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08 abril 2008

HOMO GRAVIDUS


PÓSTER de "JUNIOR"

Sin haber pisado Atapuerca en su vida, solar patrio donde acaban de descubrir los restos del europeo más antiguo por el momento, sostiene el inefable Aloysius que, en pleno siglo XXI, el homo gravidus ha venido a sustituir en la escala evolutiva al homo sapiens, de la misma manera que en su día éste sucedió al homo erectus. Y es que alguno de sus compinches lo traen abombado preguntándole cómo es posible que un hombre se quede embarazado. Le recuerdan aquel montaje que hace unos años protagonizó el controvertido artista japonés Lee Mingwei.

Pero vayamos por partes. Para que una gestación sea posible, es necesaria la ortodoxia corporal masculina y femenina, pero sobre todo esta última, porque el hombre, de momento, apenas aporta unos cuantos millones de diminutos gametos cabezones flagelados. En el caso de la hembra, además de un adecuado y específico ambiente hormonal, es necesario un aparato genital en buen funcionamiento: vagina receptiva, útero en estado óptimo, trompas de Falopio permeables y ovarios con capacidad suficiente para producir óvulos. Y todo ello en consonancia con el sexo genético de cada individuo que, salvo estados patológicos, en la mujer es XX y en el hombre XY.

Por su especial biología, el varón podrá disfrutar de una mayor o menor potentia coeundi, pero nunca estará dotado de potentia generandi o capacidad gestante. Por ello el cacareado embarazo del transexual Thomas Beatie (nacido Tracy Lagordino – sexo XX) se trata de una gestación femenina en toda regla. Con la ayuda de complejas técnicas reproductivas, el equipo médico que lo trata ha conseguido que sus gonadas y su útero vuelvan a funcionar, revirtiendo el estado hormonal (androgenización) que en su día, junto a la mastectomía, le hizo adquirir caracteres sexuales secundarios masculinos: sin senos y con barba.

Psicológicamente, Thomas desde siempre se sintió un hombre atrapado en un cuerpo de mujer. Por ello decidió cambiar de sexo: físico y civil. Pero también conservó la integridad de su aparato genital femenino, y como su pareja era estéril, Thomas decidió emprender su particular aventura. De esta manera, ocho años después de su última menstruación, Thomas adquirió semen congelado en un banco de esperma para que su esposa se lo introdujera en el útero mediante una larga jeringuilla. Ahora ambos esperan una niña, y esta historia continúa…

Muy diferente es el caso de Sanjú Bhagat, ciudadano hindú de Nagpur. En 1999, los médicos decidieron operarle porque presentaba una enorme tumoración abdominal. Imagínense la tremenda sorpresa del equipo quirúrgico cuando encontraron en el interior de Sanjú el cuerpo de un bebé. Se trataba de un hermano gemelo inviable, un excepcional ejemplo de la rarísima malformación denominada fetus in feto; en otras palabras, una gestación gemelar en la que un embrión puede desarrollarse en el interior de su propio hermano.

Señores, llega el buen tiempo. Cuidado con las barrigas mondongueras y cerveceras… Pueden inducir a engaño.

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