CREA, INVENTA, IMAGINA... ¡NO COPIES!

Protected by Copyscape DMCA Takedown Notice Violation Search

22 mayo 2006

LAMENTO BOLIVIANO


Están que echan humo las emisoras de radio ante la inminente llegada del estío pugnando una vez más por la designación de la llamada Canción del Verano. Nada de extrañar en estas fechas puesto que todos los años asistimos impasibles a una pugna similar. ¿Recuerdan cuántas veces en el pasado se proclamó Georgie Dann vencedor de tan singular campeonato? 


Este año las tonadas nominadas para este insigne galardón son tres: “La Mordidita”, éxito de cubaton - reggaeton interpretado por el tropical Candyman, llena de ritmo porfiado y con una letra sugerentemente libidinosa, seguida muy de cerca por “A Cabritinha”, propuesta sorbetera entonada en la ilustre lengua de Camoens por Quim Barreiros, si bien el populacho se decanta por el triunfo del “Lamento Boliviano”, bachata popularizada en su día por los Enanitos Verdes y hoy felizmente revitalizada por el grupo caribeño Toque d´Keda.

Bolivia está de moda, y no sólo por la demostración política del lado oscuro de la fuerza de Evo Morales, el azote del capitalismo más ortodoxo en aquellas tierras de chaco y altiplano, considerado un moderno héroe revolucionario o un desagradecido que muerde la mano que alegremente le tendió el gobierno español según baile el agua del paisano. ¿Tal vez no murió en vano el Che Guevara en aquella escuelita de La Higuera?

Nuestro apreciado colega ourensano, el Dr. Manuel Garrido Valenzuela, es un experto conocedor de la realidad social y sanitaria de Bolivia, la nación más pobre de Hispanoamérica junto con Haití. Anda ahora empeñado este buen cirujano infantil en la siembra de quirófanos móviles por las estribaciones de los Andes bolivianos, dispositivos asistenciales que quizás permitan concluir su gran obra de entrega solidaria comenzada en solitario un buen día en la pequeña localidad de Santa Cruz de la Sierra.

Los problemas sanitarios de Bolivia se me antojan bien distintos a los de Galicia y de Ourense. Allí el 60% de la población es menor de 25 años y sólo el 7% es mayor de 65 años. Su tasa global de fecundidad se sitúa en los 3.8 hijos por mujer, oscilando entre los 3.1 del ámbito urbano y los 5.5 del rural. La esperanza de vida de un boliviano al nacer se sitúa en los 63 años y medio (considerando en conjunto ambos sexos).

En aquel país se mueren por culpa de las enfermedades cardiovasculares (30%), por las enfermedades transmisibles (12%) y por causas externas (11%). Bolivia no iba a ser la excepción y una vez más las mujeres tienen más probabilidades de morirse, sobre todo las rurales, las de menor grado de instrucción y las de origen campesino o indígena, lo mismo que las que han emigrado a los grandes centro urbanos buscando mejores condiciones de vida.

El cáncer de cuello uterino, por ejemplo, constituye un problema de salud pública de magnitud máxima en Bolivia. Sin embargo, la relación de casos SIDA es de 2.8 hombres por cada mujer. Respecto a la mortalidad infantil, entre 1989 y 2003 descendió de 94 por mil nacidos vivos a casi la mitad. Por último destacaría también que el 60% del territorio boliviano es endémico respecto al padecimiento de la enfermedad de Chagas.

Chompas aparte, sería necesario y deseable que las supuestas mejoras económicas pretendidas por parte del gobierno de Morales se vean convenientemente reflejadas en el ámbito de la sanidad. Bolivia no se merece más lamentos. Por cierto, la única canción del verano que se escucha a todas horas es el himno del Barça.

No hay comentarios: