CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

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27 diciembre 2011

5 LOBAS, 7 EVAS



El día de Navidad, después de comer, nos quedamos adormilados un rato sobre el viejo sofá. Tal vez por imitación o buscando el confortable calor de la frazada de lana, al espabilar descubrí que mi perra "Luckys" sesteaba a mi vera, plácidamente. En ese instante, en la televisión programaban un documental sobre los chacales y su caza despiadada de las crías de foca indefensas en las playas de la reserva de Cape Cross, en Namibia. Entonces acudió a mi memoria aquel ensayo de Konrad Lorenz, "Cuando el hombre encontró al perro"...




Creo recordar que este famoso etólogo y premio Nobel de Medicina defendía que los perros actuales descendían de los chacales y sólo algunos de ellos de los lobos. Perros, lobos y chacales pertenecen al mismo género: Canis familiaris, Canis lupus, Canis aureus... La simbiosis del chacal con el hombre vino dada por la actividad cinegética, al disponer el animal de alimento diario sin apenas esfuerzo y del calor de las hogueras; a cambio, sus potentes aullidos servían para alertar sobre la presencia de otras fieras en el entorno de los enclaves humanos.




En noviembre de 2002, la acreditada revista Science publicó un trabajo dirigido por Peter Savolainen, investigador del Royal Institute of Technology de Estocolmo. Analizando el ADN mitocondrial presente en el pelo de más de 1000 perros de todo el mundo llegó a la conclusión de que todos estos animales compartían antepasados comunes, unos cánidos asentados en Asia Oriental hace más de 15000 años. Simplemente recordar aquí que el ADN de las mitocondrias de un individuo es de procedencia materna. Estos hechos demostrarían que los lobos euroasiáticos serían los antepasados de nuestros perros.

Sostiene Aloysius que los canes actuales serían descendientes de al menos 5 lobas que vivieron hace 150 siglos. Si este tipo de estudios se amplia aplicando técnicas de genética poblacional, podríamos incluso determinar en qué momento y en qué lugar surgió el primer perro y las rutas por las que se diseminó desde Asia al resto del mundo.

Savolainen empleó en sus investigaciones un método similar al utilizado por Bryan Sykes en la Universidad de Oxford dos años antes; procesó el ADN de 6000 europeos contemporáneos obteniendo una conclusión harto sorprendente: todos descendían de 7 clanes, los de las 7 Evas europeas. La mujer más joven vivió en hace 10000 años en Oriente Próximo. Sus vástagos se extendieron hacia Occidente a medida que se desarrollaba la agricultura. Sin embargo la primera Eva vivió en Grecia hace 45000 años. Como no podía ser menos, hace 17000 años también hubo una Eva hispánica, si bien la mayoría de los europeos descienden de la Eva pirenaica, que compartía aquellos parajes con lobos y perros hace 130 siglos. 

Pero, como poderoso caballero es Don Dinero, el bueno de Sykes decidió una empresa llamada  Oxford Antecesors para que por poco más de 200 euros uno pueda saber de cuál de las 7 Evas europeas procede. ¿Alguno de ustedes se anima? Sólo tiene que pasar un hisopo por el interior de sus mejillas...




21 diciembre 2011

PÍLDORAS DE LA INTELIGENCIA



Sostiene Aloysius que la medicina, desde que la entendemos como tal, ha procurado el bienestar del prójimo combatiendo el dolor y la enfermedad; a medida que el tiempo ha ido transcurriendo se han incorporado nuevas disciplinas como la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. A nosotros, mientras aguardamos ese paso de gigante que representará la medicina personalizada (gracias a la nanotecnología y a la farmacogenómica), nos toca consolarnos haciendo volar nuestra imaginación: ¿cómo serán los galenos del futuro?¿qué tratamientos nos aplicarán?

La humanidad ha progresado gracias a la superación personal y colectiva. Hay quien apoya potenciar nuestras cualidades físicas y psíquicas innatas desde diferentes campos. Desde la genética, con la ilusión que supone curar un sinfín de enfermedades hereditarias, pero manteniendo la vigilancia y el control sobre perversas tentaciones eugenésicas. Pero también desde la psicofarmacología. En el deporte el dopaje sigue estando vetado. No parece justo permitir que un atleta se beneficie en la competición de la ayuda de determinados medicamentos. Se llama jugar con ventaja. Entonces ¿sería ético emplear fármacos que pudieran incrementar nuestro rendimiento intelectual? Este dilema continúa desatando acaloradas discusiones entre sus partidarios y sus detractores.

En mi época de estudiante universitario escuché mil y una historias sobre las ventajas y desventajas de los estimulantes a la hora de estudiar. Algunos expertos en doping intelectual aseguraban haber aprobado asignaturas tremendamente complicadas después de noches de estudio intensivo alimentado a base de anfetaminas. Por si las moscas, otros nos mantuvimos entre las fronteras acotadas por la tradicional cafeína…

La polémica ha vuelto a abrirse debido a las expectativas creadas por el modafinilo, un neuroestimulador que se utiliza en el tratamiento de la somnolencia excesiva diurna asociada a enfermedades como la narcolepsia, la apnea obstructiva del sueño, los desórdenes del sueño asociados a los turnos laborales y la fatiga excesiva que aparece en una rara patología hereditaria, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.




 Incluso se ha comercializado en Internet un cóctel denominado TetraTab que contiene modafinilo, fluoxetina (antidepresivo) y dos estimulantes de la memoria.

Otros especialistas han constatado cierta mejoría respecto a la concentración y la capacidad de estudio en universitarios que emplearon con esa intención el metilfenidato, un fármaco empleado en el tratamiento de la hiperactividad y el déficit de atención infantil.

Varios suplementos sanitarios de prestigiosos medios de comunicación le han dedicado ya su atención, abriendo las puertas a dilemas éticos que seguramente deberán ser contestados en un futuro muy cercano.






¿Habrá controles antidoping a la salida de los exámenes y de las oposiciones? ¿Se desatarán conflictos derivados del contrabando ilegal de estas sustancias? Las líneas de investigación permanecen abiertas. Ya se trabaja con una proteína neuronal llamada CREB, que interviene en los procesos de consolidación de la memoria a largo plazo. Veremos a qué puerto nos llevan estas naves.

14 diciembre 2011

LA PRUEBA DEL ALGODÓN




Lo venimos advirtiendo desde hace un tiempo. Vivimos en un mundo inundado por la información, un inmenso océano en el que resulta difícil mantener la cabeza fuera del agua. Es frecuente que los pacientes nos pregunten sobre algo que han leído en Internet, y no sólo en lo referente a síntomas o enfermedades propias, de sus familiares o amigos, sino también sobre determinados procesos diagnósticos y tratamientos para los cuales existe o no la necesaria evidencia científica. Por suerte o por desgracia, en Internet puede opinar cualquiera (incluyendo un servidor).

En ciertas ocasiones no fácil distinguir entre información y opinión, entre lo altruista y lo objetivo frente a lo relativo y lo sectario. En estos días he tenido la oportunidad de revisar un artículo publicado en el suplemento de salud del The New York Times, firmado por Tara Parker-Pope. Esta escritora y columnista norteamericana además se autodefine como madre, amante de los perros y corredora de maratones, meritos más que suficientes para prestarle nuestra atención.



Recoge las opiniones de algunos expertos sobre el valor actual de la mamografía como medida preventiva del cáncer de mama. Una de ellas es la del Dr. Colin Begg, del Departamento de Epidemiología y Bioestadística del Centro Oncológico Memorial Sloan-Kettering (Nueva York) que defiende el papel salvador de vidas de las mamografías de cribado, si bien reprocha que muchas mujeres piensen que su supervivencia después de ser tratadas de un cáncer de mama se deba fundamentalemente a la detección precoz de la enfermedad.

Para la Dra. Laura Esserman, directora del Centro de Tratamiento del cáncer de mama de la Universidad de California, cribado no es sinónimo de prevención. La detección precoz es una de las armas empleadas para conseguir una mayor supervivencia de las pacientes con este tipo de tumor, pero no la única. Los avances en el tratamiento desempeñan un papel preponderante.

Las recomendaciones actuales de los servicios preventivos de los EEUU aconsejan retrasar las mamografías regulares hasta los 50 años (en lugar de los 40), realizando la prueba diagnóstica regularmente cada 2 años hasta los 74. De esta manera, una mujer controlada según estas recomendaciones se realizaría 13 mamografías en lugar de 35. El coste económico sería más racional, considerando que sólo en los EEUU el gasto anual en mamografías de cribado asciende a 5 billones de dólares. Y aquí nadie habla de recortes, sino de una mayor eficiencia en la gestión basada en la evidencia científica.

La consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia viene desarrollando desde hace muchos años su exitoso programa. Pero, si queremos conseguir la prueba del algodón, la que nunca engaña, ¿por dónde debería discurrir el futuro en aras de incrementar la supervivencia y la calidad de vida de estas pacientes? Los expertos insisten en mayores esfuerzos sanitarios centrados en la prevención y en el tratamiento de los tumores más agresivos, sobre todo en las mujeres jóvenes. En esos campos seguirán librándose la batalla.

10 diciembre 2011

POR SI ACASO.



Por si acaso mañana lloviese,
o se asomara tímido el sol por la ventana,
quede dispuesto desde esta noche el sendero,
suene rítmico el reloj 
y se posponga el alba.


Y si tal vez mañana no lloviese,
duerman los paraguas en sus jaulas,
lustren los gatos sus mullidas zarpas,
prolónguese pálido el sueño 
así, hasta que despunte el alba.


03 diciembre 2011

LA VIGENCIA DE LALONDE



Pocas veces quedan para la posteridad los nombres nombre de los ministros de Sanidad. En el Reino Unido, en plena posguerra, Nye Bevan sentó las bases del que sería el Sistema Nacional de Salud británico (NHS), un pionero respecto a la universalidad y gratuidad de los servicios sanitarios públicos.

En España existe un caso curioso. Fernando Abril Martorell, que dirigió varios ministerios y fue incluso Vicepresidente del gobierno en la etapa de Adolfo Suárez, posteriormente fue encargado por Felipe González de la elaboración de aquel famoso análisis sobre la reforma del Sistema Nacional de Salud español, más popularmente conocido como el “Informe Abril”.

Pero el que se lleva la palma es Marc Lalonde, ministro de Sanidad canadiense en 1974, y que como Fernando Abril tampoco era médico. El “informe Lalonde” supuso un antes y un después en la historia de la Salud Pública, en la forma de entender la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. 

Lalonde se percató que el 90% del estado de salud de un individuo depende de la biología, del entorno y del estilo de vida, y que sólo el 10% restante es responsabilidad del sistema sanitario. Parafraseando a los clásicos populares, somos lo que comemos, lo que respiramos, lo que hacemos, lo que nos hacen y lo que llevamos escrito en nuestros genes.

Pero, considerando todos estos preceptos, ¿qué nos depara la medicina del futuro? Respecto a los determinantes biológicos, los expertos opinan que nuestra genética decide la mitad de nuestra salud. Llegará el día en que la secuencia de nuestros genes sea muy barata y asequible; pero mientras tanto podemos avanzar hacia el futuro propiciando una medicina más predictiva, participativa, personalizada y preventiva (las 4 P).

Los determinantes ambientales son los responsables del 25% de nuestra patología. Esta realidad tampoco resulta novedosa. La influencia del medio ambiente en la salud y la enfermedad se conoce desde los tiempos de Hipócrates. Solamente un dato al respecto. Según el “Proyecto Aphekom”, que analizó la contaminación de 25 ciudades europeas,  vivir en un entorno polucionado podría restar 2 años de media del tiempo de vida.

Y qué decir de los estilos de vida, de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, con el abuso del alcohol, con el sedentarismo y la dieta inadecuada, heraldos de esos cuatro jinetes del Apocalipsis que llamamos cáncer, diabetes, EPOC y enfermedades cardiovasculares…

Finalmente, los sistemas sanitarios continúan en el candelero. Habrá que hilar muy fino para seguir manteniendo su eficacia en unos tiempos que demandan gestión y racionalización de los recursos.

Porque, como sostiene Vicente Ortún, decano de Económicas y Empresariales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, en la gran crisis china de los años 50 la gente no se moría por falta de medicinas, sino por falta de democracia.




24 noviembre 2011

MEDICOS ENFERMOS



Se quejaba Aloysius porque el otro día acudió a la consulta de su médico de familia y dicho profesional estaba enfermo. Como el problema por el iba a asesorarse tenía connotaciones patológicas y personales, volvió sobre sus pasos y decidió posponer la consulta para otro día.

Esta anécdota no resulta infrecuente. Denota la enorme confianza que los usuarios de la atención primaria de la salud tienen en los profesionales que velan por su cuidado. El médico de familia, o de cabecera como se decía antiguamente, forma parte de nuestro ámbito más personal. La mayoría hablamos de él o de ella como mi médico, mi médica… Y si la relación perdura a través del tiempo, varias generaciones de prójimos pasan por sus manos.

Pero los médicos también se enferman. Y se mueren, como todo hijo de vecino. Acabo de echarle un vistazo a una información que hace referencia al documento de la CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) sobre la jornada complementario en el ámbito hospitalario y me encuentro verdaderamente preocupado.

A los pacientes, más que preocuparles que su médico esté enfermo, debería interesarles que su médico esté sano. La posibilidad de que un médico cometa un error mientras trabaja en un turno largo (24 a 32 horas) se multiplica por siete. ¿Alguno de ustedes se montaría en un avión en el que el piloto estuviera enfermo o fatigado? La pregunta se contesta por sí sola.

El riesgo para la salud es doble. Además de perjudicar al paciente, el exceso de trabajo repercute negativamente sobre los propios profesionales. Los turnos largos de trabajo (superiores a 11 horas) incrementan en un 67% el riesgo de infarto de miocardio en estos facultativos. Y no lo digo yo solo... Está publicado en “The New England Journal of Medicine”, una especia de Biblia en Medicina.

Más datos que me han llamado la atención: el médico que sale de guardia tiene el doble de posibilidades de sufrir un accidente de circulación que la población en general. Desafortunadamente en la realidad existen trágicos ejemplos de esto mismo, con nombres y apellidos.

Existen estudios como el realizado por el equipo del Dr. Colin P. West en la prestigiosa Clínica Mayo (EEUU), en el que encuentra una clarísima relación entre la ansiedad y la fatiga con el número de errores cometidos por los médicos residentes de su hospital durante su formación.

Los compañeros que trabajan en servicios médicos de guardia se quejan de otro problema añadido, el estrés. Los pacientes que atienden suelen ser más difíciles, con mayores complicaciones o con patologías urgentes que muchas veces comprometen la vida del enfermo. No es extraño que muchos compañeros desarrollen a lo largo de su trayectoria profesional trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Cuidemos a nuestros médicos, porque son los mejores (y los únicos) que tenemos. Así sea.

23 noviembre 2011

RECORDANDO A EURIDICE




Más bien se presentó a la loba bajo la forma de un mordisco errado.

Su vida entonces parecía una caricia del arisco viento del llano.

Todavía cada noche peinaba su cabello insolente ante un espejo quebrado.

También se perfumaba con las flores que el rocío había besado.

Calentaba además el agua de sus venas sobre estrellas incandescentes.

Quizás soñara con santos, tal vez con demonios callados que salían de pesca.

Pero jamás escuché de sus labios sellados ni una queja ni un reproche.

Desafortunadamente la luna iba mudando de piel cada semana.

Casi siempre cuando abría las ventanas para que retornasen ebrias las libélulas.

Por lo general amasaba el pan cotidiano con unas gotas de la lluvia callada.

Así pasaba las horas sentada sobre aquellos recuerdos bajo la alfombra extraviados.

Siempre pedía por favor una limosna para el pobre con cautela y decisión.

Bastante tuvo que aguantar así de pie en medio de tanta estulticia.

Y cuando me acerqué para surgir tras el próspero balcón de su mirada

Con su dócil aliento apagó mis besos y respondió… de nada.

17 noviembre 2011

ENTRENANDO NEURONAS.



Quizás porque los profesionales sanitarios recomendamos fehacientemente el ejercicio físico para mejorar nuestra salud y forma física, o quizás por moda, o probablemente porque los ciudadanos cada vez están mejor formados e informados, a nadie la extraña salir a pasear y encontrarse con prójimos de todas las edades practicando algún deporte. 

Hasta algunas marcas deportivas identifican el prestigio y la calidad de sus productos con antiguos lemas latinos: el Alma Sana In Corpore Sano se ha transformado en el acrónimo de unas zapatillas deportivas en homenaje a aquel clásico Mens Sana in Corpore Sano.

Nada que objetar. Dejando a un lado el deporte competitivo, que exige entrenamiento y sacrificio y que algunas veces castiga al atleta con lesiones y heridas, resulta mucho más edificante mover el esqueleto y tonificar los músculos que vegetar repantigados sobre un sofá sofronizados por la telebasura. De esta sencilla manera aumenta la producción de endorfinas, unas sustancias químicas endógenas que provocan el bienestar en nuestro organismo y combatimos la obesidad y la diabetes tipo 2, las denominadas plagas del siglo XXI.

Si embargo, el entrenamiento de nuestras funciones cerebrales suele quedar relegado para aquellas personas que comienzan a notar un déficit en las mismas, especialmente en todo aquello referente a la memoria. El temor a la demencia, incluyendo el Alzheimer, pende como una espada de Damocles en una sociedad donde no resulta extraño sobrepasar la octava década de la vida.

Acreditados investigadores del Instituto Karolinska, Hospital y Facultad de Medicina de Estocolmo, junto con equipos pertenecientes a diferentes universidades suecas y finlandesas, han demostrado que el entrenamiento cerebral mediante sencillas pruebas incrementa la concentración de dopamina en determinadas áreas del cerebro (especialmente en el núcleo caudado), implicadas en el mantenimiento y fortaleza de la memoria.

Estos trabajos pueden consultarse en Internet, en un vínculo en el que incluso pueden descargarse los test empleados con los voluntarios. El suspicaz Aloysius ha probado y se ha quedado asustado del número de errores cometidos, algo completamente normal porque las instrucciones están en sueco…

En la red existen infinidad de juegos que pueden practicarse a modo de gimnasia cerebral. Los que ya vamos cumpliendo años teníamos que conformarnos poco más que con la lectura, el ajedrez, el dominó y los juegos de cartas. Los niños del siglo XXI disponen además de un caudal interminable de video juegos, algunos muy instructivos y útiles para reforzar su memoria. Y como todo en la vida, lo ideal es el punto de equilibrio, pues tan nocivo resulta para nuestro cerebro el abuso de una actividad como dormirse en brazos de una pereza que nos lleve sin retorno al electroencefalograma plano.

15 noviembre 2011

IN ESSE...



Peter Henry Emerson, David Nutt
"The Snow Garden", 1895.
Épreuve photomécanique (héliogravure).
Musée d´Orsay, París (France).



Caemos,
rodamos,
persistimos,
vivimos...


En la tierra perfumada de la sosegada labranza,
en la savia dulce de los limoneros,
en la cuba profunda de vino pintada,
gemimos...


Luchamos,
soñamos, 
dormimos,
morimos...


En la fresca almohada que estrena el alba,
en la piedra labrada a golpe de agua y cincel,
en la postrera sonrisa de la doncella amada...


Cantamos,
reímos,
bebemos,
lloramos...


Y por llorar callamos,
y por reír suspiramos,
y sin beber nos atragantamos,
con la hiel y la propia saliva.


Entonces
nos toca perder y volver al principio,
al voraz y sempiterno punto de partida.


11 noviembre 2011

PEPIÑO


"Moisés" de Almudena Salamanca.

De repente, el aguacero comenzó a amainar, transformándose en una cortina de fina de lluvia poco antes de escampar. Unos cuantos rayos del sol de otoño timidamente asomaron entre las nubes dispersas del mediodía. Los niños abandonaron el calor del refugio y corretearon entre la arboleda. Claudio, vestido con un guardapolvo azul, colocó todos sus pertrechos; desplegó una mesa y sobre ella colocó un pote de barro requemado por mil fuegos, ancestrales sesiones de alquimia en las que aguardiente (del vino de su propia cosecha), nueces peladas, granos de café, pedazos de manzana, dos kilos de azúcar y el jugo y la monda de un limón y una naranja (de la huerta de su casa) expiaron sus penas cociéndose en aquel caldo tostado y ardiente.

Para entretenernos mientras la pócima iba tomando cuerpo, Claudio nos contó la historia de un can sin dueño que tenía dos cuartas de lomo y que un buen día apareció por el pueblo sin que nadie conociera su procedencia. El hombre y el perro trabaron grande amistad, hasta que un buen día el animal desapareció misteriosamente. Transcurrió una semana, e intrigado por tanta ausencia, Claudio ascendió por la carretera tortuosa hasta la perrera municipal. Allí estaba el chucho capturado por los laceros, batiendo gozoso su cola al viento al ver de nuevo a su amigo. Ahora portaba un chip con datos en su descomunal corpulencia.

Claudio bautizó a su compañero. Desde entonces le llamó Pepiño, en honor al santo patrón carpintero que recibe veneración en la pequeña capilla de la aldea... 

Ya han transcurrido varios años, el perro corretea por los prados eternos de su particular paraíso canino, pero el recuerdo de su entrañable lealtad todavía permanece imborrable...

Con el cazo en la mano Claudio dejó caer un chorro sobre el cóctel incandescente. Como son tiempos modernos, alguien se afanaba buscando en Internet el Esconxuro da Queimada... Mouchos, coruxas, sapos e bruxas... Por un instante, el hombre apartó la vista del fuego y a lo lejos, en medio del monte, me pareció escuchar el aullido jubiloso de un perro...

30 octubre 2011

NO HAY CARA SIN CRUZ



Un avispado empresario telemático, tratando de arrimar el ascua a su sardina, proponía eliminar las reuniones de empresa: menos viajes, menos taxis, menos hoteles... mejor gestión del tiempo de trabajo y consecuentemente más productividad.

Nada que objetar siempre que esos beneficios económicos sirvan para la necesaria reinversión en investigación, desarrollo e innovación pero también para la conservación de los puestos de trabajo. En el tiempo que nos ha tocado vivir, con los vertiginosos avances en la comunicación, resultaría temerario desaprovechar las ventajas que suponen el correo electrónico o la videoconferencia, por poner unos ejemplos demasiado simples.

Hasta el momento, la industria farmacéutica se ha caracterizado por fuertes inversiones en la constitución de este tipo de eventos, bien sea en reuniones internas de sus estructuras empresariales, con frecuentes puestas en común y planes de mejora periódicos, bien sea organizando reuniones científicas, symposiums y congresos profesionales destinados a la difusión de los avances en el diagnóstico y en el tratamiento de las enfermedades.

Los críticos argumentan que a nivel privado sólo se invierte y se investiga en aquello que pueda aportar beneficios... Las empresas farmacéuticas cuentan con propietarios y juntas de accionistas que exigen balances positivos. Es cierto que algunas demuestran una mayor sensibilidad cuando colaboran con proyectos sociales y solidarios, como tantas de diferentes sectores económicos.

Comenzábamos diciendo que toda moneda tiene una cara y una cruz; todo billete un anverso y un reverso. La cotizada reforma del trabajo basado en las nuevas tecnologías de la comunicación supondrá ahorro de dinero y tiempo, pero también la pérdida de infinidad de puestos de trabajo auxiliares. En el caso concreto de la industria farmacéutica no solamente me estoy refiriendo a los informadores técnicos sanitarios, tradicionalmente conocidos como visitadores médicos, sino también a las agencias de viajes y congresos, empresas de transporte, hostelería, imprenta, mensajería, publicidad, mercadotecnia... que serán marginadas y deberán buscar negocio en otros ámbitos si no quieren verse abocadas a cerrar sus puertas. Sin buscar burdas comparaciones, la historia nos recuerda cómo la revolución industrial, con la irrupción de las máquinas en las fábricas, provocó una sangría en la mano de obra no especializada...

Sostiene Aloysius que los recortes en el gasto deben tratar de no provocar daños colaterales en la pérdida de empleo. Este escrito no es un alegato. Sólo una opinión que invita a la reflexión y al debate. 

Cuando se reclama el adelgazamiento de las administraciones públicas ¿se piensa en la recolocación de todos aquellos funcionarios que se irán a la calle?. Los millones de euros ahorrados en la factura farmacéutica, ¿compensan los gastos que suponen a las mismas arcas públicas todos aquellos trabajadores que pasan a engordar las listas del paro, y que han de cobrar indemnizaciones y subsidios por desempleo?

En la sanidad y la salud pública ya nadie duda que los recursos económicos son limitados y que las demandas de los usuarios cada vez son mayores, por factores tan heterogéneos que por ejemplo van desde el envejecimiento poblacional hasta la mala educación sanitaria.

Para mantener el llamado estado de bienestar es necesario hilar muy fino en la gestión. En España disfrutamos hasta el momento de un sistema sanitario público, cuya financiación está garantizada a través de los presupuestos generales estatales.

Para la sostenibilidad de nuestro sistema los gurús nos han proporcionado (y aplicado) diferentes recetas: aumento del tiempo de trabajo, recortes en los salarios de los trabajadores, carteras de servicios racionalizadas, colaboración del usuario o copago, aumento de impuestos (directos e indirectos)... Para que la pescadilla deje de morderse la cola, pudiera resultar interesante el incremento de los impuestos, que paguen más los que más tienen y que se combata con tenacidad contra el fraude fiscal... Pero sobre todo, que paguen impuestos más ciudadanos, algo que sólo puede conseguirse creando empleo, disminuyendo unas tasas de paro que desde hace tiempo resultan asfixiantes e intolerables...

Como decía Winston Churchill, quizás no estemos ante el final, ni siquiera ante el inicio del final; pero quizás sí pudiéramos estar ante el final del inicio...


20 octubre 2011

CÁNCER DE MAMA





Hemos conmemorado durante la jornada que está a punto de finalizar el Día Internacional contra el Cáncer de Mama. En la Rua do Paseo, en el puesto informativo de la Asociación contra el Cáncer, una señora prendió con suma delicadeza un lazo rosa sobre el paño negro de mi solapa. Más tarde, cuando fui a tomar algo con mis amigos, algún despistado me preguntó: ¿qué es eso?...

Por distraído, Aloysius le ha regalado una colección de palabras, para que espabile: tetas, tetillas, mamas, glándulas mamarias, peras, senos, bufas, melones, globos, pecho, domingas, ubres, busto, brevas, limones, lolas...

Sólo el órgano viril masculino tiene más sinónimos, pero suelen ser poco aquellos prójimos que padecen un carcinoma escamocelular del pene, un cáncer que representa el 1% del total de los tumores malignos que pueden afectar a los varones.


Sin embargo, en el cáncer de mama estamos ante palabras mayores...


Al amigo despistado, le vamos a cambiar la colección de palabras: teta, madre, leche, maternidad, lactancia, belleza, erotismo, enfermedad, muerte... pero también lucha, empatía, quimioterapia, esperanza, curación, solidaridad, comprensión... amor... 


Y para dejarlo pensativo pero entretenido, además de regalarle el lazo rosa le hemos preguntado: ¿por qué los hombres tienen pezones?.
  


09 octubre 2011

DE LOLAS Y LOLITAS



Me encanta acudir a fiestas a las que no me han invitado. A finales de noviembre de 1991, regresando de las playas de Sosúa y Samaná, me encontré en el lounge bar del hotel a un grupo de personas que celebraban animadamente un enlace matrimonial. A pesar de encontrarme quemado por el sol, con el cabello apelmazado por el viento y el salitre, y las sandalias repletas de arena, aquellos buenos samaritanos se empeñaron en invitarme a un trago para brindar por el futuro de la nueva pareja. Alcé mi copa sin saber que suerte les depararía la ruleta de la vida...


Años más tarde viví otro episodio similar en Amman, en el atardecer de una jornada que había transcurrido pacífica entre las ruinas romanas de Jerash. Fui un testigo privilegiado de la legendaria hospitalidad jordana en un país que recientemente se había quedado huérfano de su rey Hussein I, y que entonces semejaba vivir ajeno a la violencia de los radicales islámicos. Al igual que el patriarca de aquella amable familia, espero que los novios hayan sido bendecidos con una generosa descendencia...

Hoy he ido a comer a un restaurante ourensano que acaba de cambiar de gerencia. Un amigo me lo ha recomendado y había que darles una oportunidad a los nuevos dueños. En la mesa de al lado, tres mujeres celebraban un día muy especial. La mayor, una anciana muy pulcra que descansaba en un silla de ruedas celebraba su nonagésimo séptimo aniversario. Al lado de su hija, que superaba de largo los setenta, sopló las velas de la tarta y nos dedicó una sonrisa cuando le cantamos el cumpleaños feliz. Y por supuesto, nos invitó a un trozo del pastel. Como estamos en el siglo XXI, la escena quedó inmortalizada por la cámara de un teléfono portátil...

- ¿Cómo te llamas? - le preguntó la hija, tratando de comprobar la memoria de su casi centenaria mamá.

- Lola...

- ¿Y cómo se llama la que te cuida todos los días?

- Lolita...

Con nostalgia se me vino a la memoria el nonagésimo quinto cumpleaños de mi abuela Rosa, el último que celebramos en vida; también hubo fotos, canciones y una tarta sobre la que ardían dos velas, dos números rojos... En estos días tendría 101 años, unos poquitos más que la entrañable Sra. Lola.

Vivo en una ciudad y en una provincia en la que es frecuente encontrarse con personas muy mayores, muchas de ellas al cuidado de sus propios familiares. Ancianos cuidando de otros ancianos... Las estadísticas también cantan sus cumpleaños, pues uno de cada tres ourensanos es mayor de 65 años. Los expertos hablan de un índice de sobrenvejecimiento que sitúa a nuestra provincia entre las más longevas de Europa. Se estima que viven con nosotros unas 15000 prójimas y prójimos mayores de 85 años... 

Casualidades de la vida, esta misma mañana he visitado a un paciente y amigo en su residencia de ancianos. La semana pasada le dieron el alta hospitalaria después de superar una complicada neumonía. Tiene ochenta y siete años y padece una insuficiencia renal crónica, pero su mente funciona como un reloj. Su habitación es cómoda, amplia y soleada, desde donde puede contemplar como el sol se va a dormir tras los tejados de la Plaza de Abastos.

- Me he salvado de milagro... ¿para qué? Para seguir sufriendo... La palidez de su rostro demostraba un infinito cansancio...

- Para que volvamos a tomar un vino un día de estos, cuando te recuperes...

Entonces, me miró desde el azul licuado de sus ojos y me dijo:

- ¡Qué suerte! Tú que puedes...


06 octubre 2011

DROGAS



Hace aproximadamente un siglo, la epidemia de consumo de opio en China puso en marcha las primeras medidas internacionales en la lucha contra las drogas. Dicen los expertos que si el ritmo de consumo de opiáceos se hubiera mantenido en el mismo nivel que entonces, en lugar de los 17 millones de consumidores actuales estaríamos hablando de un problema de mayor magnitud, que afectaría a unos 90 millones de prójimos aproximadamente.

Otro dato que resulta muy llamativo es el marcado descenso en la producción mundial de opio, de forma lícita e ilícita, y todo ello a pesar del incremento permanente en el ilegal de la adormidera afgana durante los últimos 30 años, cuyos beneficios con toda seguridad van a parar a las manos de los señores de la guerra.

Aunque no existen datos fiables sobre el consumo de cannabis hace un siglo, el consumo de las drogas derivadas de esta planta parece ser mayor en la actualidad.

La producción de cocaína, anfetaminas y éxtasis a nivel mundial se ha estabilizado desde 2004. En Europa, por ejemplo, el consumo de cocaína se ha ido incrementando mientras el de las anfetaminas se ha mantenido más o menos estable.

Como en tantas otras facetas de la vida, en el diversificado negocio mundial de las drogas existen perdedores y ganadores. Las víctimas están claramente identificados; se trata de los consumidores y los adictos, enfermos que deterioran su salud a la par que engordan las arcas de los traficantes del mercado negro. Las ganancias para los intermediarios son enormes, pues resulta muy fácil que éstas se multipliquen por 100 a lo largo de la fatídica cadena iniciada en los productores y finalizada en los camellos que andan al menudeo.

Atendiendo a las recomendaciones de los expertos, la fiscalización de las drogas funcionará mejor siempre que exista la concurrencia de 4 elementos: la aplicación de las leyes, la prevención del consumo, el tratamiento de los afectados y la atenuación de las consecuencias perjudiciales del consumo, elemento también conocido como reducción del daño.

Tampoco debemos olvidar que en la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilícitas deben considerarse factores políticos, sociales, económicos y culturales, que en muchas ocasiones coinciden también con los implicados en el caso de las llamadas drogas legales, como el alcohol y el tabaco. 

Por último, es interesante recordar que no existen sustancias buenas o malas, sino abusos y usos indebidos de las mismas. ¿Qué hubiera sido de nuestra la humanidad sin la bendita analgesia proporcionada por la morfina y sus derivados?.

21 septiembre 2011

UNA DE ANTIBIÓTICOS… ¡MARCHANDO!



Acabo de ponerme un supositorio, y no precisamente por la vía más ortodoxa. En realidad quiero decir que he estado visitando “El supositorio”, el excelente blog del Dr. Vicente Baos, médico de familia, que sigue batiendo records en Internet. Me satisface ver que opinamos de manera muy parecida en las cuestiones sobre las que hoy pretendo reflexionar.

Finalizando el verano, con el otoño en puertas y las temperaturas en descenso progresivo, pronto comenzará el ataque anual de los virus respiratorios, entidades infecciosas microscópicas (Wikipedia dixit) que necesitan desarrollarse dentro de las células de nuestro sistema respiratorio y que causan varias enfermedades en el mismo.

A pesar de nuestra primera barrera defensiva formada por los cilios (similares a diminutos pelos), el moco de la nariz y la saliva de la garganta, algunos conseguirán infectarnos y provocar la reacción de las defensas linfáticas locales, y desde ahí, alcanzar otras zonas de nuestro organismo.

Dentro de un ejército muy heterogéneo podemos encontrarnos al virus de la gripe o influenza, al virus sincitial respiratorio (que afecta especialmente a los menores de 6 años) y a una amplia familia causante de resfriados y catarros comunes como los virus Coxsakie, Echovirus, Coronavirus o Adenovirus, capaces de provocar faringitis y bronquitis, por su capacidad de persistir infectando las amígdalas y las adenoides.

Las campañas de vacunación antigripal han demostrado un claro beneficio para determinados grupos de la población, como por ejemplo las personas mayores de 65 años y los enfermos con afecciones crónicas del aparato respiratorio y cardiovascular. Por ello no resulta extraño que algunos pacientes acudan estos días a la consulta para preguntar sobre la próxima campaña de vacunación antigripal. Pero también recordamos los ríos de tinta y las montañas de información que se generaron hace apenas dos años con la pandemia de gripe A, su vacuna y la controversia generada por el Oseltamivir y las millonarias ganancias que generó para las empresas que lo sintetizaron y comercializaron.

Sostiene Aloysius que tratar las infecciones virales respiratorias con antibióticos no supone ninguna ventaja. Más bien al contrario, el uso indiscriminado de estos fármacos provoca que cada año aparezcan más resistencias frente a los mismos, circunstancia que puede acarrear serios peligros para la salud. Y no quiero decir nada más sobre la automedicación…

Termino comentando las conclusiones de un estudio realizado en Noruega dentro del ámbito de la atención primaria respecto al tratamiento de las infecciones respiratorias virales. Resulta que cuánto mayor sea la sobrecarga asistencial en la consulta cotidiana, más antibióticos se recetan por el médico a estos pacientes. Otro ejemplo que demuestra que la masificación de las consultas puede repercutir negativamente en la calidad asistencial, aumentando de paso el gasto farmacéutico.