Antes de acudir a la consulta de
su médico, muchos pacientes tratan de averiguar en Internet. Si en Google
tecleamos la palabra “cáncer”, obtendremos 201 millones de resultados en 0.61
segundos. Después toca aventar tamaña “infoxicación”.
El blog científico de Cancer Reasearch UK
ha publicado un decálogo para desenmascarar los 10 mitos más frecuentes sobre
el cáncer, y que aquí trataremos de resumir.
Mito 1: el cáncer es una
enfermedad del hombre moderno, causada por el estilo de vida occidental. Si así
fuera, ¿cómo explicar hallazgos de esta patología en restos funerarios del
Antiguo Egipto? Si bien es cierto que determinados hábitos como fumar
cigarrillos están implicados en la etiología de algunos cánceres, los virus oncogénicos
son más antiguos que la propia humanidad.
Mito 2. Contamos con sustancias
capaces de prevenir la aparición del cáncer (brócoli, ajo, té verde…) No
existen evidencias científicas de ello, si bien se estima que mantener hábitos
saludables a lo largo de la vida disminuye notablemente el riesgo de
desarrollar esta enfermedad.
Mito 3. Las dietas ácidas provocan cáncer, porque
modifican el pH de la sangre. Tampoco existen evidencias científicas de este
hecho.
Mito 4. El azúcar es el combustible de las células cancerígenas. Lo cierto
es que todas nuestras células, sean malignas o no, emplean glucosa para obtener
energía. Sin embargo, se están desarrollando investigaciones para ver cómo las células
sanas y enfermas fabrican energía, una vía que podría abrir esperanzadores
caminos para futuros tratamientos.
Mito 5. El cáncer lo causa un hongo y puede
tratarse con bicarbonato sódico. Así parecieron corroborarlo trabajos aislados de
experimentación animal, que nunca han podido reproducirse en humanos.
Mito 6.
Existen curas milagrosas para el cáncer, desde los enemas de café hasta el
cannabis. Si bien es cierto que se investigan determinadas efectos beneficiosos
de sustancias como el THC (tetrahidrocannabinol) para aliviar el dolor y las náuseas
en pacientes oncológicos, promover falsas esperanzas en estos enfermos
abanderando curaciones sobrenaturales resulta intolerable desde el punto de
vista científico.
Mito 7. A las grandes industrias farmacéuticas no les
interesa encontrar la cura del cáncer. Existe un pensamiento muy arraigado en
situaciones terminales: cuando no funciona la medicina científica tradicional, la
cura del cáncer obligatoriamente está en otras terapias alternativas. Pero ¿acaso
no mueren también de cáncer los investigadores de los laboratorios farmacéuticos
más potentes? ¿Y sus seres más queridos? Sería absurdo investigar para no
encontrar un remedio eficaz, en estas y en tantas otras patologías.
Mito 8. Las
terapias contra el cáncer matan más que curan. Este es el sambenito con el que
cargan la cirugía, radioterapia y quimioterapia oncológicas. Hay datos
epidemiológicos y estadísticos que desmontan este mito. Un ejemplo, en la
actualidad, el 96% de los cánceres de testículo se curan. En la década de los
70, la cura sólo ocurría en el 70% de los casos.
Mito 9. No progresamos en la
lucha contra el cáncer. Para contradecirlo, ahí están los avances conseguidos mediante
las campañas de detección precoz en el cáncer de mama y de cuello uterino, por ejemplo.
Mito
10. Los tiburones no tienen cáncer. Aunque en 1975 Steven Spielberg no lo sabía,
el melanoma es un cáncer que también afecta la piel de los escualos.