para que no haya malas interpretaciones, vayan por delante, bien claras y bien altas, mi más absoluta condena y repulsa ante individuos tan reprobables y miserables como los pederastas. También en aras del libre albedrío, panegiristas del botellón, estos mismos tiralevitas de la mocedad justifican el consumo de bebidas alcohólicas en los parques y las plazas públicas, aunque moleste a los vecinos e hipoteque los servicios de limpieza municipales, aunque la juerga termine con el joven o la joven dando con sus huesos maltrechos en un servicio de urgencias hospitalarias o enterrados en un valle de lágrimas, prematuras la lápida y la corona de flores amargas.

Adolescente y adulto tienen la misma etimología. Ambas palabras provienen del verbo latino adolescere, crecer, desarrollarse. Y para que los adolescentes lleguen plenamente a ser adultos responsables necesitan buenos entrenadores. No sirven ni los malabaristas del gesto ni los presdigitadores de la intención. No valen los golfos apandadores.

Por correo electrónico acaba de hacerme llegar el ufano Aloysius unos textos de Marc Prensky, escritor especialista en el ámbito más crítico de la educación y el aprendizaje. Él tiene muy claro que la interacción de los adolescentes actuales con teléfonos portátiles, video - juegos, ordenadores, Internet, correos electrónicos, mensajería informatizada y telefónica, hace que indefectiblemente piensen y procesen la información de manera completamente diferente a nosotros, sus predecesores. Si queremos formarlos, entrenarlos, apoyarlos, ya podemos ir cambiando nuestros anticuados esquemas. Los más atrevidos aventuran que incluso sus cerebros se irán modificando físicamente, en base a éste su especial y ultramoderno aprendizaje. En palabras de Prensky, ellos son los autóctonos y nosotros los expatriados. Nativos e inmigrantes digitales.



Un enlace con el original de Plensky:




Por cierto, también existen enriquecedoras versiones críticas sobre todas estas cuestiones de la educación y el aprendizaje:


03 junio 2009

10000 PASOS


"ANDAR!" de Amnemona, en Flickr TM

Tal vez no quedara satisfecho mi circunspecto Aloysius con las explicaciones que hace una semana le proporcioné sobre el Síndrome de Stendhal, esa patología supuestamente generada por el éxtasis provocado ante la visión de algo magnífico y bello. Haciendo acopio de ánimo ha vuelto a la carga. Para defender sus tesis me ha recordado una película estrenada hace ya 20 años, “Una habitación con vistas”, pequeña maravilla dirigida por James Ivory ambientada en la Florencia de finales del XIX. La obra está basada en una novela homónima de E.M. Foster y recuerdo la felicidad que se generaba en los protagonistas al pasear sus amores por la campiña toscana.

Después de tanto debate, por fin ambos hemos coincidido en los beneficios de andar. Sin pretender ser paternalista, estimo que caminar es un ejercicio que los médicos podemos recomendar a nuestros pacientes (y a nosotros mismos). Sin forzar, cada quien a su ritmo, según su capacidad y sus limitaciones. Los expertos entienden que se trata de un ejercicio completo y además seguro. Para practicarlo tan sólo sería necesario un calzado deportivo adecuado y una ropa cómoda. Los escaparates de las tiendas especializadas están repletos de sugestivas ofertas. Argumentum ad crumenam. Pero, ¿cuánto debemos caminar diariamente? La otra tarde, mientras apretaba en Auriavella un prematuro calor primaveral, Aloysius proponía la mágica cifra de 10000 pasos.

Vayamos por partes. Para solucionar este problema médico – matemático lo más práctico sería adquirir un podómetro, un sencillo aparato que computa los pasos que vamos dando cada día. Pero, aunque son baratos, tampoco serían estríctamente necesarios. Los expertos en la materia han calculado que dependiendo del tamaño de las piernas de cada individuo, normalmente empleamos entre 1100 y 1650 pasos para recorrer un kilómetro. El gasto energético aproximado de esta actividad física supondría alrededor de 65 calorías por kilómetro caminado. En la situación más ventajosa, los 10000 pasos de Aloysius representarían aproximadamente unos 6 kilómetros; en otras palabras, una caminata rápida de una hora. Y de paso, estaríamos quemando alrededor de 400 calorías; el apetito generado respondería a la razón.


Unas puntualizaciones finales. Caminar para adelgazar exige cierta energía, pero el esfuerzo nunca debe resultar fatigoso ni agotador. Deben elegirse entornos agradables, evitando las horas del día en las que el calor es más elevado. También es recomendable el diseño de un plan de ejercicio, comenzando con distancias modestas que se irían incrementando progresivamente, esquivando las molestias y las lesiones musculares. Como colofón, hemos de recordar que el bien viene andando, pero el mal volando.

01 junio 2009

PROUSTIANA


"Spaguetti Western", imagen de aziritt, en Flickr TM

Le encantaban los espaguetis a la boloñesa. Pero tenía un problema: no sabía por qué. ¿Cuándo había comido ese plato por primera vez? No se acordaba. Entonces, ¿quién preparó aquella pristina y exquisita comida que tanto le apetecía ahora? Rebuscando en su memoria tampoco encontró la respuesta adecuada. Tras esa primera inquietud gastronómica, se preguntó lo mismo respecto a sus gustos musicales o literarios.

Sin embargo, sí reparó en aquella tarde de verano. Caminaba hacia la escuela y se sorprendió tarareando una vieja canción. Una araña flotaba en el viento aferrada al frágil filamento transparente que pendía de la palmera enana. El aire caliente aportaba cierto sopor que invitaba a dormitar en la sombra. Continuó caminando. Los portalones entreabiertos dejaban escapar un aroma muy particular, periódicos viejos, papeles usados, frescor de escombro. Las zapatillas de deporte, recién estrenadas, le apretaban en el empeine. En las carteleras del cine anunciaban una de vaqueros, una película de bajo presupuesto en la que los pieles rojas lucían el pelo corto y patillas, al más puro estilo bandolero de Sierra Morena, fraudulentas también las pinturas de guerra. Indios de A Peroxa.

De repente, de nuevo se encontró envuelto por el olor de los espaguetis recién escurridos y observó la mantequilla derritiendo su untuosidad sobre la sartén candente. A un lado esperaban la carne picada y el bote con la salsa de tomate, dispuestos a fundirse en un abrazo que le devolvería a su paladar todo aquel tiempo perdido.